PORQUÉ FRACASÓ LAPOLITICA DE PAZ DE ANDRES PASTRANA?
LA POLÍTICA DE PAZ DE ANDRES
PASTRANA: UNA ESTRATEGIA DE GUERRA
El autor es un escritor e historiador que fue expulsado de varias instituciones de Colombia por sus conocimientos sobre el fascismo. Él fue expulsado de la FLACSO sede México por profesores franquistas españoles y argentinos que le impidieron graduarse como maestro en Ciencias Sociales. Fue vetado en la Universidad Tecnológica de Pereira y expulsado de varios colegios entre ellos el Colegio “Manuel Elkin Patarroyo” de donde lo licenciaron por crear un cine-club antifascista, del Colegio Aquilino Bedoya por defender las comunidades indígenas y del Colegio Agustín Nieto Caballero por crear un sindicato de educadores por contrato. Él ha sido adoptado como refugiado político por el Estado de Ginebra en Suiza y allí continúa sus estudios sobre la sociedad colombiana.
“En
Colombia, las dificultades para que se ausente la guerra nacen
indefectiblemente de la reproducción de una estructura social basada en el Apartheid Social, que obliga a
las mayorías mediante la ley de la existencia segregada a tener que soportar la
demagogia, la represión y los complejos de superioridad de unas minorías de
plutócratas dispuestas a batirsen en todos los duelos a muerte posibles con tal
de evitar que los colombianos sean
felices” (Palabras en el primer encuentro internacional de Violencia Social y
Familiar en Manizales, 1999)
INTRODUCCION
La estrategia de paz del presidente Andrés Pastrana
(1998-2002) revivió viejos métodos de las burguesías colombianas que se centraron
en buscar una solución política del conflicto armado, sobre la base del diálogo
y la negociación política. Dichas
estrategias además de buscar la solución del conflicto, buscaron por sí mismas
enfrentar políticamente a la guerrilla en momentos de fuerte desarrollo de la
guerra.
El conflicto colombiano funciona en base a largos
ciclos de guerra y paz que son los que muestran su dinámica; el primer gran ciclo se inicia en los primeros años del Frente Nacional y es un ciclo de guerra prolongado cuya expresión
más representativa fue la invasión a Marquetalia, región que comprendió los
límites del Cauca, Tolima y Huila a mediados de la década del sesenta; este
ciclo se prolonga hasta 1984 y dura 20 años de confrontación; el agotamiento de
la mentalidad guerrerista y sobre todo la caída de las dictaduras militares
argentinas representadas en el ascenso de Raúl Alfonsín en 1983
que abre un ciclo de transición a las democracias delegativas en toda
América Latina y a poner de moda el llamado “civilismo”, unida al
fortalecimiento de la insurgencia armada motivó al Presidente Belisario
Betancurt a cumplirle al electorado que en 1982 lo eligió bajo la condición de
dialogar y darle una solución definitiva a la guerra; este ciclo de paz
inaugurado por Belisario Betancurt fue un momento de esperanza en la
finalización de la guerra celebrado el 28 de mayo de 1984 con la firma de los
acuerdos de La Uribe con las FARC y luego en Agosto del mismo año con la de los acuerdos de Corinto, El Hobo y
Medellín con el EPL y el M-19; este ciclo de motivación por la paz duró poco,
solamente hasta 1985 cuando se rompieron los diálogos con el M-19, lo que
conllevaría a la trágica mortandad del Palacio de Justicia en Noviembre de 1985 y al fin de los diálogos con las FARC en 1987.
El ascenso del Presidente Virgilio Barco con su “Mano
tendida y pulso firme” como estrategia de paz inauguró un ciclo de guerra que
duraría alrededor de doce años, ya que los continuos gobiernos liberales
(Gaviria, Samper) insistieron en la posibilidad de la derrota militar de la
guerrilla, cuya representación más patética fue la Operación Centauro que en
1990 destruyó Casa Verde, un viejo santuario de las FARC el mismo momento en
que se desarrollaban las elecciones para la constituyente, como esta, hubo decenas de operaciones militares y respuestas
de la guerrilla, masacres paramilitares de todo tipo que aceleraron el
conflicto.
El Presidente Pastrana inauguró un nuevo ciclo de paz
desde 1998 ya que como su partidario, Betancurt ascendió a la presidencia bajo
la promesa de conseguir la paz, pero también con la intensión de deslegitimar
el prestigio de la guerrilla con los diálogos.
Su estrategia de paz con las FARC-EP comprende tres grandes momentos: el
primero va de agosto 7 de 1998, fecha en que toma posesión como presidente y se
prolonga hasta el 7 de enero de 1999, cuando se instalan las mesas de
negociaciones en San Vicente del Caguán y se inaugura públicamente la zona de
distensión; el segundo periodo va del 7
de enero de 1999 al 20 de febrero del 2002, día en que se decreta la conclusión
de los diálogos con las FARC y la tercera del 20 de febrero al 7 de agosto del
2002, día en que toma posesión el nuevo mandatario Alvaro Uríbe Vélez. El presidente Pastrana da lugar a una
estrategia de paz que estuvo representada en la inauguración de la zona de
distensión, una pequeña área de 42.000 kilómetros cuadrados que cobijaban
importantes municipios del meta y del Caquetá; el desfile de altas
personalidades creó la ilusión en el ciudadano de que en Colombia había paz,
sin embargo, la realidad era otra: en el 95% del territorio nacional siempre hubo
guerra. El viejo principio liberal
impuesto por las burguesías durante los gobiernos anteriores de “negociar en
medio de la guerra”, se impuso durante la administración Pastrana y fue
inclusive una bandera de la guerrilla y del gobierno, sin embargo, fue con toda
evidencia uno de los criterios que llevó al traste a los diálogos de paz, ya
que los operativos militares de ambos bandos fue el acicate para que la extrema
derecha dueña de los medios de comunicación desprestigiara el proceso y la
guerrilla desconfiara del Estado en los momentos más álgidos de la operatividad
militar.
Dialogar en medio de la guerra, hundió el proceso
pastranista, pero también lo hundió la tregua parcializada a la zona del Caguán
en momentos en los cuales era necesaria una tregua bilateral nacional que le
diera confianza a la opinión pública y fortaleciera su mentalidad de paz; la
incomprensión de la ciudadanía de porqué a la vez que se negociaba se mataba,
contribuyó a darle a los viejos enemigos de la paz los argumentos para provocar
el colapso del proceso.
Además del principio incomprendido y la tregua
parcializada, faltó voluntad política en ambos contrincantes para comprometerse
de lleno con el proceso; los operativos militares de las FARC en los momentos
en que se avecinaba una tregua definitiva y la ofensiva militar del ejército
unida a la campaña de desprestigio desde los medios de comunicación, la Iglesia y personalidades importantes, denotan
simplemente que ninguno de los dos actores querían una salida negociada del
proceso y que su vocación de guerra fue más fuerte que la de paz; el querer hacer protagonismo político
con el proceso hace dudar de la honestidad de los actores para adelantar un
proceso definitivo y por tanto la política de paz de Pastrana queda como el
recuerdo de una propuesta que logró
distraer a la ciudadanía convirtiéndose en un fracaso más.
Hay que mencionar otros factores que también
incidieron en el fracaso de los diálogos de paz y con ello la apertura de un
nuevo ciclo de guerra prolongado. La
falta de un plan de paz, coherente, organizado que mostrara con claridad las
fases de las negociaciones y el camino a seguir paso a paso con fechas
específicas, hizo del proceso algo desorganizado y de poca confiabilidad;
durante la administración Betancurt y Barco conocimos planes de paz que dieron
más amplios resultados, a Andrés Pastrana le faltó planificar la ruta a
seguir. Sin dudar, la actitud de la
clase política, en nada ha contribuido a hallar la paz en Colombia, lo que
quiere decir que para conseguir la paz duradera es necesaria una nueva clase
política que se identifique con la salida política plenamente y sin
condiciones; este elemento fue vital para la solución del conflicto salvadoreño
y guatemalteco, el protagonismo de un representante político capaz de sacar
adelante un proceso de paz, dispuesto a ceder en sus privilegios burocráticos y
a entregarlo todo en la búsqueda de la paz; un congreso corrupto, tradicionalista,
clientelar, bajo de cualidades políticas y desprestigiado, es la expresión de
una comunidad política que no ha abandonado los viejos vicios de hacer de la
política no el arte de ayudar a los nacionales, sino de convertir los servicios
públicos en un simple mercado; quierase
o no ello influye ampliamente en un diálogo de paz ya que estos requieren de
cambios políticos profundos expresados en reformas que sean capaces de crear
una nación equilibrada e incitar al oponente a insertarse en ella obviando la
rebelión y respetando las normas del juego político establecido que en
sociedades de paz son limpias y transparentes, lo que incita a los actores a la
lucha civilizada; la gran rebelión en Colombia tiene que ver con la existencia
de una corruptela política que trabaja para intereses personales de
enriquecimiento del político, sus clientelas y los intereses individuales
externos dejando a las mayorías nacionales sin protección estatal. De nuevo como en la época de Belisario
Betancurt, la posibilidad de las grandes reformas asustó a la corruptela
política que prefirió la vía guerrerista antes que contribuir a la solución de
los más importantes problemas nacionales; uno de los mayores obstáculos del presidente
Pastrana fue el escaso apoyo que tuvo en el congreso para sacar adelante el
proyecto de paz.
Una de las grandes pruebas es la discusión con
respecto a la ley de canje que la hicieron fracasar los enemigos del proceso en
el congreso en donde siempre fueron mayoría; en el intercambio de 14
guerrilleros por cuatrocientos uniformados primó más la voluntad de la
guerrilla y del ejecutivo que del legislativo, al final solamente a siete días
de la finalización del gobierno se empezó a revivir la posibilidad del canje
solo después de haber sido retenidos grandes barones de la política, en un
anuncio a la guerrilla de que sus presos solo son canjeables por grandes
caciques y no por simples policías, soldados o políticos de baja escala, lo que
con toda evidencia acelera más la guerra ya que obliga a los guerrilleros a
practicarla en escala mayor, ello le da un tinte más complejo a la
confrontación.
Nos encontramos además con una sociedad civil débil y
fácilmente manipulable por políticos que no quieren la paz y prefieren
organizarla para una resistencia civil que proteja los intereses de las clases
altas y de quienes se han apropiado del poder; estamos lejos de construir una
sociedad civil que sea capaz de luchar por una paz justa, con criterio de clase
social y que contribuya a crear una nueva sociedad igualitaria; han sido los ricos colombianos y
los mercaderes de la política, propietarios de los medios de comunicación, los
aglutinadores de la sociedad civil reaccionaria, enemiga del proceso de paz que
se movilizó en una resistencia por la guerra que provocó a los insurgentes y
en nada contribuyó al proceso. La prueba
más fehaciente es la enorme votación por Alvaro Uribe Vélez en el 2002, amigo de la
guerra, acelerador del conflicto. Su
discurso guerrerista caló en la sociedad civil analfabeta politicamente y necesitada, que
antes que fustigar los malos gobiernos se alía con ellos; ni siquiera los
norteamericanos hacen eso, tampoco los ecuatorianos y venezolanos; estos
rápidamente se insurreccionan contra la corrupción y el desgobierno y obligan a
los gobernantes a tener disciplina y conciencia; la corrupción, el desgobierno,
el guerrerismo y la insolidaridad son premiados por el elector colombiano,
manipulado por unos medios de comunicación oligarquizados y de propiedad de los
mercaderes corruptos. Sin una sociedad
civil comprometida con el proceso, en
Colombia no habrá paz alguna, como no la hubo durante la administración Pastrana.
Ni que decir los gremios; su relación con la clase
política también fue factor de sabotaje del intento de paz, el encuentro de
catorce de los “cacaos” con Marulanda Vélez fue una excepción, pero sin ningún
compromiso real. El temor al castigo a
la propiedad privada o a la inauguración de un nuevo modelo económico diferente
al neoliberal que los enriquece, hizo milimétrica la vigilancia de los grandes
empresarios, ganaderos y latifundistas sobre el proceso de paz y una presión
fuerte hacia el presidente para liquidar los dialogos.
Las salidas políticas requieren cambios económicos radicales en los
cuales los gremios tienen que ceder privilegios, comprometerse a la
redistribución de la propiedad y a la asignación de empleo; la sola idea de un
subsidio de desempleo propuesto por las FARC hizo temblar a los empresarios, si
ello fue con algo tan simple, que representa además un derecho, cual no será la
reacción del empresariado frente a la sola idea de la democratización de las
empresas o la redistribución de la plusvalía, clave para un proceso de paz
exitoso.
Pero fueron los grupos paramilitares el obstáculo más
importante para diálogos de paz exitosos; las constantes masacres de población
civil, de sindicalistas y el poderío político anunciado en la amplia influencia
en el Congreso, así como el desplazamiento hacia la zona de distensión con la clara intención de incursionar y
castigar la “afrenta de la subversión” según sus voceros, también liquidó el
proceso; la debilidad enorme para enfrentarlos y el contubernio claro de la
clase política y los medios de comunicación hicieron del paramilitarismo la
principal arma de los enemigos del proceso de paz, que se encuentran por
decenas en las elites colombianas; el porqué no se inició una Operación
Centauro o una parecida al despliegue sobre la zona del Caguán el día de la
ruptura de los diálogos, contra los bastiones paramilitares en el Nudo del
Paramillo, solo se puede explicar en el hecho de que los sectores dominantes
colombianos ven en el paramilitarismo el instrumento de guerra más efectivo y
letal, porque no solo desplaza a los supuestos enemigos camuflados en la
sociedad civil que olímpicamente bautizaron como “guerrilleros de civil”, sino
que con ellos puede hacer operaciones que el simple ejército hacía antes como
las masacres colectivas y que por el escándalo internacional hoy no puede
hacer; son además una gran reserva contrarevolucionaria en la eventualidad de
un triunfo de la guerrilla que tempranamente le permite a las oligarquías
organizar una oposición antisocialista apoyada por los Estados Unidos que
durante decenios alimentó esta estrategia en todos los países de América Latina
y que con las Comisiones de la Verdad instaladas en varios países mostró la magnitud de la represión estatal en
países como México, Panamá, Argentina y Perú.
La oposición de los grupos paramilitares a los diálogos de paz y a la
zona de distensión, se convirtió soterradamente en la línea de las clases
dominantes, Iglesia y Medios de Comunicación ante el proceso de paz y la habilidad
de Pastrana para romper con esta versión hubiese sido quizá un elemento
positivo para sacar adelante el proceso; uno de los factores de ruptura en
varias ocasiones del proceso y de crisis del mismo, fue no solo el operar del
paramilitarismo, sino la actitud negligente de un gobierno que debió con la
misma magnitud de las grandes ofensivas contra la guerrilla, desplegar su
poderío militar contra los paramilitares; ingenua posición por el carácter de
la relación Estado-paracos en Colombia, pero razonable.
En el transfondo de todo este fracaso se encuentra
también una situación social degradada por un modelo neoliberal, la hipoteca
del país a la banca extranjera que nos hace tributarios de una tercera parte de
nuestro presupuesto, agudizada por el mayor endeudamiento vivido bajo el
gobierno pastranista, los gastos militares que sobrepasan el gasto social y los
elevados índices de corrupción y depredación del gasto público; la experiencia
de la crisis argentina es una muestra clara de hacia donde nos dirigió el ex-presidente y en
verdad la incapacidad del gobierno de Pastrana para detener el avance de la
miseria, del desempleo y la infelicidad en que viven millones de Colombianos
fue también un obstáculo claro, quizá el más importante para que el proceso de
paz avanzara. La desconfianza de la
guerrilla fue enorme en este sentido y en los momentos últimos del proceso de
paz, aparecieron como justificación de sus demoledores operativos militares y
del fracaso del proceso, la falta de un gobierno que actuara con correspondencia
a la necesidad de mejorar el bienestar ciudadano; críticas al Plan Colombia,
los despidos, el neoliberalismo, el gasto militar, la desidia contra el
paramilitarismo fueron el ejemplo de cómo Pastrana debió desde el inicio de su
gobierno optar por desarrollar y cumplir
con sus promesas electorales.
Nos adentramos entonces con estos factores y situación
a un nuevo ciclo de guerra inaugurado por Pastrana desde la ruptura de los
acuerdos del Caguán y prolongado por Alvaro Uribe Vélez; por la experiencia
colombiana, este tipo de ciclos son ampliamente duraderos y resultan
normalmente enfrentamientos sin resultados claros para ninguno de los dos
bandos, pero negativos para la sociedad civil que aspira a que sus grandes
angustias cotidianas como la falta de empleo, el hambre, el analfabetismo y la
violencia sean solucionados. Durante el
gobierno de Andrés Pastrana el país se sobre militarizó, la fuerza pública
aumentó en un 100% y con ellos sus gastos, lo que significa que las
probabilidades de que mucha gente dejara de sufrir por la falta de empleo y
alimentos fuese mayor, más cuando el nuevo presidente buscó aumentar los gastos
militares en un 200%, está claro que la legitimidad de Pastrana para hablar de
Paz se hizo desde un “Mandato por la paz”, el 26 de octubre de 1997, mientras
que la legitimidad de Alvaro Uribe Vélez se basaó fundamentalmente en un
“Mandato por la guerra” expresado en su elección como presidente, lo que
muestra que la mentalidad variante del colombiano unos momentos por la paz y
otros por la guerra, si determina el devenir del proceso.
Advierto que el conflicto armado al irse escalonando
con el tiempo, va transformando a los actores de la guerra en protagonistas
crueles en exceso, las guerrillas lentamente abandonan principios éticos planteados
por viejos estrategas como Maceo o el Che Guevara que invitaban a expulsar de
las filas a todo hombre cruel: los
incidentes de Machuca, Antioquia en octubre de 1998, cuando fueron calcinados
70 pobladores por un atentado del ELN, el asesinato de tres indigenistas
norteamericanos, el incidente de Bojayá, el asesinato del padre del niño Andrés
Felipe Pérez el 7 de abril del 2002 y el fallecimiento de este de una
enfermedad terminal sin que se le permitiera ver a su padre, contradicen esos
principios éticos que en vez de prestigiar contribuyen a desprestigiar a una
guerrilla que aún no ha entendido la necesidad de humanizar su guerra,
entendemos que su oponente, la burguesía propietaria de unos poderosos e
influyentes medios de comunicación explotan uno a uno los errores de la
insurgencia, la movilización nacional entorno a la enfermedad del niño Andrés
Felipe Pérez fallecido el 18 de
diciembre del 2001 fue hipócrita, miles de niños mueren en las calles
anualmente o están prostituidos y esos periodistas que tanto alboroto hacen
pasan por su lado sin darles una
limosna, pero explotan la inhumanidad de sus contrincantes; en el otro polo, el de los saboteadores del
proceso, quedó claro que fue la extrema derecha la responsable del collar bomba puesto a una campesina que
estalló en vivo y en directo y volvió añicos su cuerpo, este acto se lo
endilgaron a las FARC en momentos de fuerte discusión en las mesas de diálogo,
los pseudo humanistas de la televisión armaron el escándalo en contra de la
guerrilla en el mismo momento del hecho, pero callaron como tenían que hacerlo
cuando se dieron cuenta de la verdad: fueron saboteadores derechistas; menciono
además, entre los militares, la
información que otorgaban mandos militares a los paramilitares masacradores sobre
sus victimas, la muerte de un grupo de seis niños en un pueblo de Antioquia
confundidos como guerrilleros, los bombardeos indiscriminados que matan
población civil, ello se vio durante la Operación Tanatos, los disparos sobre
vehículos que desobedecían los retenes militares; en el lado paramilitar las
masacres inmisericordes como las de Buga y Putumayo entre otras y las denuncias demostradas de que bebieron la
sangre de sus victimas o mataron con motosierras o ha machetazos, por el lado de la clase política el robo y el
pillaje del erario público en un momento de hambruna y pobreza, son testimonios
que nos avisaron que marchabamos inexorablemente hacia la repetición pero en la época de la
postmodernidad y con nuevos actores de las formas de violencia de la década del
cincuenta que dejaron una huella indeleble en muchos compatriotas y que hoy es un escandalo nacional que nació de la época pastranista que ha llevado a prisión a un buén número de dirigentes..
1. LAS CAUSAS DE LA VIOLENCIA EN ANDRES PASTRANA Y SU
INCOHERENCIA CON LA POLITICA DE PAZ
Andrés Pastrana, durante su campaña electoral propuso
el “Plan Integral de Paz” de su movimiento “Alianza para el cambio”
desintegrado rápidamente, aunque en el no se presentan referencias a los
orígenes de la violencia como concepción, si se dieron propuestas concretas
para enfrentarla; señala el respeto a los derechos humanos, a la vida y al derecho
internacional humanitario. Resaltó la
vía negociada para la solución de los conflictos armados, la discusión sobre
transformaciones sociales políticas y económicas en las negociaciones, la
participación de la comunidad internacional y de la sociedad civil en el
proceso, zonas de distensión, diálogos sin condiciones previas y reformas
políticas.
En su discurso de posesión presidencial, especifica
una visión sobre las causas de la violencia diferente a la de los demás
presidentes:
El muy sabio refranero español
nos dijo: “sin paz no hay pan, por eso
ante todo quiero la paz que es “paz y
pan” y es la tierra prometida que anhelamos, una Colombia en paz (...) El
llamamiento a la paz como condición necesaria para un proyecto de país, es
evidente. Pero la paz exige transformar
la energía humana del rencor propia de las guerras, en energía vital para la
construcción de una nueva Colombia. Es
precisamente esa energía vital la que nos debe permitir que no se sigan repitiendo
los actos de violencia como los de los últimos días (...)
Aseveró el Presidente:
La primera cuestión es de
identidad, ¿que es Colombia y que queremos que sea? Históricamente la nación
buscaba su identidad en la homogeneidad excluyente, que despreciaba la
diversidad o la anulaba. Una patria
exigía una religión y una lengua, incluso una etnia dominante. Desde posiciones dictatoriales o desde pactos
republicanos se iban imponiendo estas condiciones de identidad durante tiempo
indefinido para configurar otros sistemas de poder. La evolución posterior, en particular la
actual, demuestra que los excluidos de cualquier tipo salen a reclamar con gran
violencia el reconocimiento de su existencia y de su derecho a participar. La gracia es que la identidad de la nueva
Colombia que encare los desafíos del siglo XXI y se ofrezca a las nuevas
generaciones tiene que ser incluyente de la diversidad colombiana y no
excluyente como ha sido hasta ahora para una parte importante de los
colombianos.
Entre los excluidos, Pastrana
hizo referencia a los pobres y prometió un gobierno que disminuyera sus índices
y de el un Plan para disminuir la pobreza, recuperar los valores y transformar
políticamente al país.
Durante el acto de
inauguración de las conversaciones de paz en San Vicente del Caguán con las FARC,
en el discurso presidencial, se destaca algo importante: “he reconocido el carácter político de su
organización”, dijo el presidente a los líderes guerrilleros, lo que denota un
respeto al oponente político. “La guerra
de la paz se gana en el empleo, en la vivienda, en la nutrición, en la salud,
en la educación, en el respeto a la ecología, en la certeza del respeto a la
supervivencia siempre abierta a la felicidad”, allí hay un enfoque social en la
interpretación de las causas de la violencia.
Es de notar que algunos
elementos de esta concepción se cumplieron durante su gobierno, pero su
política social dejó mucho que desear, un país empobrecido y privatizado. 6 de
cada 10 colombianos sumidos en el hambre continua unos o circunstancial otros,
es una cifra muy grande para creer que los resultados de la presidencia
Pastrana fueron coherentes con sus propuestas iniciales, situación muy parecida
a la de Belisaro Betancurt, populista y demagógica.
2. LOS OBJETIVOS DE LA POLITICA DE PAZ Y LA INFLUENCIA
DEL GOBIERNO DE ERNESTO SAMPER
Fueron tres los principios fundamentales de Pastrana:
1. Negociaciones sistemáticas con los alzados en armas,
combinadas con un proceso de reconciliación nacional.
2. El lanzamiento de una nueva visión participativa de
desarrollo, “El Plan Colombia”, que se apoyará en el fondo de Inversión para la
Paz, que se nutriría de los bonos de paz, los aportes internacionales y los
créditos especiales.
3. La negociación de una serie de reformas sociales,
políticas y económicas para mejorar la calidad de vida de los colombianos menos
favorecidos.
La política de Paz del presidente Andrés Pastrana se
enmarcó en la estrategia política de lo que se llamó la Gran Alianza por el
Cambio, movimiento opositor a la candidatura serpista, movimiento multipartidista,
que tuvo como una de sus grandes promesas la paz unida a las de generación de
empleo, la reactivación de la economía, la justicia social y la dignidad de la
nación.
Pastrana diseñó lo que llamó la Política Integral de
Paz teniendo como uno de sus principios el de dialogar directamente con la
guerrilla, por ello ha sido quizá el único presidente en entrevistarse con el
líder máximo Manuel Marulanda y en asistir directamente a instalar la zona de
distensión, nunca antes presidente alguno había sido tan directo, todos le
rehuyeron a las entrevistas personales con guerrilleros a excepción de
Betancurt quien en ocasiones muy reservadas recibió pero en su despacho a
algunos representantes de la guerrilla.
En sus primeras propuestas, el presidente partió de
reconocer que lo que buscaba la guerrilla era una transformación de las
estructuras políticas y económicas diferente a la actitud propias de las
postrimerías del gobierno en la que se concibe a la insurgencia como un simple
actor mafioso, cuya actividad está encaminada a defender territorios
estratégicos para el tráfico de narcóticos; se trató de reconocer a los
guerrilleros como actores políticos, de
analizar los puntos de las agendas de los guerrilleros y de reconocer que son
propuestas de cambio, características de una negociación política, así la
negociación además de poner fin a la confrontación, buscó garantizar mediante
la concertación un nuevo proyecto de país que sentara las bases para la
reconciliación entre los colombianos. La política de paz tuvo a su vez unos
objetivos estratégicos, que hacen parte de una estrategia de negociación para
superar las causas del conflicto, ellos son;
1. No habrá paz sin una reforma política de fondo: partidos sólidos, representatividad con
voluntad y garantías a minorías.
Liquidar la corrupción y la operación avispa, son tareas vitales.
2. Real separación de poderes, el legislativo debe
controlar al ejecutivo.
3. Organos de control independientes del ejecutivo y de
los partidos políticos.
4. La reforma se hará dentro del Estado de derecho:
cambiar la Constitución dentro de la Constitución.
5. Establecer zonas de despeje o de distensión, para
garantizar la seguridad de los negociadores.
6. Internacionalizar la paz para terminar la guerra,
participación de la comunidad internacional en el proceso.
7. Participación de los empresarios
8. Dirección personal del proceso por el presidente
9. Agenda abierta y sin condiciones
10.
Diplomacia
para la paz, buscando la ayuda de la comunidad internacional.
11.
Plan de
emergencia social dentro del Plan Nacional de Desarrollo, para eliminar la
diferencia entre ricos y pobres en Colombia, concentrar la acción del Estado en
las causas objetivas de la violencia: pobreza e inequitativa distribución del
ingreso.
12.
Recuperar
el monopolio efectivo de la fuerza
13.
Preservar la
selva húmeda tropical como patrimonio de la humanidad, proteger el medio
ambiente.
14.
Construir
más vías de comunicación
15.
“Plan
Marshall” para erradicar los narcocultivos
16.
Defender el
derecho a la vida
17.
Mano dura
con los paramilitares
18.
Reforma a
las fuerzas armadas hacia una doctrina de seguridad democrática, que supere la
de la seguridad nacional y se dediquen a resguardar las fronteras.
19.
El mandato
por la paz es un mandato para el gobierno
20.
Recuperar
la autoridad del Estado en todo el territorio nacional.
Los principios que guiaron estas propuestas, partieron
de considerar que la paz no tenía fórmulas mágicas, ni era un asunto de una
sola persona, ella hay que construirla y para ello es necesario reconstruir el
Estado y recuperar la confianza de los ciudadanos en él., en algunos de sus
discursos se dejó entrever la filosofía de la paz de Pastrana que cobijó entre
otros los siguientes criterios:
1. La paz es un proyecto nacional en el cual cavemos
todos,
2. Reconocimiento de que el movimiento guerrillero es una
realidad política y están decididos a ser co-protagonistas de la reconstrucción
nacional.
3. El despeje no sería un corredor de impunidad para el
incremento del narcotráfico.
4. La paz es fundamental para erradicar el narcocultivo,
lo cual expresa que el narcotráfico es el principal beneficiario de la guerra,
5. Los objetivos y los instrumentos de paz tendrán el
mismo valor, instrumentos como la Convención Nacional, los diálogos regionales
y nacionales o la Asamblea Nacional Constituyente, el canje, deben estar
articulados a las transformaciones políticas.
6. Los guerrilleros son garantes, coadyuvantes de la paz,
orden, disciplina, trabajo y seguridad de todos los colombianos.
7. Más importante que humanizar la guerra es terminarla.
8. La vocería de la paz es una sola, la del presidente o
la del alto comisionado., los voceros de la sociedad civil tienen aportes para
examinar.
9. Hacerle la guerra a la guerra es una prioridad.
Lo que impresiona de los principios y la metodología
de la política de paz de Andrés Pastrana, es la amplia influencia de la visión
del problema que se forjó durante la administración que lo precedió, la de
Ernesto Samper; el documento “Hacia un
Diálogo Util y duradero”, presentado en el ensayo sobre Samper así lo demuestra;
por ejemplo, la vocería de un Alto Comisionado para la Paz, provino del
Gobierno Samper que lo tuvo, fue Carlos Holmes Trujillo, luego Daniel García
Peña, quien fue reemplazado por Víctor G. Ricardo, el principio del
reconocimiento político del conflicto armado y de las organizaciones guerrilleras
que fue ejecutado durante Pastrana, era el primero de los ocho principios de
Samper; la responsabilidad exclusiva del presidente de la República para
dirigir el proceso de negociación también fue un principio Samperista
desarrollado por Pastrana en sus encuentros personales con el máximo jefe de
las FARC-EP, Manuel Marulanda Vélez; la disposición de negociar en medio del
conflicto y sin condiciones previas por ninguna de las partes, igual, fue el
principio básico del Gobierno y el más importante; la construcción de una
agenda común, de cronogramas y de acuerdos, fue idea del gobierno Samperista,
implícita en su cuarto principio; el quinto principio de la política de paz de
Samper fue aplicado plenamente, la decisión de asegurar el monopolio legítimo de
la fuerza en cabeza del Estado mediante la acción de las Fuerzas Armadas,
mientras se negociaba se compraba armamento y se reclutaban nuevos soldados,
así como se desataban inmensos operativos militares; la participación de la
sociedad civil, activa y permanentemente en la construcción de la paz, un
principio del gobierno más criticado por Pastrana, también hizo parte de su
política de Paz, con el fortalecimiento de las campañas por la paz y del “No
más”; la participación internacional fue otro principio que se impuso
tardíamente, pero fue puesto en marcha por Pastrana con Comisiones de
acompañamiento y observadores que jugaron un importante papel en los momentos
más agónicos del proceso de paz.
Queda claro entonces que aunque no todos los
principios, si la mayoría de los que hicieron parte de la propuesta de Samper,
fueron puestos en marcha por el gobierno de Pastrana, su más acérrimo
crítico. Ello trajo problemas, ya que su
política de paz se construyó desde la base de un gobierno que nunca se motivó a
iniciar un proceso de paz con los insurgentes, lo que puso en duda la
originalidad de la política de Paz del gobierno y simplemente puso en marcha
criterios equivocados que dieron al traste con el proceso de negociación, como
el de negociar en medio del conflicto o desplegar militarismo y violencia
mientras se dialogaba o el individualismo y egoísmo propios del criterio de que
un individuo debía dirigir el proceso de paz, lo que convirtió la búsqueda de
la distensión en algo autocrático y no democrático, que solo comprometió al
presidente y unos cuantos funcionarios, más no a otros elementos protagonistas
del conflicto como las Fuerzas Armadas, los gremios o los sindicatos por
ejemplo. La prueba más palpable del
individualismo perjudicial, fue que tanto la cámara de representantes como el
Senado de la República nombraron su propia comisión de paz que funcionaron
descoordinadamente con pocos contactos y autónomas, lo que vislumbró una
desorganización del proceso, perjudicial sin lugar a dudas.
1. EL ALCANCE DE LA GUERRA: OPERATIVOS MILITARES,
PARAMILITARES Y GUERRILLEROS (AGOSTO DE 1998 A AGOSTO DEL 2002)
A. 1998 Y 1999
Casi empezando el gobierno de Pastrana se darían las
primeras muestras de la impresionante guerra que caracterizaría esta
administración y que sería la prueba más patética del fracaso de su proyecto,
no solo los ataques a poblados por frentes de la guerrilla, las masacres
paramilitares, sino el inicio de las grandes operaciones militares que le
darían un nuevo rumbo a la guerra en momentos en los cuales las noticias de la
destrucción de las bases militares de Patascoy, El Billar, Miraflores y
Pavarandó por las guerrillas hacían pensar que la guerra del Estado estaba
perdida; la “Operación Furia” se llevó a cabo el 14 de Agosto de 1998, cuando 200
soldados de la brigada diez y siete del ejército sostuvieron combate contra
cerca de 600 guerrilleros de las FARC en los límites entre Antioquia y Chocó;
38 soldados muertos, 23 desaparecidos, 24 heridos y 20 guerrilleros abatidos,
en ella se utilizaron los helicópteros BlackHaw, en una primera demostración de
que el discurso presidencial de paz iría por una ruta y la guerra por la
otra. Hubo momentos como en el mes de
septiembre del mismo año en los cuales los tres actores se encontraron, el caso
de la serranía de San Lucas es el más sintomático, pero allí la batalla crucial
fue entre los paramilitares y el ELN, movimiento que estaba dialogando con
muchas perspectivas con el presidente, allí en un solo choque un día de
septiembre hubo 40 muertos, la disputa por esta zona estratégica fue continua
durante todo el período presidencial de Pastrana, sus pueblos alrededor de 30,
entre ellos Achí, San Pablo y Simití fueron escenario de la guerra a muerte más
violenta y de un grueso número de desplazados.
Es una zona de guerra de hegemonía del ELN, diríamos su santuario, así
como El Caguán lo ha sido para las FARC o el nudo del Paramillo para los
paramilitares, sin embargo hay presencia de los más diversos movimientos; la
incertidumbre llenó a los colombianos, al no entender que pasaba con la
propuesta de paz y los ánimos de solución del conflicto de su presidente.
A principios de Octubre el presidente afrontó el primer gran paro
estatal, alrededor de 200.000 trabajadores fueron a la huelga; pero lo que más llenó de incertidumbre a la
opinión pública fue la toma de la capital del Vaupés, Mitú, 16 policías
muertos, 38 heridos y 50 retenidos por el comandante “Romaña” en una muestra de
que Colombia atravesaba por la guerra más despiadada, en ella se inicia la utilización
de pipas de gas con dinamita en la toma de poblados, métodos nuevos
característicos de la actividad militar de la guerrilla, el mismo mes el mundo
se estremeció con un error del ELN, quien en el pueblo de Machuca, Antioquia,
voló un tramo del oleoducto que calcinó 70 pobladores y en la tercera semana de
noviembre, se da inicio a una guerra antes no presentada, la guerra
paramilitares-guerrilla, con la muerte en el sur de Bolívar y el Urabá
antioqueño de 30 paramilitares por las FARC.
Esta es una descripción breve de algunos hechos que se presentaron antes
del inicio de los diálogos en enero 7 de 1999, puede observarse un país en
guerra, en todo el territorio nacional.
El periodo comprendido entre enero 7 de 1999 y febrero
20 del 2002, prácticamente tres años de conversaciones, fue mucho más cruel y violento, hay quienes piensan que ello se
debió a las necesidades de los actores de demostrar poder militar para llegar
fuertes y con autoridad a las mesas de negociación, puede ser una explicación
válida, lo cierto del caso es que la guerra fue amplia y cruel, verdaderas
demostraciones de sangre de todos los actores.
Las operaciones del ejército fueron
impresionantes: durante 1999, primer año
del proceso de paz se desarrollaron seis grandes operaciones militares; durante el 2000 siete, durante el 2001 seis y
en el 2002 hasta la salida de Pastrana cuatro.
El 18 de
febrero en Arauquita los militares mataron 50 guerrilleros, una tonelada de
explosivos fueron incautados a mediados de este mes por el Batallón de
contraguerrilla No 58 en Tame,
Arauca. A principios de marzo de 1999 el
ejército propinó duros golpes a las FARC asesinando varios comandantes: murió el jefe del Frente 54, Jaime Nel
Lombano, el jefe del bloque occidental
Miguel Angel Pascuas, el segundo al mando del sexto frente “Oscar” y el segundo
encargado de las finanzas del frente 47 “Delfín”, en San Juan de Sumapaz cayó
el comandante del frente 51, Vladimir Gonzáles Obregón. “Miller Perdómo” y capturado el “zarco” segundo comandante del
frente 53. A finales del mes de marzo en
los operativos militares en el Cañón de la Llorona murieron 70 guerrilleros en
un enfrentamiento con varios frentes de las FARC; explosivos, armamentos y
municiones fueron retenidos por brigadas en diversas regiones del país.
Estos éxitos militares fueron opacados por los
escándalos a principios de Abril por el retiro por orden presidencial de los
generales Rito Alejo Del río y Fernando Millán por tener relaciones con los
paramilitares y participar en su organización en Urabá y Santander. En mayo fue
señalado por la fiscalía el coronel
Jaime Alberto Uscategui, como responsable por omisión de varios
asesinatos paramilitares, otro escándalo que desprestigió la actividad de las
fuerzas armadas.
Otra operación contundente fue la desplegada por el
ejército en Hato Corozal (Casanare), donde cayeron 50 guerrilleros de las FARC
en los primeros días del mes de septiembre, entre los muertos se encontraba
“Rogelio”, segundo comandante del X frente y “Robledo” otro jefe importante. Hasta el momento desde iniciado el gobierno
de Pastrana el ejército daba cuenta de
10 grandes operaciones militares que la revista semana de septiembre 6
describía así:
01-nov-98
12-mar-99
17-marz-99
18-mar-99
18-mar-99
15-may-99
28-jun-99
11-jul-99
12-jul-99
01-sep-99
Nov-99
|
Mitú-Guaviare(Vaupés)
San Juán de Sumapaz (Cundinamarca)
Mutatá y Dabeiba
Arauquita (Arauca)
Guachetá (Cundinamarca)
Toribío (Cauca)
Iquira (Huila)
Pto. Lleras (Meta) y Puerto Rico (Caquetá)
Doncello-Pto. Rico (Caquetá)
Hato Corozal (Casanare)
Puerto Inírida
|
300 guerrileros
caen Miller Perdomo y Silvio Villegas
50 guerrilleros
102 guerrilleros
Jaime Noel Lombaba
20 guerrilleros
16 guerrilleros
183 guerrilleros
57 guerrilleros
47 guerrilleros
70 guerrilleros
|
Los grandes éxitos militares tuvieron un despliegue de
envergadura en los medios de comunicación que mostraban decenas de cadáveres de
guerrilleros abatidos en una estrategia propagandística consistente en mostrar
los insurgentes dados de baja, para corroborar los triunfos. 1999 se cerró con fuertes golpes en Puerto
Inírida a las guerrillas de las Farc que perdieron numerosos militantes en una
amplia guerra fluvial del ejército.
Como puede observarse la estrategia de diálogo en
medio de la guerra no fue muy positiva para el primer año de conversaciones, en
el cual no se llegó a ningún acuerdo de importancia, como sucedió durante todo
el proceso. La guerrilla por su parte no
se quedó atrás en su operatividad; los enfrentamientos entre ejército,
guerrilleros y paramilitares fueron característicos y con intensidad en las
zonas fronterizas, durante febrero el
escenario fue la frontera con Ecuador y Perú que soportó una guerra entre más
de 20 frentes de las FARC, los paramilitares y el ejército, lo que obligó al despliegue
de 5.000 militares ecuatorianos, también aumentó la conflictividad en la
frontera con Venezuela donde la guerrilla ejerció amplia presión.
El mismo mes fue la ciudad de Barrancabermeja el
escenario de guerra más fuerte, el enfrentamiento entre el norte y suroriente en donde hay presencia
amplia de todos lo grupos guerrilleros y la otra la del sector de la refinería
y el comercial donde dominan los paramilitares.
Los enfrentamientos fueron constantes ya que esta ciudad representa uno
de los puntos de mayor conflictividad del país;
a principios de marzo fueron asesinados por el frente 45 de las FARC
tres estadounidenses indigenistas en la frontera entre Colombia y Venezuela en
la zona del Arauca, este hecho conmovió a la comunidad internacional, a
mediados de Abril el ELN secuestró un avión de Avianca que cubría la ruta entre
Bogotá y Bucaramanga, lo llevó al corregimiento de Los Sábalos en el sur de
Bolivar, 31 ocupantes fueron retenidos, liberaron ancianos y niños. Fue un hecho que impacto inclusive a la
comunidad internacional ya que hacía muchos años no se veía este tipo de
operativos militares; A mediados de abril las FARC asesinan 19 soldados en el
cañón de La Llorona, Urabá antioqueño luego de dinamitar un puente y a
principios de junio es nuevamente el ELN el encargado de dar un golpe
publicitario y de fuerza, al retener en un operativo espectacular un numero
considerable de ciudadanos que se encontraban en la iglesia de La María en Cali
recibiendo la misa de los domingos, los guerrilleros los engañaron haciéndoles
creer que eran del ejército y convenciéndolos de subirse a un furgón; fue un
operativo impactante que nuevamente llamó la atención de la comunidad
internacional por la cantidad de ciudadanos retenidos: las FARC no se quedaron
atrás en materia de presión militar, a principios de septiembre ocuparon la
hidroeléctrica de Anchicayá en el Valle del Cauca y retuvieron a 200 empleados,
solicitaban que fueran reducidas las tarifas de los servicios públicos en un
30%, los guerrileros se quedaron por varios días desafiando al ejército. Antes, a finales de junio las FARC mataron en
el nudo del Paramillo 35 soldados y las ofensivas militares más fuertes se
vivieron a mediados de julio en los pueblos aledaños a Bogotá, en Gutierrez
cayeron 37 militares y la ofensiva se extendió a pueblos como Puerto Lleras,
Doncello, Arauquita, San Carlos (Antioquia), Toledo, Labateca, Hato Corozal,
San José del Guaviare, El Líbano, Mesitas del Colegio, Boquerón, Tibacuy,
Algeciras, Santa Ana, Puerto Caycedo y Puerto Rico; en Florencia fueron
retenidas decenas de personas y fue bloqueada la carretera Pasto-Mocoa. En el mes de Agosto de se inicia una
metodología muerta desde la época de Pablo escobar, la de los carro-bomba, uno
de estos explotó a principios de agosto
en Medellín frente a las instalaciones del Gaula rural dejando 10 personas
muertas y más de treinta heridos en momentos de festividades; también se
presentó la toma del municipio de Nariño en Antioquia el 30 de julio por el
frente 47 donde se utilizaron pipas de gas con dinamita y fueron asesinados 34
policías y civiles. Otro carro-bomba
estalló a mediados de noviembre en Bogotá en la avenida Pepe Sierra, durante
este mes los ataque a poblados fueron constantes: Villarica, Prado, Dolóres en el Tolima y
Puerto Inírida en los llanos orientales.
Durante el mes de diciembre se repitió lo mismo, 14 ataques a
poblaciones, 13 asedios que afectaron 7 departamentos y voladas 200 torres de
energía, alrededor de 50 ciudadanos perdieron la vida.
Los operativos paramilitares se caracterizaron por la
crueldad, a principios de febrero fueron asesinados cuatro miembros del
Instituto Popular de Capacitación (IPC)
en Medellín que laboraban como investigadores sociales, Jairo Bedoya,
Jorge Salazar, Claudia Tamayo y Olga Rodas, también Everardo Puerta y Julio
Gonzáles, miembros del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, lo que
denota la persistente persecución por ideas de las AUC (Autodefensas Unidas de
Colombia), a finales de mayo fue secuestrada Piedad Córdoba, en el Poblado en
Medellín en operación osada de los paramilitares que conmovió al congreso
nacional y el 13 de agosto fue asesinado por las AUC el humorista Jaime Garzón
en Bogotá, hecho de enormes proporciones ya que significaba una figura nacional
muy importante y que generó enormes desfiles en todas las ciudades. En el mes
de noviembre se vivió una verdadera guerra silenciosa en la que se asesinaron
soldados y guerrilleros vestidos de civil en buses de servicio público.
Lógicamente el conflicto armado tuvo proporciones más
enormes, pero esta descripción nos sirve para entender que realmente lo que
tenía Andrés Pastrana para afrontar el problema de la violencia no era una
política de paz, sino de guerra, fue demasiado escandaloso para un proceso de
paz que apenas se iniciaba; esta guerra tan agitada en donde hay de todo fue la
que sepultó el proceso de paz, es cierto el hecho de que si en el primer año,
1999 no se llegó a ningún acuerdo y predominó el desangre en toda la geografía
nacional es lógico que en los demás años no existía posibilidad alguna de
llegar a acuerdos, lo increíble de todo es que los actores que dialogaban en El
Caguán no hacían un balance de este desangre lo que significó la persistencia
de una insensibilidad clara frente al triunfo del proceso.
B. EL GRADO DE
VIOLENCIA DURANTE EL 2000
Con estos antecedentes, es lógico que el año 2000
sería peor para las posibilidades de la paz, los enormes operativos del
ejército cobijaban por primera vez la lucha frontal contra los paramilitares,
en julio fue capturado “terror” cabecilla del frente Nare de las AUC y en
agosto fue liberado el periodista Guillermo Cortés, este mismo mes fueron
destituidos seis oficiales por escándalos de corrupción; sin embargo, a finales
de agosto son asesinados seis niños de una escuela rural del municipio de
Pueblo Rico (Antioquia) en una acción equivocada del ejército que los confundió
con guerrilleros, la más destacada fue la Operación “Libertad” en el parque de
los farallones de Cali, la tercera brigada liberó 25 personas secuestradas por
el ELN en el kilómetro 18, en la vía Cali-Buenaventura, matando 13 guerrilleros
y capturando 25 . Otra operación de
importancia “Aniquilador II” en Sumapaz (Cundinamarca) en el mes de octubre,
dieron como resultado la destrucción de 18 campamentos, la muerte de “Dumar”
comandante del frente 55 y otros 18 guerrilleros más. En diciembre en
Santander, fueron aniquilados 73 guerrilleros de la columna móvil “Arturo
Ruiz”, capturados 139 y liberados 3 secuestrados.
La insurgencia armada desarrolló una operatividad muy
parecida a la del año anterior, a mediados de febrero, el ELN desató una oleada
de voladuras de torres de energía, en Tunjuelito al sur de Bogotá, en
Antioquia, Cali y barrancabermeja, fue bloquea la vía Medellín-Bogotá y otras
cinco más con un saldo de 2.000 retenidos y ocho vehículos incinerados. A principios de abril fue atacada la
población antioqueña de Vigía del Fuerte, en donde fueron asesinados 20
policías, también estallaron carro-bombas en Anapoima, Girardot y Cachipay, en
el mes de mayo Jorge Briceño dio a conocer la ley 002 sobre la tributación a
las FARC, en ella se estableció que todas aquellas personas naturales o
jurídicas que poseyeran un patrimonio superior al millón de dólares deberían
pagar un impuesto a las FARC, el 8 de mayo estalló una guerra entre
paramilitares y guerrilleros en la cárcel modelo que culminó en la muerte de 25
presos.
Los ataques a poblados y estaciones de policía fueron
constantes, de enero a julio 31 se contabilizaron 251 acciones con 140 policías
muertos, 180 heridos y 17 retenidos, se contabilizaron 48 muertes de civiles y
143 heridos, las tomas más cruentas fueron la de Vigía del Fuerte el 25 de
marzo por las FARC, con 36 muertos, 10 heridos y siete agentes retenidos, los
sectores aledaños a la estación derrumbados y las de el 15 de julio en
Roncesvalles (Tolima) donde fueron asesinados 13 policías por las FARC y
destruido el centro de la ciudad, el 29 de julio murieron 14 policías durante
la toma de Arboledas (Caldas) y vuelto añicos el centro del pueblo.
El 25 de
septiembre se sucede un secuestro masivo de personas por el ELN en la vía Cali
Buenaventura, en total fueron 90 ciudadanos, un número considerable; de todos los escándalos relacionados con la
operatividad de la guerrilla hay que destacar uno que fue en realidad ejecutado
por miembros de la extrema derecha y endilgado en una amplia actividad
propagandística a la guerrilla en una clara demostración de hasta donde son
capaces de llegar los enemigos de la paz, en la tercera semana de mayo a la
señora Elvia Cortés de Pachón de 53 años le fue colocado un collar bomba y
dejada a orillas de la carretera circunvalar de Chiquinquirá, el collar explotó
frente a la cámara de televisión y la responsabilidad del acto se la endilgaron
a las FARC, se demostró posteriormente que no fueron ellos. Los hechos de más envergadura en el dos mil,
ocurrieron durante la segunda semana de octubre en el municipio de Dabeiba en
Antioquia, en donde cuatrocientos guerrilleros destruyeron el centro de la
población, derribaron un helicóptero Blackhaw asesinando 22 militares, a su vez
en los mismos hechos emboscaron una compañía que llegó a prestar auxilio
aniquilando 32 miembros de la contraguerrilla, sin duda el golpe más grande al
ejército durante el gobierno de Pastrana en plena discusión sobre como llegar a
acuerdos de paz. También fue destruida la población de Bagadó en el Chocó,
donde fueron retenidos 32 pobladores.
Los paramilitares por su parte, además de asesinatos
selectivos y masacres, se dedicaron al sabotaje de los acuerdos de paz entre
el ELN y Pastrana, a finales de julio,
cuando se vislumbraban las posibilidades de un acuerdo las AUC desataron una
ofensiva sobre el sur de Bolívar, precisamente en los sitios donde se acordaría
una zona de despeje. El 24 de julio se
tomaron Vallecito, sitio de negociaciones entre Gabino jefe del ELN y el alto
comisionado para la paz; San Pablo, Cantagallo y Yondó fueron los pueblos
tomados por las AUC, precisamente los solicitados como zona de despeje. Durante la masacre de El Salado en Bolívar,
en el mes de febrero los paramilitares bailaron vallenato mientras asesinaban a
sus víctimas a machetazos en el parque del pueblo, allí mataron a una niña de seis
años y la asfixiaron con una bolsa después de amarrarla a una estaca. Pero
también las masacres se repitieron constantemente en el Putumayo como respuesta
al paro armado decretado por las FARC en octubre; el 29 de septiembre
ejecutaron una masacre de varias
personas en La Dorada, cerca de La Hormiga y fueron constantes los
linchamientos selectivos. El 22 de
noviembre en Ciénaga grande, asesinaron 50 personas, 13 de ellas en el
corregimiento de Nueva Venecia a la salida de la Iglesia; hubo masacres en el
Cauca en donde asesinaron en una de ellas a 11 personas; el último trimestre de
este año estremeció a la comunidad internacional por la crueldad de las
masacres y el número de víctimas provocadas por las AUC.
C. LA GUERRA EN
EL 2001
Si en el 2000 tampoco se llegó a ningún acuerdo, este año
sería crítico para el proceso de paz, el pasado de enfrentamiento rebosó la
copa, la crisis de credibilidad en las negociaciones se hizo notoria sobre todo
en el segundo semestre, aunque la crisis ya era clara desde finales del 2000,
en la revista semana de diciembre 25 del 2000, página 13 hay una página entera
contra la zona de distensión titulada “Master –FARC” haciendo alusión a una
prestigiosa tarjeta de crédito, se asemeja la zona como un área de delincuentes
y de impunidad, lo que abiertamente muestra la desconfianza con respecto a los
diálogos de paz.
Hubo grandes operaciones militares en el transcurso de
este año; La Operación “Gato negro”, cobijó los departamentos de Guainía,
Guaviare y Vichada y se desarrolló en el mes de marzo por la cuarta división,
en esta se localizaron y destruyeron 65 laboratorios y 32 campamentos, el
ejercito liquidó 14 guerrilleros y 65 más fueron capturados entre ellos
“Fernandinho”, el más importante capo del Brasil; entre mayo y junio se
desarrolló la operación “Bolívar” en el Magdalena Medio por la quinta brigada y
con ella se destruyeron 36 laboratorios y fueron liquidados 31 miembros de las
AUC, a principios de mayo fueron capturados 60 paramilitares acusados de la
masacre de El Naya, sitio ubicado entre los departamentos de Cauca y Nariño
durante la “Operación dignidad”; en agosto fueron capturados tres irlandeses
que supuestamente asesoraban a las FARC en el manejo y fabricación de
explosivos lo que generó otro escándalo entorno al proceso de paz; ese mismo
mes fue acribillado por el ejército Urías Cuellar jefe de las FARC. En
Mapiripán, Meta. A principios de junio
del 2001 los comandantes militares anunciaron su decisión de prepararse para la
guerra, el ministro de defensa Luis Fernando Ramírez fue el promotor de la
reestructuración de las Fuerzas Armadas y la reforzó el nuevo ministro Gustavo
Bell, no solo se manejan más amplios recursos, ocho billones de pesos, sino que
se anuncia la fortaleza de la inteligencia militar, nuevas unidades tácticas
como el FUDRA, fuerza de despliegue rápido, con 5.000 hombres, cuatro nuevas
brigadas móviles de 2.500 hombres, cada una, operaciones coordinadas entre la
fuerza aérea, la armada y el ejército, inmersión de civiles en la guerra, nueva
brigada fluvial, Brigada antinarcóticos de tres batallones más, helicópteros de
transporte que sumaban en total 126 en 1998 y 223 en 2001, 5 aviones fantasma,
nuevos helicópteros de combate que pasaron de 18 en 1998 a 30 en el 2001, más
fusiles Galil, que en 1998 eran 120.000 y en el 2001 180.000; es evidente que
este avance del armamentismo en medio de los diálogos de paz generó enormes
desconfianzas entre los miembros de la guerrilla sorprendidos porque en
realidad los hechos de paz planteados por el presidente eran realmente hechos
de guerra, producto de la estrategia de diálogo en medio de la guerra lo que
hizo de los diálogos del Caguán algo inoficioso condenado a perecer.
En el otro polo, el de la guerrilla, la operatividad
fue intensa; el 29 de diciembre del 2000 aniquilaron a Diego Turbay Cote
Presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, en la carretera entre Florencia
y Puerto Rico (Caquetá) acribillaron además a su madre y a los guardaespaldas,
un duro golpe al Partido Liberal en la región, por lo que la llegada del 2001
fue de amplia desconfianza; el 15 de enero estalló un carro-bomba en el Centro
comercial El Tesoro de Medellín que dejó como saldo un muerto y 53 heridos, no
fueron los guerrilleros, pero es prueba del grado de violencia con que recibió
Colombia el 2001. Los primeros días de
febrero el país se estremeció con una masacre en el parque nacional de El
Puracé; nueve excursionistas fueron fusilados por las FARC, ecologistas que
paseaban y que generó amplio repudio en la Capital de la República desde donde
se habían desplazado; la guerra se aceleró a principios de marzo en la Sierra
Nevada de Santa Martha, en donde los enfrentamientos guerrilla, militares y
paramilitares fueron constantes, en abril se conoció la toma del municipio de
Tarazá en Antioquia donde fueron quemados
20 establecimientos comerciales y asesinadas 20 personas; los carro-bombas
volvieron a estallar a mediados de mayo
en Cali con 36 heridos, en Medellín donde hubo 9 muertos y 137 heridos, también
en Bogotá, donde el saldo fue de 4 muertos y 37 heridos; Mayo fue el mes de los
carro-bmbas, seis en total en todo el país;
a finales de julio las FARC secuestran en el edificio Miraflores en
pleno centro de Neiva 15 personas que
según los medios de comunicación fueron trasladados a la zona de distensión y a
finales de septiembre fue asesinada Consuelo Araujo Noguera, exministra de
Pastrana en la Sierra Nevada de Santa Martha, otra destacada cacica de la Costa
Atlántica lo que generó antipatía con el proceso de paz y un enfrentamiento
agudo entre los congresistas y las FARC.
El mes más delicado fue octubre, sobre todo para el Putumayo en donde
las FARC decretaron un paro armado que se extendió hasta finales de mes; esto
paralizó todo el sur del país y completamente al departamento en mención donde
los alimentos escasearon y se incomunicaron los ciudadanos, estos métodos
fueron característicos en los dos últimos años de Pastrana; el control de la
guerrilla del sur del país fue violento y poderoso y fue uno de sus grandes
triunfos militares
Los atentados paramilitares fueron también una
constante; el atentado a Wilson Borja dirigente del CUT, fue la inauguración a principios de enero de
una ola de masacres. El asesinato de
líderes sindicales creció vertiginosamente durante el gobierno de Pastrana, en
1998 fueron asesinados 23, en 1999 12 y en el 2000 la cifra ascendió a 112;
hubo asesinatos selectivos que aterrorizaron la Universidad del Atlántico en
abril a finales del mismo mes la arremetida fue contra la zona de El Naya, en
límites entre Cauca y Nariño, con 40 muertos en un solo día y de 125 en varios
días; en esta región fueron utilizadas motosierras para amputar manos y abrir
estómagos, se lanzaban vivos a hombres desde precipicios, brindis colectivo con
champaña encima de los cadáveres y letreros en casas que afirmaban “llegaron
las AUC”. En otro pueblo del norte del Valle, los paramilitares llegaron a
bañarse con la sangre de sus víctimas, se sabe que se alcoholizan y danzan en
momentos de operaciones. A mediados de junio los emberá-katíos, indígenas de la sierra nevada de Santa Martha fueron
agredidos al ser desaparecido uno de sus líderes Kimy Pernía lo que provocó la
ira de comunidades indigenistas internacionales que se movilizaron con los
emberá en diversas manifestaciones, llegando incluso a desplazarse hasta el
frente paramilitar sin ningún resultado; el 11 de julio fue el pueblo de Peque
el que presenció la matanza de varios de sus pueblerinos a manos de las AUC,
el saqueo del Banco Agrario y de
tiendas. En los primeros diez días de
octubre fueron los buguenses los que presenciaron la más grande masacre de los
dos últimos años, 140 civiles muertos en diez días, regueros de cadáveres en
diversas veredas como Alaska, tres esquinas y La Habana, zona rural de Buga; el
mismo mes fue en Tumaco en donde 150 personas habían caído muertas por los
paramilitares en el transcurso del año, más de cuarenta en el solo mes de
octubre.
Nadie hizo nada para detener esta orgía de sangre que
lógicamente debilitó el proceso de paz, a finales del 2001 los días de la zona de
distensión ya estaban contados y tercamente el presidente y los comandantes de
la guerrilla insistían en mantenerla bajo una estrategia que siempre fue su
cuchillo en el abdomen y que solo fue propagandística, pero totalmente errada. D. El 2002
La antesala a la ruptura de los diálogos de paz fue
trágica, a finales de enero los operativos de la guerrilla se extendieron a
toda la geografía nacional: fueron
voladas torres de energía que dejaron el Meta sin luz, también cayeron torres y
puentes en Cundinamarca, Casanare, Antioquia, Tolima y Huila, en Usme y cinco
municipios más en las cercanías a Bogotá; fueron colocadas bombas en el
aeropuerto de Garzón (Huila), fue atacada la policía en Valle, Cauca, Chocó y
Curillo (Caquetá) y se atentó contra el sistema de Chingaza que abastece de
agua a la Capital, explotó una bicicleta bomba en el sur de Bogotá que dejó una
niña muerta y cuatro policías y muchos heridos.
El 20 de febrero del 2002 se produce la ruptura de los
diálogos de paz por el secuestro del avión HK 3951 por un comando del frente
Teófilo Forero en Neiva el cual llevaba al presidente de la comisión de paz del
Senado Jorge Eduardo Gechem Turbay y fue obligado a aterrizar en el municipio
de El Hobo, en el Huila, ese mismo día hubo atentados a puentes y destrucción
de infraestructura y con ello el Presidente en un discurso televisivo dio por
terminados los diálogos del Caguán, subsecuentemente vino la operación Tanatos
del ejército para recuperar la zona de distensión donde murieron 119
guerrilleros, se capturaron 181 y se desmanrtelaron75 campamentos; el país
lógicamente creyó que el transitó de la paz a la guerra era un hecho, lo que
desmentimos en todo lo que hemos repasado en el presente ensayo, el lector
puede vislumbrar atentados de la guerrilla mucho más complejos que el simple
secuestro de un avión.
Hay que decir que luego de la operación Tanatos la
guerra en Colombia no ha tenido más envergadura que la que tuvo antes, dos
grandes operativos del ejército el “Juán del Corral” en Sonsón (Antioquia)
donde aniquilaron 18 miembros de las AUC y 11 capturados y “Justiciero” en
Oporapa (Huila) donde se aniquilaron 32 guerrilleros y se capturaron 13.
Las FARC respondieron en las ciudades, en
Villavicencio, Bogotá y Cali explotaron bombas que dejaron varias decenas de
muertos, el acto del cadáver bomba que estalló en Bogotá es una muestra de la
inhumanidad a que conlleva la polarización en la guerra y la más osada y
burlesca fue el secuestro de 11 diputados de la asamblea del valle en pleno
centro de Cali por guerrilleros disfrazados de soldados, el operativo fue
filmado por la televisión y recorrió el mundo; el 2 de mayo del 2002 en
combates entre paramilitares y FARC se produce una masacre en Bojayá (o
Bellavista) en el Chocó, cuando una pipeta de gas destruyó la Iglesia en donde
se refugiaban numerosas personas que huían de los combates, 117 muertos, 47
niños y 114 heridos, comparable solo con la matanza de Buga; a finales de mayo
la comunidad internacional conoce los enfrentamientos entre guerrilla y
ejército en la zona centro-occidental de Medellín, la Operación Mariscal contra milicias guerrilleras colocó a la
sociedad civil en el fuego cruzado lo que dejó como resultado 9 muertos y 35
heridos; desde el mes de junio, específicamente el día 5 el asesinato de el
Alcalde de La Solita (caquetá) Luis Carlos Caro, fue el inicio de una inmensa operación en la que las
FARC amenazaron a toda la clase política del país y sus funcionarios, se vieron
afectados 200 municipios en forma directa, las FARC cumplieron sus amenazas ya
que han caído muchos dirigentes locales; ello revivió el viejo método de las
recompensas característico de los gobiernos liberales anteriores, esta vez en
mayor cuantía, 2 millones de dólares por cada miembro del Estado mayor.
Ha sido la clase política la más perjudicada desde el
fin de los acuerdos de El Caguán, la operatividad guerrillera enfiló sus
baterías a secuestrar y dar de baja funcionarios y representantes del poder
local y regional, lo que ha desintegrado la vida normal de muchos municipios
del país en otro claro triunfo militar de la guerrilla. Sobra advertir de nuevo
que este es solo un resumen de los actos más violentos que se presentaron, las
tomas de poblaciones son más numerosas, también las masacres y las operaciones del
ejército, pero creo que con esto basta para demostrar que la política de paz de
Pastrana fue una política de guerra desde sus inicios y por lógica ese
imaginario sobre la zona de distensión sale de la mentalidad del lector en el
momento de leer este ensayo, ello
refuerza la idea de luchar por una negociación política basada en un nuevo
esquema que definitivamente desvirtúe la guerra; las treguas bilaterales son la
opción más eficiente para crear espacios de diálogo mediatizados por un plan de
paz que obtengan resultados.
Algo que tenemos que tener muy presente, es que toda
esta cantidad de operativos de los diversos actores generaron muchos momentos
de conmoción nacional e internacional que provocaron inconformidades muy
grandes frente al proceso de paz; los más descabellados asesinatos que dieron
lugar a las enormes marchas de protesta; las más atroces masacres que generaron
terror y miedo en mucha población desplazada; los atentados a la
infraestructura nacional que aislaron bastantes pobladores y las operaciones
militares que también aterran y causan pánico, moldearon una conciencia
despectiva frente al proceso de paz que fue canalizada por los enemigos de una
salida negociada que finalmente se apoderaron del Estado y terminaron
controlando la forma y el sentido de las propuestas para el conflicto armado,
basadas lógicamente en una propuesta militarista. En cada acto de los actores de la guerra
presenciamos unos medios de comunicación que afanosamente se dedicaron a crear
una actitud de desconfianza frente al proceso, lógicamente movidos por los
intereses de sus propietarios alineados en la mentalidad de la extrema derecha
que buscaba desprestigiar el proceso; la contribución de los medios de
comunicación a la salida negociada fue nula, se preocuparon fundamentalmente
por los hechos de guerra, cubrir los grandes operativos, pero en sus objetivos
invisibles se notó claramente una actitud en contra del proceso de paz.
1. LOS OBSTACULOS AL PROCESO DE PAZ
A.
EL PRINCIPIO GAVIRISTA DE NEGOCIAR
EN MEDIO DE LA GUERRA
Estos objetivos del presidente Pastrana retóricamente
son de mucha trascendencia para afrontar un proceso de paz, pero se dificulta
seriamente realizarlos cuando no se tiene claro el fundamento conceptual del
proyecto de construir la paz. A mi juicio
el priorizar los HECHOS DE PAZ antes que la retórica sobre la paz, llevo a una
estrategia limitada en cuanto a definición teórica que culminó apoyándose en
viejos principios liberales de la época de Gaviria que terminaron convirtiendo
el proceso en un desastre. En su tiempo,
advertí que la política de dialogar en medio de la guerra era la piedra en el
zapato de la búsqueda de la paz;
imaginémonos dos individuos dándose golpes en un parque prometiendo a la
vez hablar sobre como parar la pelea,
lanzándose fuertes golpes que revientan sus caras, no pararan de darse,
sencillamente eso fue lo que ocurrió con la política de paz, mientras se
dialogaba los operativos del ejercito mataban comandantes de las FARC y del
ELN, decenas de guerrilleros caían en combates o las masacres paramilitares
asesinaban habitantes de sus zonas de influencia y a su vez los operativos de
las guerrillas mataban decenas de policías, dejaban bastas regiones sin luz o
tumbaban puentes y castigaban con dureza la clase política: ajusticiamientos o secuestros. Esto que describo es poco, pero es suficiente
para entender la miopía del Presidente para planificar su política de paz,
recalco que hacer no basta, hay que planificar como hacer para lograr una
solución exitosa. Algunas revistas
señalan que de lo que se trató con ello fue de imitar el modelo de negociación
entre vietnamitas y norteamericanos durante la guerra, una relación
invasor-invadido no es igual a una relación explotador-explotado y el modelo de
negociación tenía que ser otro.
Esta estrategia gavirista da a entender que ambos
polos no estaban en disposición real de solucionar el conflicto armado
colombiano, sino de utilizar un momento de esparcimiento y tranquilidad para
hacerse más fuertes y en segundo lugar distraer una opinión pública que
esperanzada en la paz, se aburrió de treinta y cinco años de guerra, había que
crear un imaginario colectivo que no desesperara a una sociedad indiferente que
definitivamente no toma partido por ninguno de los dos polos; el crecimiento de
los frentes guerrilleros durante el cuatrenio de Pastrana fue del 100%, igual
el de las tropas gubernamentales, mientras que el número de efectivos
paramilitares fue del 300%, la cantidad de armas tuvo idénticas condiciones de
crecimiento, el número de muertos en masacres y asesinatos selectivos fue mayor
que en los dos cuatrenios anteriores, ello prueba que el principio “si quieres
la paz, prepárate para la guerra” propio de la época de la guerra fría, aún
determina la mentalidad de los actores del conflicto y da a entender que todos
creen en su propia victoria militar, lo que hace más compleja la solución del
problema.
B. EL PRINCIPIO
BELISARISTA DE CONCEBIR LA PAZ COMO UNA ESTRATEGIA PARA DESLEGITIMAR AL
ADVERSARIO
El discurso del presidente Pastrana el 20 de febrero
del 2002, para anunciar el fin de la zona de distensión y los diálogos con las
FARC, expresa en uno de sus apartes las verdaderas intenciones del gobernante
con el impulso de las conversaciones: dejar
en claro que los guerrilleros no quieren la paz, que son simples terroristas
sin ningún objetivo político para rescatar la credibilidad en el Estado de
derecho y en sus instituciones, palabras casi parecidas al discurso pronunciado
por el expresidente Belisario Betancur al finalizar su mandato y con las cuales
justificaba los acuerdos de La Uribe.
Esta declaración de Pastrana expresa claramente la
intención de las elites gobernates colombianas de manipular el lenguaje de la
paz no con intenciones honestas sino con la clara meta de imponerse sobre su
contrincante y es un ejemplo para los analistas de que difícilmente un país con
un mandatario que piense desde estas intenciones puede sacar adelante un
proceso. Y es que el manoseo psíquico que la dupla medios de comunicación-gobierno
desplegaron sobre el ciudadano fue notable y se palpó en la misma
caracterización que desplegaron de la zona de distensión, la cual tildaron como
un antro delincuencial desde donde se planificaba y organizaba toda la
actividad militar de la guerrilla: desde
el entrenamiento de tropas para atacar poblaciones cercanas, un escondite ante
el acoso del ejército, sitio para guardar secuestrados, centro de negocios del
narcotráfico, sitio de recepción de armas, área de procesamiento de drogas,
etc. Es claro palpar en las lecturas que
se hacen en las revistas y periódicos la intención de desplegar un malestar
hacia la zona a través de los más
diversos ardides como endilgar el traslado de los secuestrados del edificio de
miraflores en Neiva hacia ella, acusar los guerrilleros que se tomaban las
poblaciones cercanas a los limites de las zonas de haber partido de allí entre
otras.
Es que una de las grandes confusiones que surgieron
con la política de negociar en medio de la guerra, era precisamente la de no
entender como las FARC no podían planear la guerra en la que estaban desde el
sitio de asentamiento de los comandantes miembros del Estado Mayor, puesto que
queda claro que ejércitos como estos tienen mandos nacionales que orientan los
operativos militares; la falta de organización de un proceso de paz adecuado
llevó al proyecto de Pastrana a contradicciones tan grandes como la de tener
que negociar con un Estado Mayor que debía organizar la guerra y la paz al
mismo tiempo o de unos mandatarios nacionales que a la vez que eran voceros de
la paz, tenían que determinar acciones de guerra y lo claro para el caso
colombiano es que es indispensable construir procesos definidos o por la paz o
por la guerra. La presión de los altos
mandos militares y de los paramilitares sobre la zona de distensión también fue
constante, no solo se desplegaron tropas de estos dos actores enemigos de la
guerrilla sino que desde sus entrevistas y discursos se notó el enorme interés
en dar por finalizada la zona de distensión, lo que dejó claro que faltó aún
dentro del propio establecimiento identidad con el proceso.
En los próximos experimentos, queda claro entonces que
se hace plenamente necesaria una actitud transparente frente a la paz o lo que
llamamos diálogos honestos sin intensiones ocultas que permitan resultados más
eficaces, este es quizá el elemento de mayor trascendencia. En este proceso se notaron visiones que
partieron del criterio de que era necesario liquidar la zona de distensión,
arremeter en la guerra para obligar en la derrota militar de la guerrilla a
negociar la paz bajo las condiciones del gobierno, posición que a mi juicio
sirvió para desmotivar a buena parte de la opinión pública que se formó una
idea ilusoria de que era posible la derrota de la guerrilla, demostrándose con los
hechos posteriores al veinte de febrero que esta visión es falsa y peligrosa
por que a diferencia de la guerrilla peruana de Sendero Luminoso, la capacidad
militar de la insurgencia y la base social de apoyo la hacen invencible; solo
queda querámoslo o no iniciar otro proceso más organizado, coherente y
planificado, no pre-planeado para arreciar contra el oponente y deslegitimarlo
sino para entablar negociaciones reales que permitan llegar a una solución
efectiva, para ello es necesario que pasen los años, la guerra y los políticos,
ya que una de las grandes falencias en Colombia para lograr la paz es que no
existe una clase dirigente preparada para hacer de la paz una realidad, con los
años la crisis de credibilidad, el empobrecimiento de los ciudadanos y la
crisis económica que se avecina terminará convenciendo a elector de apoyar
otros líderes, de renovar la clase política por dirigentes capaces, porque
estos, los que tenemos ahora nos han llevado al colapso, como llevó al
despeñadero el Peronismo y la Unión Cívica Radical a los argentinos, quienes
hoy comiendo muchos de ellos rata, gato, perros, sapos y viviendo de las
basuras añoran no haber enfrentado en la década del noventa esa casta
neoliberal corrupta, despilfarradora y depredadora del erario público y
endeudadora que los subdesarrolló; en nada se diferencia la clase política de
hoy en Colombia a esta casta apátrida argentina, por ello es difícil que en los
próximos diez años se reviva la discusión sobre la paz en Colombia, vuelvo y
recalco mientras no haya relevo generacional de los políticos corruptos de hoy,
por verdaderos dirigentes.
¿Perdieron las FARC-EP con la estrategia de Pastrana?
Yo creo que sí, una de las más fuertes influencias de la población antes de los
diálogos de paz se encontraba en los cinco municipios de la zona de despeje, a
San Vicente del Caguán se le denominaba
el santuario de las FARC, Pastrana y la cúpula militar estaban enterados que
había que aislar políticamente a la insurgencia de su base social y utilizaron
el proceso de paz para ello, de eso no se dieron cuenta las FARC, que vieron
como por primera vez un presidente de la república visitaba un municipio de
influencia guerrillera, andaba por sus calle y amanecía en el, como izaba el
pabellón nacional en el Batallón Cazadores y como en un acto masivo en las
propias barbas de las FARC, celebraba una supuesta derrota política con un
pueblo que antes del 9 de enero de 1999 le pertenecía políticamente a la
guerrilla, hubo claras intensiones del Gobierno de desbaratar a través de los
diálogos, una simpatía que desde 1987 cuando se presentó la peor masacre de
soldados por el frente 14, se había convertido en la mejor de las influencias
de su opositor armado para mantener una hegemonía sobre la zona, que
resquebrajó sin lugar a dudas con los procesos de paz.
C. EL
CANJE: GUERRILLA SIN TITULO DE
BELIGERANCIA
El punto de mayor discusión fue el canje de
guerrilleros por soldados, desde los inicios del gobierno de Pastrana se
contempló esa posibilidad y aún hasta el final, incluyendo el último día, ya
tarde, Pastrana planteó la posibilidad de unas negociaciones entorno a los
prisioneros de guerra de uno u otro bando, uno de los grandes anhelos para su
despedida fue conseguir la liberación de todos los retenidos, iniciativa tomada
fuera de los límites del tiempo más con intereses publicitarios.
El mes de septiembre de 1998 fue de amplia discusión y
ella se inició con fundamento la segunda quincena de enero de 1999 luego de
firmados los pactos de El Caguán y el inicio de la zona de distensión., siempre
se presentaron excusas para boicotear la idea de un intercambio humanitario,
cuyo antecedente más inmediato fue el de la liberación en la década del noventa
de integrantes del grupo JEGA presos, como condición para liberar al hermano
del expresidente César Gaviria Trujillo, secuestrado por este grupo armado.
Otras entregas unilaterales de prisioneros de guerra fueron hechas por las FARC
durante el gobierno de Samper en acto público Joaquín Gómez entregó policías
hechos prisioneros durante la toma de la base de Las Delicias en el Meta y a
principios de enero del 2001 el ELN liberó 42 soldados y policías en gesto de
buena voluntad sin retribución de preso suyo alguno y para presionar una
Convención Nacional como parte de los procesos de diálogo; a principios de julio del 2001 se presentó el
único hecho de canje que se conoció durante esta administración y fue la
entrega de 304 policías a cambio de 15 guerrilleros en La Macarena con la
presencia de miembros de la comunidad internacional: Irán, Irak, Libia y Cuba.
La discusión sobre el Canje fue amplia y ardua y fue
la guerrilla quien más puso en este empeño como lo demuestra el intercambio tan
desigual, por cada guerrillero 20 militares.
La actitud del gobierno estuvo salpicada de desconfianzas sobre todo
ante la posibilidad de entregarle estatus de beligerancia a la guerrilla que
ante la comunidad internacional tiene algunas implicaciones; para luchar contra
el canje los gobernantes esgrimieron impedimentos jurídicos que partían del supuesto
de que este no era posible ya que no estaba contemplado en la constitución
nacional, también argumentos políticos que partieron de considerarlo como una
humillación a los guerrilleros y un declive del Estado de derecho; lo cierto
del caso, es que si existían herramientas para el intercambio, como la reforma
de la ley, aquí el actor fundamental sería el Congreso, pero la ineptitud de
este y las contradicciones con la guerrilla por su mayoritaria composición de
miembros de la extrema derecha hicieron imposible la aprobación de una ley de
canje; la otra la de considerar a los capturados como prisioneros de guerra es
reconocida por la comunidad internacional ya que los prisioneros de guerra se
pueden canjear; la aplicación de las
normas del derecho internacional humanitario, el cual contempla en el artículo
3 el intercambio de personas privadas de la libertad sin necesidad de reconocer
la beligerancia de la insurgencia,; igualmente el presidente puede ser
facultado como una adición a la Constitución para canjear personas retenidas
por opositores armados; el derecho de gracia es otro instrumento, supone que
haya una reforma constitucional y se le reconozca el derecho al presidente de
extinguir acciones penales contra insurgentes, reconociéndosele el carácter político
a estos; igualmente el indulto contemplado en nuestra constitución, en la ley
418 en su artículo 50; se autoriza la reincorporación de opositores armados
mediante la ley 137 que regula los estados de excepción, decretando el estado
de conmoción interior o expedir una ley especial para modificar los códigos
penales.
Se impuso sin lugar a dudas el criterio político y la
falta de una voluntad real para hacer que aquellos ciudadanos víctimas de la
guerra gozasen de la libertad; ello prueba que más que una paz honesta lo que
se trató con los diálogos del Caguán fue de oxigenar las fuerzas en conflicto y
buscar a través de los juegos y estrategias políticas imponerse sobre el
opositor, lo que perjudica una salida transparente y justa al conflicto armado colombiano. Ni en El Salvador, ni en Guatemala, ni aun en
Nicaragua donde las contradicciones entre los oponentes eran más hondas, se vio
tanto maniqueismo como el que presenciamos en los pasados diálogos de paz. También anti-humanismo, el 18 de diciembre
del 201 murió el niño Andrés Felipe Pérez de una enfermedad terminal, hijo del
Cabo Norberto Pérez, muerto en abril del 2002, su hijo quería verlo por última
vez y la propuesta de su liberación debió haber sido aceptada por la guerrilla
que se negó a ello en una expresión de salvajismo, el mismo que manifestó el
gobierno al no considerar una propuesta de las FARC de intercambiar al cabo por
un guerrillero, la crueldad también se expresó en un gobierno que se negó a que
un guerrillero viera su padre, también enfermo terminal.
D. EL
OPORTUNISMO DEL TIO SAM Y LA CRISIS DE LA POLITICA DE PAZ
Los hechos del 11 de septiembre del 2001 en los cuales
militantes Talibanes derrumbaron las dos torres gemelas influyó muy ampliamente
en la crisis de la política de paz, es más, podemos afirmar que allí se inicia
una etapa de declive debido en esencia al vuelco radical, de 360 grados de la
política exterior norteamericana, basada desde allí en la lucha a todos los
niveles contra lo que los gringos llamaron “terrorismo internacional” definido
como la confrontación de todos aquellos agentes enemigos a cualquier nivel de
los Estados Unidos. Se revivieron los
viejos principios de la guerra fría que consideraba a cualquier oponente del
Tío Sam como un agente de subversión que hay que aniquilar debido a que atenta
contra la seguridad interna de los Estados Unidos; los guerrilleros colombianos
fueron señalados como terroristas y empezó la lucha contra ellos que partió
desde el inicio de la congelación de sus finanzas en el exterior, las
solicitudes de extradición, la expulsión de países aliados de los Estados
Unidos de embajadores de la insurgencia, el diseño de listas internacionales
donde aparecen recompensas por sus líderes, así como el desvío de cantidades
enormes de dólares para la inversión en el Plan Colombia, que significó el
fortalecimiento de las fuerzas armadas internas, más helicópteros, armamentos,
hombres y presupuesto y una mínima inversión en asistencia social a las zonas
de conflicto con la intención de ganarse a la sociedad civil y aislar a la
guerrilla, al viejo estilo del Plan de Rehabilitación de Belisario Betancurt o
el Plan de Lucha contra la Pobreza Absoluta de Virgilio Barco.
Igualmente se niega de plano el estatus político de
los guerrilleros y se les asume como narcotraficantes y en su lenguaje más
común como narcoterroristas, negando de plano inclusive su carácter de
subversivos, osea hombres rebelados contra un orden político. Es lógico que la nueva concepción de la
guerra de George W. Bush, debilitó
profundamente el proceso de paz, ya que se notó en la clase política, los
militares y el Presidente una motivación hacia la guerra con posibilidades,
para ellos de triunfo por el optimismo que implica tener el apoyo de
prácticamente todo el mundo; la posibilidad de ver acorralada a la guerrilla
llevó al presidente a recordarles que no tendrían morada en ninguna parte del
mundo con la creencia segura de un triunfo militar rápido, es por ello que el
discurso guerrerista de Alvaro Uribe Vélez se impone arrolladoramente. La nueva situación internacional motiva a la
clase política a rebelarse contra la guerrilla y a no apoyar ningún tipo de
reforma propuesta y a los militares a desarrollar operativos amplios para demostrar
poder arrollador frente al gobierno norteamericano, su ejemplo más patético fue la Operación
TANATOS. Sobra advertir que este factor
internacional no es el único, se conjugan otros que tienen que ver son situaciones
internas que más adelante desarrollaremos.
E. LA CRISIS
DE LOS DERECHOS HUMANOS
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos
Humanos en su último reporte contempla un conjunto de cifras importantes con
respecto a la situación de los derechos humanos en Colombia; en el transcurso
del gobierno del presidente Pastrana Las masacres crecieron ampliamente, de 203
en 1998 a 258 en 1999, 503 en el 2000 y 633 en el 2001, lo que demuestra la
delicada situación de un país en el cual la retórica en Derechos Humanos es ya
exagerada, decenas de ONGs luchando por los derechos, enriqueciéndose muchas de
ellas con las ayudas internacionales y los exabruptos contratos que les otorga
el clientelismo y la politiquería regional sin resultados algunos; oficinas
ineptas como la Procuraduría y Defensoría del Pueblo contaminadas de politiquería
dedicadas a solucionar cosas insignificantes mientras los grupos paramilitares
asesinan sin compasión.
Las actitudes inhumanas de los actores del conflicto
armado más que indignas es una clara muestra de la demagogia que practican
cuando hablan del derecho internacional humanitario; hemos visto collar bomba que destroza la nuca
y vuela en mil pedazos a una campesina como Elvia Cortés desconocedora de la
guerra, operación publicitaria de grupos paramilitares de extrema derecha
colombiana para atacar el proceso de paz; el asesinato de seis niños en Pueblo
Rico (Antioquia) por el ejército confundidos con guerrilleros o los muertos
inocentes de la Operación TANATOS que tanto enorgulleció a Pastrana;
paramilitares que beben la sangre de los campesinos que ejecutan y lo hacen
públicamente, matan con motosierras, destrozando manos y estómagos o celebran
con champaña sobre los cuerpos de sus víctimas o se bañan públicamente con la
sangre de quienes han ejecutado o pican a machetazos y vivos a sus objetivos
militares; guerrilleros que se contagian de esta barbarie característica de la
extrema derecha y arman cadáveres bombas como lo hicieron en Bogotá, lanzan
pipetas de gas sobre iglesias donde hay civiles que huyen de la guerra
(Bojayá), matan extranjeros indigenistas, excursionistas fusilados
colectivamente o secuestran niños y ancianos.
Cuando la violencia se contagia de crueldad los
actores se deslegitiman y la única salida para que triunfe su proyecto es
obligar a través de la muerte a imponerlo, es lo que sucede con la violencia de
los actores armados colombianos y es por ello que los procesos de paz también
fracasan ya que los actores no gozan de credibilidad ante la opinión
pública. La entrada triunfal del
comandante Marcos en México ovacionado por el 80% de los mejicanos el 11 de
marzo del 2001, es una prueba contundente que el objetivo de la guerra no es
matar por matar, sino buscar a través de los medios menos crueles demostrar que
el proyecto político de un actor es el más humano y el mejor para la sociedad;
cuando los métodos de la guerrilla se confunden con los de su oponente, es
lógico que se asemeja más a el y desaparece su característica de contrario; que
la crueldad la practiquen las derechas no es raro, por eso se luchan contra
ellas, no solo por construir tiranías sino por defenderlas con la barbarie más
sanguinaria, como lo hicieron en la época de la guerra fría en toda América
latina, pero que la practiquen grupos identificados con la simbología
ideológica de la izquierda si es preocupante ya que ello le da un norte
diferente a lo que se quiere construir, precisamente más parecido a de las
tiranías derechistas.
El informe señala además que en 1999 fueron asesinadas
por motivos políticos 2062 personas, en el año 2000, 3406 y en el año 2001,
3.366, un aumento continuo de crímenes políticos que nos dan la razón al
afirmar que la política de paz de Pastrana fue diseñada para hacer la guerra y
no para construir la paz. El aumento de
los homicidios por limpieza social que solo en 2001 quitaron la vida a 773
personas fue otra situación preocupante igual que las desapariciones forzadas
que según el informe pasaron de ser 443 en 1999, en el 2000, 732 y en el 2001,
735 cifras que denotan un auge acelerado de la violación de los derechos
humanos; solo en el 2001 fueron amenazadas 300.000 personas en Colombia y lo
más preocupante es el aumento desmesurado de los atentados contra sindicalistas
60 en el primer semestre del 2002. Es
lógico que unas cifras como las que apreciamos tienen serias incidencias en una
discusión sobre la paz, porque los
diálogos no solo los afecta el conflicto armado sino también las políticas del
Estado para defender a sus opositores y los enormes escándalos relacionados con
los vínculos de agentes estatales en la muerte de sindicalistas y opositores
civilistas , como el de los generales Rito Alejo del Río o Uscátegui o la
participación de policías en el atentado contra Wilson Borja, lider de la CUT
o la enorme impunidad, bastan para considerar a los
gobernantes como enemigos de la paz y retirarles cualquier respaldo.
Las cifras presentadas por la revista semana en su
edición del 6 de mayo del 2002 son mayores, en 1998, 3.403 homicidios
políticos, en 1999, 3.913, en el 2000, 6.710 y en el 2001, 5.176, la violencia
general tuvo un comportamiento ascendente, el total de muertes violentas fue en
1998, 23.096, en 1999, 24.358, en el 2000, 26.522 y en el 2001, 27.841; el
rasgo común fue la impunidad en promedio solo se encontraron los asesinos del
3%, paradójicamente la justicia y seguridad absorbe el 14% del presupuesto
nacional.
La forma como actúan los frentes paramilitares sin
oponente serio alguno desde el Estado da pie para entender que en materia de
solución al conflicto colombiano pesan más las actitudes de guerra que las de
paz, por ello Pastrana fracasó, por su bajo interés en enfrentar una extrema
derecha agresiva que quiere convertir al opositor en el satanás que puede ser aniquilado sin compasión y
extender este antivalor en la sociedad civil.
La clara experiencia del aniquilamiento de la Unión Patriótica ni
siquiera le sirvió al gobierno de Pastrana para entender que antes que nada es
importante garantizar la vida del polo opositor que trabaja sin armas ya que si
no lo hacen los guerrilleros se ven en la situación de que el diálogo es
imposible cuando no se garantiza mínimamente la vida y entiende que la
desmovilización es un caballo de troya que busca en esencia desarmarlo para ser
ejecutado durante el disfrute de su vida civil como pasó con amnistiados del
M-19, el EPL, la Corriente de Renovación Socialista o Guadalupe Salcedo; la
discusión sobre la paz en una sociedad en la cual el Estado no garantiza el
derecho a la vida es superflua y sin resultados, por el temor que suscitan los
escuadrones de la muerte operando a su antojo y en muchos casos con la
complacencia de los gobernantes en pueblos y ciudades.
Nunca antes en la historia del conflicto armado se
habían presentado grados de desplazamiento tan enormes, se calculan en 308.000
en 1998, año del proceso de paz, 288.000 en 1999, 317.375 en el 2000 y 341.925
en el 2001 (estas cifras las publicó El
Tiempo el 13 de febrero del 2002, página 1-2) pero es evidente que son más, se
habla de un millón de desplazados por el conflicto armado y el mayor número
desde la época de los acuerdos de la Uribe se presentaron bajo la
administración Pastrana; esta enorme cantidad de compatriotas desplazados y
desatendidos ha disparado los índices de miseria, que representó bajo este
gobierno la cifra más alta.
F. POLITICA ECONOMICA Y SOCIAL
Más que cualquier otro factor, la forma como fue
conducida la Economía y su impacto social influyó con mucha severidad en la
ruptura de los acuerdos de paz. La
disminución de la tasa de inflación y la recuperación del sector financiero,
los dos grandes triunfos del gobierno Pastranista concuerda con el aumento
descabellado de la miseria entre los colombianos y del endeudamiento
externo; buena parte de la estabilidad
económica que se notó durante la administración se debe en cierta medida a los
8.000 millones de dólares nuevos que entraron a hacer parte de la deuda
externa, el endeudamiento creciente en los departamentos con las subsecuentes
secuelas para el futuro económico y por otro lado a la recuperación de los
precios del Petróleo, producto primario de exportación que en gran medida salvó
las finanzas estatales; el escándalo
sobre corrupción que estalló a principios de enero del 2000 producto del informe de la Comisión de
la Verdad que investigó el problema y que dio a conocer el robo de 7.2 billones
de pesos en la década del noventa en las más diversas instituciones estatales,
para nada sirvió porque en el último semestre del gobierno de Pastrana el Banco
Mundial en su informe anual dio a conocer que en Colombia se robaron en el 2001
un billón de pesos, con lo que se concluye que muy probablemente hacia el
futuro los escándalos de corrupción durante la administración Pastrana y
producto de las investigaciones serán mayores; las reformas tributarias
inundaron a los ciudadanos de impuestos, el IVA llegó al 16%, si instituyó el 2
por mil y con ello la intensión del gobierno de reprimir más el ingreso del
ciudadano. Más ajuste fiscal con mayor
pobreza puesto que la ineficiencia más fuerte de esta administración se observó en la baja inversión social,
jutificada en la recuperación del eje cafetero sacudido por un terremoto en
enero de 1999. Una reforma tributaria
por año a excepción de la fracasada en el 2001 porque la gente no aguantaba más
impuestos, desmejoró la imagen de Pastrana, en momentos en los cuales la
búsqueda de un proceso de Paz requería abandonar esa vieja teoría burguesa del
crecimiento de que un país se desarrolla cuando crece el Producto Interno Bruto
y reemplazarla por el principio humano del presidente Hugo Chavez de que un
país se desarrolla cuando hay menos gentes sufriendo.
Y es que fue el sufrimiento de la mayoría de la
población Colombiana lo que en verdad no convenció ni a la opinión pública por
lo escalofriante del avance de la desigualdad social y de las relaciones de
Apartheid social en Colombia durante el cuatrenio de Andrés Pastrana. En el ejemplar de mayo 6 del 2002 de la
revista Semana se presenta un objetivo balance de los resultados del gobierno
en materia social; hasta antes de
iniciado el gobierno la línea de pobreza se ubicaba en el 39%, en 1999 en el
49% y en el 2002 en el 64%, 27 millones de pobres en el momento de rotos los
acuerdos de paz, 9.6 millones indigentes, cifra escandalosa que evidencia que
el gobierno exigió hechos de paz, pero su política social fue de hechos de
pobreza; la pobreza desatada por el desplazamiento presentó en muchos casos una
población africanizada sin posibilidades alimentarias y abandonada, un mayor
número de niños en primaria y secundaria abandonando sus estudios, solo entre
el 200 y el 2001, el 20%de los niños se
quedaron sin asistir a la escuela y 500.000 jóvenes abandonaron sus estudios de
secundaria, el porcentaje de aumento de la desnutrición crónica de niños
menores de 5 años ascendió al 19.5%, Juán Luis Londoño en ese mismo ejemplar de
la revista señala que el 7 de agosto del 2002 habían 3.3 millones de
desempleados, el doble que en los inicios del gobierno, 2.3 millones de
muchachos por fuera de las escuelas, 400.000 más que al inicio del mandato, el
ingreso percápita de los habitantes retrocedió 10 años, el mismo de 1992, menos
inversión percápita de las empresas, 509.208 colombianos se fueron del país
desde 1998, con 20.000 millones de dólares de riqueza; el presupuesto general de gastos de la nación
para el 2001 nos dice que los pagos para el servicio de la deuda, esto es de
los intereses absorben el 37% y el de seguridad y justicia el 13%, entre ambos
se gasta la mitad del presupuesto nacional, mientras el gasto social representa
el 10%, ello demuestra que en ningún momento se quisieron cambiar las reglas
del juego de décadas anteriores, es decir que la mayor parte del presupuesto
social no lo absorbieron las comunidades, ello también aceleró la crisis de la
política de paz.
El periódico El Tiempo, en su edición del 4 de agosto
del 2002 presentó sus propias cifras;
según ellos faltó la reforma política que no se hizo, para mí hecho
clave en una negociación de paz, continuaron los mismos vicios clientelistas y
politiqueros y es más empeoraron con el escándalo para las elecciones a Senado
en Marzo del 2002, cuando se dictó orden de captura a 30 jueces por borrar
votos y colocárselos a candidatos de sus preferencias y los Senadores solo
pudieron posesionarse el 6 de agosto, hubo fraude electoral en uno de los
peores escándalos de la vida política del país; dice el periódico que en las
oficinas de la justicia reposan 1.500.000 procesos sin resolver, no hubo
cobertura de salud como se prometió ya que al finalizar su mandato casi
19.000.000 de colombianos carecen del servicio, se cerraron hospitales, como el
infantil “Lorenzita Villegas”, el “San Juan de Dios” y el Hospital
Universitario de Cartagena, se redujeron las tasas de cobertura en vacunación y
el tema de la niñez no fue de prioridad, las tasa de cobertura en educación
crecieron en porcentajes muy bajos, del 4%, la universidad pública fue copada
por gentes de estrato 3 al 5, con baja presencia de las gentes más pobres, solo el 9%, los créditos del ICETEX
beneficiaron a los ricos, aumentaron los impuestos, creció el IVA y la
sobretasa a la gasolina aumentó al 20%, se creó el 2 por mil, que en el 2000
fue del 3 por mil, el desempleo afloró y también el subempleo que subió a 6.9
millones de colombianos.
Esta realidad catastrófica para cualquier componenda
entorno al conflicto armado, demuestra que más allá de los discursos sobre la
paz, es necesaria una práctica que cree un ambiente de distensión y
ateniéndonos a los principios de la guerrilla es claro que hay que gobernar
para la paz, buscando fortalecer la inversión social, esa es una condición que
ponen los alzados en armas, a mi juicio razonable.
5. LA CRISIS DE
DOS ESQUEMAS EN UNA POLITICA DE PAZ
La política de paz de Andrés Pastrana trabajó con dos
esquemas diferentes ninguno de los cuales dio resultados: El proceso con el ELN fue diferente al
proceso con las FARC y las actitudes del gobierno frente ha ambos grupos
armados fue disímil en la medida en que ambos representan proyectos de
negociación diferentes.
A. EL PROCESO
CON LAS FARC: VIDA Y MUERTE DE LA ZONA
DE DISTENSION
El lapso que media entre el 7 de enero de 1999 día en
el cual se terminaron las mesas de diálogo y el 20 de febrero del 2002, fecha
en que se dio por terminadas las negociaciones de paz con las FARC representa
algo más que tres años un tiempo enormemente grande en el que en términos
generales predominaron los estancamientos y las discusiones con una raquítica o
desnutrida presencia de acuerdos importantes frente al proceso. Si de periodizar este proceso se trata podríamos
establecer tres momentos, el primero de ellos del 7 de enero de 1998 al 17 de
noviembre del 2001 fecha en la cual se inicia la crisis en serio del proceso,
de esta fecha hasta el 3 de enero del 2002 hay una etapa de pre-crisis, que
culmina en otra de crisis aguda de este día hasta el 20 de enero, de allí al 20
de febrero podemos señalar como una etapa de crisis total en la que declina
totalmente el proceso y culmina en la ruptura de los diálogos.
LOS ENCUENTROS PERSONALES DEL PRESIDENTE CON TIROFIJO
Uno de los instrumentos más impresionantes del
presidente Andrés Pastrana para aclimatar la polarización en la guerra, fueron
los encuentros personales con Pedro Antonio Marín, “tirofijo”, máximo líder de
las FARC; en total fueron tres; uno el 10 de julio de 1998 cuando aún no se
había posesionado como Presidente, este fue el más publicitado: nunca antes en
la historia de Colombia un jefe de gobierno se había reunido personalmente con
el jefe de los insurrectos, Pastrana lo hizo y fue sorpresivamente, estrechó la
mano del jefe de las FARC y provocó un acercamiento que dio mucha confianza a
la opinión pública que apoyó el proceso y escandalizó a la extrema derecha o
enemigos de la paz, que bajo las críticas más mordaces anunciaron la entrega
del país a las guerrillas. Pastrana lo
hizo, por las características del momento y la necesidad de crear formas de
distensión que diera confianza a sus oponentes.
Un segundo encuentro, se realizó el 2 de mayo de 1999
en Caquetania, zona de distensión en donde acordaron ambos jefes impulsar el
proceso de paz y cuyo resultado sería el inicio de la discusión entorno a la
agenda común o sea el paso del diálogo a la negociación. También fue publicitado y salvo el proceso
de una crisis de estancamiento provocada por la decisión de las FARC de parar
los diálogos a principios de abril; las
exigencias de la guerrilla al gobierno para combatir al paramilitarismo y los
escasos resultados, originaron a finales de enero del 2001 de nuevo el
estancamiento de los diálogos y la decisión de Pastrana de hacer un tercer encuentro
con el jefe de las FARC, esta vez realizado el 7 de febrero, mucho más
impresionante que los anteriores, ya que el presidente durmió en la zona de
distensión, un acto que no se preveía y que generó amplias confianzas en el
proceso y lo volvió a resucitar con la firma del acuerdo de Los Pozos, en el
cual el gobierno se comprometió a combatir el paramilitarismo. Durante la crisis del proceso de paz antes
del 20 de enero del 2002, Manuel Marulanda Vélez, “tirofijo”, propuso un nuevo
encuentro que nunca se realizó.
Lo significado de estos encuentros para la historia de
los diálogos de paz es importante, ellos demuestran que pueden haber
acercamientos importantes entre cúpulas, que los enemigos tienen la
predisposición de soportasen y sin lugar
a dudas generan climas de confianza enormes, son puntos favorables de Pastrana
que rompió con los esquemas tradicionales de negociación y salvo el proceso en los momentos más
álgidos de la crisis; la imposibilidad del encuentro en enero del 2002, se
debió a que el proceso ya había entrado en su etapa moribunda y la opinión
pública nacional no creía en el, es claro que el ambiente entorno a la paz se
había desvanecido y la mentalidad del Colombiano forjada desde los medios de
comunicación, era una mentalidad de apoyo a la guerra en unos y de frustración
frente a las posibilidades de la paz en otros, lo que se expresó en los
resultados electorales presidenciales que mayoritariamente apoyaron una opción
de guerra.
LA FORMA Y EL CONTENIDO DE LA ZONA DE DISTENCION
El elemento central del proceso de paz de Pastrana fue la creación de una zona de
distensión, con la intensión clara de tener un espacio de diálogo en donde no
existiese la presencia de la confrontación armada con el propósito de adelantar
los diálogos y negociación con los guerrilleros de las FARC-EP; este espacio
permitió desarrollar con normalidad y tranquilidad cada uno de los actos
relacionados con la búsqueda de la paz; comprendió el despeje por el ejército y
la policía de cinco municipios cercanos entre ellos, La Macarena, Mesetas, La
Uribe y Vista Hermosa en el departamento del Meta y San Vicente del Caguán en
el Caquetá, área de amplia influencia histórica de las FARC; se creó mediante
resolución 85 del 14 de octubre de 1998 y mediante la resolución 31 del 7 de
marzo de 1999 se autorizó la creación de un cuerpo cívico de convivencia para
la zona con el propósito de garantizar la vida normal y los derechos
ciudadanos; el alcalde de cada municipio continuo siendo la autoridad estatal
más importante pero sin el acompañamiento de el poder judicial, también los
consejos municipales continuaron con su actividad normal.
En el mes de mayo de 1999 fueron dadas a la opinión
pública las “reglas del juego en la zona de distensión”, un acuerdo entre el
gobierno y las FARC en donde establecían que la zona de distensión debía
constituir un escenario de convivencia pacífica donde la vida cotidiana
transcurriera con absoluta tranquilidad y garantizara a los ciudadanos de los
cinco municipios las garantías en el ejercicio de sus derechos y libertades
constitucionales, los cuales no se podían ver vulnerados por las negociaciones
de paz, acordaron asegurar el respeto de los habitantes de la zona de
distensión, reafirmar la autoridad de los alcaldes y de los consejos municipales
como máximas autoridades de los municipios, los jueces ejercerán sus funciones
normalmente, también los registradores, notarios y conciliadores de equidad, se estableció a
los cuerpos de policía cívica como la única autoridad uniformada, se prohibió
el porte de armas en los cascos municipales por civiles a excepción de los que
gozaran de autorización gubernamental, solamente deberían llegar a los
aeropuertos aviones comerciales o de organismos humanitarios y sin armas, no habría reclutamiento obligatorio y sí mas
oportunidades de estudio a los niños, la no instalación de minas
anti-personales en la zona y la colaboración para el señalamiento y la
destrucción de las existentes, propender por la sustitución de cultivos
ilícitos y por la protección y conservación del medio ambiente, no permitir
actividades relacionadas con el narcotráfico, no se llevarían a cabo desde la
zona de distensión ataques contra territorios que estén por fuera de la zona,
no se dará entrenamiento militar ni se dotará de armas a los habitantes, ni
tampoco se introducirán armas.
La determinación de las condiciones de tiempo, modo y
lugar para la declaratoria de una zona de distensión correspondió en forma
exclusiva al presidente de la república, basado en el parágrafo 1 del artículo
8 de la ley 418 de 1997, que faculta al presidente para ello en base a un
fundamento legal, dice este
artículo: “El presidente de la
república, mediante orden expresa, y en la forma que estime pertinente,
determinará la localización y las modalidades de acción de la fuerza pública,
siendo fundamental para ello que no se conculquen los derechos y libertades de
la comunidad, ni genere inconvenientes o conflictos sociales” sigue, “El
gobierno nacional podrá acordar con los voceros o miembros representantes de
las organizaciones armadas al margen de la ley a las cuales se les reconozca
carácter político, en un proceso de paz y para efectos del presente artículo,
su ubicación temporal o la de sus miembros en precisas y determinadas zonas del
territorio nacional. En las zonas
aludidas quedará suspendida la ejecución de las órdenes de captura contra
estos, hasta que el gobierno así lo determine o declare que ha culminado dicho
proceso”. Una característica importante
fue la determinación de carácter temporal, osea que se podía poner en práctica
sin fecha de terminación, pero que en cualquier momento podía suspenderse; más
de diez veces fue prorrogada la zona, ya que el presidente tomó la decisión de
vincular su culminación al avance y resultados del proceso de negociación, es
por ello que la zona de distensión se prorrogó por más de once veces y la
decisión de acabarla unilateralmente.
La discusión sobre la zona de distensión fue álgida;
ella sirvió para crear un canal de comunicación entre la guerrilla y la sociedad
civil colombiana, en ella se desarrollaron las audiencias públicas y multitud
de ciudadanos la visitaron libremente, fue un canal de comunicación con el
presidente que asistió en dos ocasiones a ella, con los Partidos Políticos, los
empresario, los candidatos presidenciales, los medios de comunicación y la
Iglesia; fue objeto de numerosos documentales internacionales y sin embargo de
mucha discusión entorno a su significado entre amigos y enemigos del
proceso. Los enemigos la interpretaron
como una república independiente, la televisión peruana la interpretó como la
“República Bolivariana de las FARC”, otros la asimilaron como una simple
república independiente y los más acérrimos enemigos del proceso la vieron como
un área delictiva desde donde se planeaban atentados, tomas de pueblos, se
compraban y vendían drogas, se llevaban secuestrados y se negociaban con sus
familiares, se traficaba con armas entre otras cosas; es evidente que todo ello
fue exagerado, para su culminación pesó más lo que sucedió por fuera: la nueva
política exterior norteamericana desde los hechos del 11 de septiembre cuando
fueron derrumbadas las torres gemelas en Nueva York por enemigos musulmanes y
las contundentes acciones militares de la guerrilla; dentro de la argumentación presidencial para
culminar los diálogos con las FARC dados en su discurso del 20 de febrero del
2002, se encuentran justificaciones relacionadas con la zona de
distensión, el presidente reconoció que
inició con la inteligencia militar un proceso de espionaje, por fuera de los
acuerdos establecidos con las FARC, en ese proyecto de espiar la zona de
distensión se encontró con elementos que permitían establecer que el ese
movimiento violaba los acuerdos antes descritos; habían pistas para aviones,
clandestinas y Pastrana mostró públicamente sus fotos, cultivos nuevos de coca,
relación directa de lla zona con terroristas internacionales y tildó, en su
discurso más agresivo contra las FARC, a la zona como una “guarida de
secuestradores, laboratorio de drogas ilícitas, depósito de armas, dinamita y
carros robados”.
Este nuevo experimento de la zona de distensión fue
importante, pero también se vio afectado por la lentitud en el avance de las
negociaciones que hicieron “coger la tarde” a la política de paz de Pastrana;
fue un escenario sin duda aprovechado por la insurgencia para ganar muchos
espacios políticos y hacerse conocer; luego de la finalización del proceso de
paz, las FARC han planteado como condición para negociar, el engrandecimiento
de la zona despeje a los departamentos de Caquetá y Putumayo en una muestra de
que el modelo Pastrana será sin duda alguna defendido por las FARC pero en un
espacio territorial mucho más grande y más complejo puesto que en el hay
presencia de los grupos paramilitares, con los cuales hay que plantear algún
tipo de negociación en caso de un despeje.
ALTO
COMISIONADO PARA LA PAZ Y AGENDA COMUN
Si la zona de distensión fue el instrumento práctico
para avanzar en la búsqueda de un acuerdo con las FARC, también lo fueron el nombramiento
de un alto comisionado para la paz, primero fue Víctor G. Ricardo, quien se
desenvolvió hasta abril del 2000 cuando fue relevado por Camilo Gómez quien
trabajó hasta finales del proceso de paz; el papel del alto comisionado de paz
era el de llevar la vocería del gobierno en la mesa de diálogo; su misión fue
la de llevar un discurso claro y unificado y de servir como una especie de “Zar
de la paz” que representara también la posición del gobierno en los eventos
internacionales, fue sin duda alguna el protagonista más importante de la
posición gubernamental, que era concluida en regiones con el Presidente, no era solo el que se sentaba en las mesas de
diálogo, lo hacía con otros asesores del gobierno, pero era la figura más
representativa.
Por
otro lado, el gobierno nacional presentó una agenda de negociación el 11 de
enero de 1999 en la vereda La Machaca, jurisdicción del municipio de San
Vicente del Caguán en una reunión con delegados de las FARC, que presentaron a
su vez la agenda de ese movimiento, un conjunto de puntos específicos a
negociar que serían la base del proceso de paz, ambas agendas se hibridizaron
en una sola y dieron como resultado la “Agenda Común” de discusión dada a la
luz pública el 6 de mayo de 1999 en el mismo sitio, con el siguiente contenido:
La Machaca, Caquetá, 6 mayo
El siguiente es el texto de la agenda común acordada hoy entre los
voceros del Gobierno Nacional y de las FARC-EP:
"AGENDA COMUN POR EL CAMBIO HACIA UNA NUEVA COLOMBIA"
1.- SOLUCION POLITICA NEGOCIADA.
Se buscará una solución política al grave conflicto social y armado que
conduzca hacia una nueva Colombia, por medio de las transformaciones políticas,
económicas y sociales que permitan consensos para la construcción de un nuevo
Estado fundamentado en la justicia social, conservando la unidad nacional.
En la medida en que se avance en la negociación, se producirán hechos de
paz. De ahí, el compromiso que debemos asumir todos los colombianos con la
construcción de la paz, sin distinción departidos, intereses económicos,
sociales o religiosos.
2.- PROTECCION DE LOS DERECHOS HUMANOS COMO RESPONSABILIDAD DEL ESTADO.
2.1.- Derechos fundamentales.
2.2.- Derechos económicos, sociales, culturales y del ambiente.
2.3.- Tratados internacionales sobre Derechos Humanos.
3.- POLITICA AGRARIA INTEGRAL.
3.1.- Democratización del crédito, asistencia técnica, mercadeo.
3.2.- Redistribución de la tierra improductiva.
3.3.- Recuperación y distribución de la tierra adquirida a través del
narcotráfico y/o enriquecimiento ilícito.
3.4.- Estímulos a la producción.
3.5.- Ordenamiento territorial integral.
3.6.- Sustitución de cultivos ilícitos y desarrollo alternativo.
4.- EXPLOTACION Y CONSERVACION DE LOS RECURSOS NATURALES.
4.1.- Recursos naturales y su distribución.
4.2.- Tratados internacionales.
4.3.- Protección del ambiente sobre la base del desarrollo sostenible.
5.- ESTRUCTURA ECONOMICA Y SOCIAL.
5.1.- Revisión del modelo de desarrollo económico.
5.2.- Políticas de redistribución del ingreso.
5.3.- Ampliación de mercados internos y externos.
5.4.- Estímulos a la producción a través de la pequeña, mediana y gran
empresa privada.
5.5.- Apoyo a la economía solidaria y cooperativa.
5.6.- Estímulo a la inversión extranjera que beneficie a la Nación.
5.7.- Participación social en la planeación.
5.8.- Inversiones en bienestar social, educación e investigación
científica.
6.- REFORMAS A LA JUSTICIA, LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y EL
NARCOTRAFICO.
6.1.- Sistema judicial.
6.2.- Organos de control.
6.3.- Instrumentos de lucha contra la corrupción.
6.4.- Narcotráfico.
7.- REFORMA POLITICA PARA LA AMPLIACION DE LA DEMOCRACIA.
7.1.- Reformas a los partidos y movimientos políticos.
7.2.- Reformas electorales.
7.3.- Garantías a la oposición.
7.4.- Garantías para las minorías.
7.5.- Mecanismos de participación ciudadana.
8.- REFORMAS DEL ESTADO.
8.1.- Reformas al Congreso.
8.2.- Reforma administrativa para lograr una mayor eficiencia de la
Administración Pública.
8.3.- Descentralización y fortalecimiento del poder local.
8.4.- Servicios públicos.
8.5.- Sectores estratégicos.
9.- ACUERDOS SOBRE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO.
9.1.- Desvinculación de los niños al conflicto armado.
9.2.- Minas antipersonales.
9.3.- Respeto a la población civil.
9.4.- Vigencia de las normas internacionales.
10.- FUERZAS MILITARES.
10.1- Defensa de la soberanía.
10.2- Protección de los Derechos Humanos.
10.3- Combate a los grupos de autodefensa.
10.4- Tratados internacionales.
11.- RELACIONES INTERNACIONALES.
11.1- Respeto a la libre autodeterminación y a la no intervención.
11.2- Integración regional latinoamericana.
11.3- Deuda externa.
11.4- Tratados y convenios internacionales del Estado.
12.- FORMALIZACION DE LOS ACUERDOS.
12.1- Instrumentos democráticos para legitimar los acuerdos.
Por el Gobierno Nacional
VICTOR G. RICARDO
FABIO VALENCIA COSSIO.
MARIA EMMA MEJIA.
NICANOR RESTREPO SANTAMARIA.
RODOLFO ESPINOSA MEOLA.
Por las FARC- EP
RAUL REYES
JOAQUIN GOMEZ
FABIAN RAMIREZ
La Machaca, mayo 6 de 1999".
Como puede
apreciarse es una agenda muy amplia que requiere de un tiempo considerable en
un proceso de negociación, lo cierto es que no se discutió, inclusive en las
fases finales del proceso se cambió su discusión por la del cese al fuego y
tregua, pero la sociedad civil siempre estuvo a la expectativa del inicio de su
discusión; fue alimentada por las audiencias públicas que se dieron en el
transcurso del segundo semestre del 2000 y sirvieron para que los dirigentes de
las FARC conocieran la situación del país en sus más diversos aspectos desde
sus más diversos protagonistas, pero que realmente no alimentaron la discusión
entorno a la agenda común.
PLAN COLOMBIA
Si leemos el aparte del Documento oficial del Plan
Colombia, podemos ilustrarnos ampliamente sobre su relación con el conflicto
armado:
“I. EL PROCESO DE PAZ
Colombia ha sufrido un conflicto
armado durante más de 35 años. El gobierno actual ha iniciado un proceso de
negociación que busca lograr un acuerdo de paz negociado con la guerrilla sobre
la base de integridad territorial, la democracia y los derechos humanos. Si
esta estrategia tiene éxito, se fortalecería muy rápidamente el estado de
derecho, y la lucha contra el narcotráfico en todo el país.
El proceso de paz obviamente es una de las prioridades
principales del gobierno. El presidente Pastrana ha asumido un liderazgo
personal del papel del gobierno junto con la colaboración del Alto Comisionado
para la Paz, quien es nominado directamente por el Presidente. El Comisionado,
cuyo cargo es de rango ministerial, trabaja junto con los líderes de la
sociedad y del sector privado, quienes dedican pari passu sus esfuerzos hacia
la solución del conflicto.
El área desmilitarizada (o
"zona de distensión") fue creada por Ley para garantizar la seguridad
necesaria con miras a avanzar en las negociaciones con la guerrilla. Esta ley
permite que el Presidente cree y suspenda un área de distensión como expresión
de la soberanía del Estado. La Ley solamente restringe la presencia del
Ejército y la Policía dentro de dicha área y suspende órdenes de captura, sin
embargo, no restringe la actividad de los funcionarios elegidos a nivel local o
regional.
El proceso de paz es además parte de
una alianza estratégica en contra del narcotráfico, la corrupción, y la
violación de los derechos humanos. Para que este proceso se vuelva factible y
duradero, se necesita un apoyo complementario en las áreas de seguridad y
defensa, una alianza entre la producción, el consumo, la distribución y la
comercialización de drogas, el lavado de activos y el tráfico de armas; y un
plan de desarrollo que genere empleo y llegue a los más necesitados.
El Conflicto Armado y la Sociedad
Civil
En el conflicto hay tres
protagonistas. Al lado de la guerrilla existen las Farc y el Eln, cuyas raíces
son los movimientos agrarios y la guerra fría respectivamente. Del otro lado,
existen los grupos de autodefensa al margen de la ley, quienes buscan una
solución armada al conflicto guerrillero, y un reconocimiento político mayor
para su organización. Finalmente, y en medio del fuego cruzado se encuentra la
gran mayoría de los colombianos, quienes en muchas ocasiones sufren en manos de
los actores armados.
El movimiento guerrillero tiene sus
raíces en los antagonismos tradicionales del campo y de la política en la
sociedad colombiana, alimentados en parte por la retórica ideológica de la
confrontación capitalista-comunista. Con el transcurso de los años, la lucha
para ampliar su presencia territorial y su adquisición de influencia política y
militar ha sido financiada por la extorsión y el secuestro, y más recientemente
mediante "impuestos" cobrados por los intermediarios del
narcotráfico.
En los últimos 30 años, Colombia ha
cambiado de una economía principalmente rural a una economía urbana, y más del
70% de la población vive actualmente en áreas urbanas. De acuerdo con las
encuestas efectuadas, ante la terminación de la guerra fría, el apoyo antes más
ampliamente disponible para la guerrilla ha disminuido a un cuatro% de la
población. La guerrilla reconoce que bajo estas circunstancias no podrá ganar
el poder mediante una lucha armada. A pesar del rechazo general de sus ideas y
métodos, la guerrilla sigue buscando ventajas por medios militares.
Como consecuencia, se ha iniciado el
proceso de paz para permitir que la sociedad en general tenga un papel central.
Existe un consenso social entre los representantes de la sociedad, los
intereses económicos y hasta entre los grupos armados en el sentido de que la
paz es una meta inmediata. Como resultado, la participación de la sociedad en
general se considera como necesaria para la aplicación de presiones sobre los
grupos armados con el fin de lograr una solución política al conflicto armado y
el respeto por el derecho humanitario internacionalmente reconocido. El aporte
dinámico de la sociedad colombiana también es esencial para el desarrollo de
ideas y propuestas con el fin de adelantar el proceso y garantizar la
continuidad del consenso en el sentido de que se requiere un acuerdo negociado,
con la participación de la comunidad internacional.
La Situación Actual
El proceso de paz ha hecho avances
reales en varios frentes. En lo que respecta a las Farc, se creó una zona de
distensión para albergar las negociaciones y esto ha sido una ayuda para que
ambas partes formulen una agenda, proceso que culminó en mayo de 1999. Ya que
las condiciones han sido satisfactorias, se puede dar comienzo a la fase de las
negociaciones.
En cuanto al Eln, el gobierno ha
autorizado a un grupo de notables ciudadanos para que ayuden a negociar la
liberación de rehenes y ha aceptado iniciar conversaciones activas como
preparación para una convención nacional, inmediatamente después de su
liberación.
El gobierno sigue luchando en contra
de los grupos de autodefensa al margen de la ley, pero este hecho no significa
que no esté dispuesto a buscar alternativas y maneras pacíficas para
desmantelar su infraestructura y sus operaciones.
Durante el proceso de paz, el
Ejército Nacional y la Policía necesariamente seguirán aumentando sus
capacidades con miras a mantener una presencia efectiva en todo el territorio
nacional y asegurar un arreglo pacífico.
Fundamentalmente, el logro de la paz
recae sobre tres pilares: primero, en los avances de los acuerdos ya logrados
entre el gobierno y las principales organizaciones guerrilleras (Farc y Eln)
para que se despejen como agentes legítimos en diálogos serios para la paz.
Segundo, para lograr acuerdos parciales de acuerdo con la agenda de 12 puntos
acordada entre el gobierno y las Farc, que asegure un acuerdo de paz permanente
antes del fin del gobierno actual. Y tercero, y más importante que todo, los
acuerdos deben convertirse en una realidad.
El Papel de la Comunidad
Internacional
El papel de la comunidad
internacional es esencial para el éxito del proceso de paz. Más
específicamente, Colombia necesita apoyo en dos áreas: la diplomático y la
financiera. La comunidad internacional podrá actuar como intermediaria, como
observador, o en una etapa posterior, como verificador del cumplimiento de los
acuerdos a que se haya llegado. Adicionalmente, es muy importante que la
comunidad internacional rechace con todas sus fuerzas cualquier y toda acción
terrorista y violación del Derecho Internacional Humanitario y que ejerza
presión a fin de seguir adelantando el proceso.
En el campo de las relaciones
bilaterales, la colaboración militar y de policía es vital. La acción colectiva
por parte de los países vecinos no es solamente menos efectiva que la acción
bilateral, sino que puede servir como impedimento al proceso de negociación. En
esta área sería de mayor beneficio la coordinación de operaciones militares y
de policía, y el mejoramiento de seguridad fronteriza y el apoyo de equipos y
de tecnología.
Con referencia a la acción
diplomática por parte de los países vecinos, el gobierno de Colombia en esta
etapa delicada de negociación, prefiere el diálogo bilateral y consultas
confidenciales con los países interesados en el proceso. En cualquier
manifestación de la participación internacional en el proceso de paz, es
necesario respetar las normas de derecho internacional y que sea aceptable al
gobierno colombiano. Debe existir una observancia estricta a los principios de
la no intervención y la no interferencia con los asuntos internos del Estado, y
esto sólo puede ocurrir después de consultas con el gobierno de Colombia y con
el apoyo del mismo.
El gobierno de Colombia ha
establecido un Fondo de Inversión para la Paz como canal para asistencia
financiera directa a nivel internacional para el proceso de paz. Este fondo se
empleará para apoyar los proyectos de desarrollo económico y social hacia las
áreas más afectadas por el conflicto armado. Para este propósito, se ha
constituido un grupo de consulta de expertos con el apoyo del BID, cuya función
será la de asesorar y vigilar el uso de los fondos en varios países. Estos
recursos se emplearán para complementar los fondos ya asignados por el gobierno
de Colombia.
Un proceso de paz exitoso también
tendrá un impacto positivo sobre la lucha contra la droga, ya que el gobierno
podrá ampliar su implantación de la ley y de los programas de desarrollo
alternativo hacia las áreas más involucradas en la producción de narcóticos. La
actividad guerrillera y el narcotráfico son los problemas que, aun entrelazados
de cierta manera, tienen orígenes y objetivos diferentes. La guerrilla opera
bajo un esquema revolucionario de tipo político militar que exige una solución
negociada, lo cual en ningún caso sería aplicable a los narcotraficantes”.
El Plan de Desarrollo de Andrés Pastrana “Cambio para
construir la paz”, tuvo como eje fundamental para luchar contra las condiciones
objetivas del conflicto armado, el Plan Colombia anunciado con bombos y
platillos durante el discurso de posesión del Presidente. No hubo tema de mayor polémica durante esta
administración que este plan que fue categóricamente rechazado por la guerrilla
hasta los últimos momentos del proceso de paz, por considerarlo una
injustificada intromisión de los dineros imperialistas en una estrategia
contra-insurgente disfrazada de lucha contra el narcotráfico. También hubo manifestaciones de descontento
de numerosos países de la comunidad europea y de la izquierdas. Es evidente que la intensión con la que fue
elaborada este Plan va mas allá de la lucha contra el tráfico de drogas en la
medida en que la mayor parte del presupuesto de ayuda se enrutó a fortalecer el
aparato militar, dejando una parte minoritaria del presupuesto a la inversión
social lo que por lógica generó la más intensa desconfianza en todos los grupos
guerrilleros que no entendían como en el mismo momento de una negociación la
ayuda internacional se invertía en guerra.
Además de las condiciones que obstaculizaron el avance
del proceso de paz discutidas en otros apartes, el Plan Colombia se convirtió
en otro obstáculo a la búsqueda de un acuerdo serio; en su discurso de
liquidación del proceso de paz Pastrana aseveró que su gobierno no fue ingenuo,
“mientras dialogábamos nos armabamos” y felicitó el avance tan grande de las
fuerzas armadas que gracias al Plan Colombia las Brigadas móviles crecieron de
3 a 7, los helicópteros de transporte de 60 a 154, los soldados de 70.000 a
140.000 los helicópteros de combate Blackhaw de 4 a 16 y las brigadas marinas
de 1 a 25; es evidente que este avance de la militarización colombiana llena de
desconfianza a un contrincante que aspira a que oponente asuma actitudes serias
y se preparen no para la guerra, sino para la paz, el Plan Colombia hizo
realidad aquel viejo principio “si quieres la paz prepárate para la
guerra”. En los primeros momentos de su
lanzamiento se anunció como un plan contra el narcotráfico, pero después de la agudización
de la guerra y de la caracterización de la guerrilla ya no como subversivos
sino como “narcoterroristas”, todo el andamiaje del Plan Colombia se utilizó
integramente en la lucha contrainsurgente.
La visión de que la guerrilla solo se derrota si se
acaban con sus finanzas y que estas provienen del tráfico de drogas, llevó al
Estado a desarrollar intensos operativos en las zonas de cultivo de coca y
amapola en donde se encuentran ubicados los frentes más poderosos y de mayor
influencia de las FARC; la intensión de
derrotar el narcotráfico como pre-requisito para salir avantes frente a la
insurgencia llevó a Pastrana a la equivocación más costosa cual fue la de
practicar hechos de guerra en momentos en que su discurso exigía hechos de paz,
lo que deformó los principios de su política de paz y contribuyó a su
derrumbe. Hubo mucha inspiración en este
sentido en viejos esquemas como el Plan Nacional de Rehabilitación de Belisario
Betancur o el Plan de Lucha contra la pobreza absoluta de Virgilio Barco,
intentando aislar a la guerrilla de la población civil miserable que
supuestamente la apoya porque no ve el Estado, no lo siente; se trataba con
ello de hacer presencia estatal con planes y programas de asistencia
comunitaria en zonas de influencia guerrillera y en sitios vulnerables para evitar
la expansión del poder insurgente y garantizar una derrota de ellos.
las
evaluaciones del gobierno nacional en el folleto “Pare oreja” señalan que se
invirtieron 4.3 billones de pesos en adecuación de vías y desarrollo, se
abrieron caminos y se adecuaron aeropuertos, se fumigaron más de 217.000
hectáreas de cultivos ilícitos de coca y amapola, se destruyeron 140 pistas clandestinas, se
desmantelaron más de 2.000 laboratorios y se sustituyeron más de 23 mil hectáreas
con cultivos lícitos, también invirtió más de 2.9 billones de pesos en
alcantarillado y acueductos que beneficiaron a 2.8 millones de colombianos
según el informe del gobierno nacional.
Las inversiones del Plan Colombia contemplan una inversión de 7.500
millones de dólares de los cuales 3.500 serán ayuda de la comunidad
internacional y Estados Unidos dará un aporte de 1.360 millones de dólares, 705
millones destinados al ejército, 205 millones a la policía, 410 millones para
medidas de seguridad en las fronteras, 100 millones para la reforma del sistema
judicial y solo 100 millones para la sustitución de cultivos ilícitos, la
inversión social es la que menos participa de los recursos y es la más
publicitada, hasta programas televisivos hemos observado en donde se observan
gentes trabajando por contrato, arreglando carreteras o recuperando quebradas;
pareciera con ello que el Plan Colombia es verdaderamente un Plan Social sin
realtar sus objetivos represivos que han sido ampliamente ocultados. Por cada 1000 dólares de ayuda 800 son para
fines militares y policiacos, lo que no motivó a los grupos insurgentes a
llegar a una negociación seria; el peso del Plan Colombia en la crisis de la
política de paz de Pastrana fue muy grande.
La gran inquietud que surge es si verdaderamente el gobiernode Pastrana
estaba interesado en negociar una agenda común que planteaba una metodología
diferente para solucionar el problema de la violencia y de ello quedan serias
dudas, es indiscutible que la estrategia de Pastrana también fue coordinada
desde afuera, desde los pasillos de la Casa Blanca que históricamente han
tenido intereses contrapuestos y ahora más que antes, frente a la construcción
de Estados nacionales sociales antagónicos a los Estados neoliberales y
globalizadores que han forjado desde la década del 90.
Queda sobre el tapete en las futuras estrategias de
paz, discutir la necesidad de que la comunidad internacional se vincule a los
proyectos de paz con recursos para la paz y no para la guerra, precisamente
porque la experiencia del Plan Colombia fue un paso en falso para la solución
negociada; los fondos para sacar
adelante una negociación de paz triunfante son más que necesarios, la columna
vertebral de un proyecto de pacificación porque se deben combatir integralmente
los factores estructurales que provocan los conflictos y la prioridad es la
inserción de los guerrilleros a desmovilizarse a una vida civil digna donde
puedan vivir bien y no solo ellos, toda la población miserable que es la razón
de ser de las luchas armadas, la eliminación de los tugurios, de la
desnutrición, del analfabetismo, los subsidios al desempleo y otros programas
que reemplazarían la compra de enormes armamentos que fortalecen el poderío
militar del Estado y las salidas de guerra como propuesta, es un verdadero
sabotaje armarse mientras se dialoga, prepararse para la guerra mientras se
habla de paz. La paz honesta requeriría
de un Plan Colombia con otras metas y objetivos y discutido en su forma y
contenido desde las propias mesas de diálogo, o sea como el efecto de una concertación
de los actores en conflicto.
ITINERARIO
DE LAS NEGOCIACIONES DE PAZ: ACIERTOS Y DESACIERTOS:
A. DEL 9 DE JULIO DE 1998 AL 7 DE ENERO DEL 2000
Esta
primera etapa se inicia con un acto simbólico importante, el encuentro por
primera vez en la historia de un presidente con un jefe guerrillero en la zona
de los Llanos orientales, encuentro celebrado el 9 de julio de 1998 antes de la
posesión del Presidente Andrés Pastrana en el cual se intercambiaron opiniones
entorno a lo que debería ser un futuro proceso de paz, contribuyó a destemplar
los espíritus radicalizados en la guerra y fue un duro golpe para las extremas
derechas que siempre han concebido la derrota de la insurgencia armada como
algo posible y para quienes es inconcebible siquiera un intercambio de palabras
con sus oponentes.
Luego
de la posesión del mandatario, el 14 de octubre se anunció formalmente a los
colombianos la puesta en marcha de la zona de distensión con fecha exacta, el 7
de enero de 1999 y a la que asistiría personalmente el Presidente con el
acompañamiento del alto comisionado para la paz Víctor G. Ricardo; en esta primera etapa el sobresalto más
importante fue el anuncio de las FARC hasta que los militares desocuparan
íntegramente la zona de despeje incluyendo 130 soldados del Batallón cazadores,
su insistencia culminó en la desocupación final, otros focos de discusión se
centraron en el problema del canje de guerrilleros por soldados ya que fue
preocupante la enorme cantidad de retenidos sobretodo en la zona de los llanos orientales
como efecto de grandes operativos militares de la guerrilla sobre bases en
donde retuvieron una amplia cantidad de miembros de la fuerza pública. La confianza en el futuro proceso radicaba en
el hecho de que en el presente año habían prosperado los diálogos regionales en
numerosos departamentos, 16 en total:
Antioquia, Arauca, Bolívar, Caquetá, Cundinamarca, Chocó, Guajira,
Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Putumayo, Santander, Sucre, Tolima y Valle.
La
experiencia de los diálogos regionales fue satisfactoria; en Antioquia por
ejemplo se contaba con la Comisión facilitadora Departamental de Paz, con
participación de la sociedad civil y de los gremios, la ayuda humanitaria, el
acercamiento con los alzados en armas para la liberación de secuestrados, la
suspensión de ataques, las elecciones, con contactos con guerrilleros
retenidos; en Arauca, la existencia de
una Comisión de conciliación promovida por la Iglesia y la extensión de
educación por la paz; en Bolívar, una
Comisión de Paz con contactos con el ELN; en los demás departamentos hubo
comisiones similares que buscaron dialogar con la insurgencia, situación
diferente a los últimos momentos del proceso de paz, específicamente el mes de
enero y principios de febrero del 2002, fecha en la cual numerosos mandatarios
de diversos municipios liderados por el alcalde de Bogotá Antanas Mockus,
desarrollaron la estrategia de la “Resistencia civil”, que consistió en marchas
contra la guerrilla en los momentos de toma de los poblados que dejaron
numerosos muertos y estimularon la radicalización del conflicto; el 20 de
febrero del 2002, día en que se dio por culminados los diálogos con la
guerrilla se desarrolló una jornada nacional contra la guerrilla en todo el
país, estimulada por los enemigos del diálogo, lo que muy probablemente provocó
la reacción de la insurgencia y la subsecuente decisión de Pastrana motivado
por la numerosa concurrencia a estas marchas que utilizaron la estrategia de
apagar las luces en las ciudades durante las horas de la noche.
B. DEL 7 DE ENERO DE 1999 AL 29 DE ENERO DEL 2000
Casi
un año separa al importante hecho de la instalación de las mesas de diálogo el
7 de enero de 1999 hasta la firma del primer acuerdo importante el 29 de enero
del 2000, fecha en la cual fue inaugurada la sede de los diálogos de paz
denominada Villa “Nueva Colombia”, una enorme sede con todas las comodidades
cofinanciada entre las partes.
En
este lapso se presentan varios incidentes que no lograron desequilibrar el
proceso; el 7 de enero no asistió a la instalación de la mesa de diálogos
“Tirofijo”, bajo la excusa de que se planeaba un atentado en su contra, lo que
disgustó seriamente a Pastrana y generó las primeras desconfianzas, este hecho
fue recordado por el Presidente durante su discurso de liquidación del proceso
el 20 de febrero del 2002; el 5 de
febrero, Maritza Chavarro, la fiscal de San Vicente del Caguán , tuvo que
cerrar su despacho y abandonar el poblado por orden directa de las FARC; el 21
de abril de 1999 el párroco de San Vicente del Caguán recibió la orden de
retiro por declaraciones en contra del proceso; estos hechos escandalizaron la
zona puesto que fueron interpretados como una premonición de que las FARC
mandaban sobre ella.
El
hecho más destacado fue la congelación el 19 de enero de los diálogos por parte
de las FARC, que exigían que el Estado enfrentase a los paramilitares,
posteriormente el 25 de febrero estalló un escándalo internacional por la
muerte a manos de las FARC de tres indigenistas norteamericanos, ello puso a
tambalear el proceso, sin embargo, el 28 de abril se produce la firma del
acuerdo de Caquetania que respaldó la
solución negociada del conflicto armado , firmado por “Tirofijo” y Victor G.
Ricardo en compañía de prestantes políticos del país; hecho que motivó la visita del presidente
Andrés Pastrana a la zona de distensión en un nuevo encuentro con el máximo
jefe de las FARC el 2 de mayo, decidiendo iniciar la etapa de negociación; a
finales de mayo se desata la primera gran crisis entre Presidente y militares,
estos pasaron una lista de solicitudes relacionadas con su situación y el
proceso de paz, un total de cincuenta altos oficiales se reunieron en Cartagena
y Tolemaida con el presidente para presentarle una agenda de diez puntos entre
los cuales se encontraban su insatisfacción con el alto comisionado Víctor G.
Ricardo, la entrega de la sede del Batallón Cazadores, su insatisfacción con la
zona de distensión y la fijación de normas de juego en ella, la creación de una
comisión de verificación en la zona, su desacuerdo con el canje de guerrilleros
por soldados en las condiciones planteadas y otros temas que lógicamente
llamaron la atención de los medios de comunicación , situación que fue
habilidosamente subsana por el Presidente, pero que en su momento representó motivo
de escándalo.
El
24 de octubre se inician en serio las negociaciones en el municipio de La
Uribe, asistiendo invitados internacionales y con la presencia de familiares
retenidos por las FARC, por primera vez se discutió la necesidad de la búsqueda
del cese del fuego, el 1 de noviembre se acuerda la metodología de trabajo y el
5 las audiencias públicas que van jugar un papel importante en la discusión
sobre la situación del país, el 20 de diciembre las FARC decretan una tregua
unilateral hasta el 10 de enero del 2000, el hecho más importante del año. Esta primera etapa culmina el 29 de enero del
2000 cuando se inaugura Villa Nueva Colombia, en los Pozos, sede de los
diálogos, poniendo en un acuerdo plazo de 6 meses para firmar los primeros
acuerdo, las partes dividieron la agenda en tres grandes bloques: la estructura social y económica, los
derechos humanos, el derecho internacional humanitario y relaciones
internacionales y la democracia y estructura política del Estado, se acordó
un plazo de seis meses para tratar cada
uno de los grandes temas, lo extenso de la agenda que ya presenté anteriormente
hizo milimétrica la utilización del tiempo y por ello decimos que la falta de
preocupación frente a este aspecto hizo coger la tarde a los actores, que no
habían discutido ni siquiera la primera parte en el momento de rotos los
acuerdos. También se comprometieron a
crear hechos de paz y en tercer avanzar hacia la construcción de un modelo
económico y social democrático, rechazando de plano los modelos radicales.
C. DEL 29 DE ENERO DEL 2000 AL 9 DE FEBRERO DEL 2001
Este lapso
representa otra etapa en la que volvió a primar la discusión o la retórica de
los actores, desde principios de febrero del 2000 los representantes de las FARC y el
Gobierno viajaron a Europa y se
entrevistaron con numerosos dirigentes políticos, observaron modelos de
desarrollo y hasta visitaron El Vaticano,
a mediados de marzo se produce un importante encuentro entre los cacaos,
así llamados los grandes empresarios colombianos y “Tirofijo”, los 14
empresarios con su visita causaron gran impacto, ya el 16 de abril de 1999
se habían reunido miembros de los
gremios de la producción con el secretariado del Estado Mayor, el 6 de mayo del
mismo año lo hicieron con miembros de una comisión del Congreso de Estados
Unidos, el 11 de octubre con el director
de Amnistía Internacional para América Latina y el 27 de junio de 1999 con el
presidente de la Bolsa de valores de New York; a principios de abril las FARC lanzaron el
Movimiento Bolivariano en un acto pomposo
y de mucha publicidad nacional e internacional, fue reemplazado Víctor
G. Ricardo por Camilo Gómez, nuevo comisionado de paz y también se
iniciaron las llamadas “Audiencias
Públicas sobre el Proceso de Paz”, transmitidas en vivo por señal Colombia
desde la sede el Los Pozos, el hecho político más importante desde que se
firmaron los acuerdos por la cantidad de líderes y personas que empezaron a
visitar la zona de distensión y discutir con los guerrilleros la problemática
nacional, la presencia de la sociedad civil en estas audiencias fue
cuantificada por el gobierno en su página en Internet de la siguiente manera:
Estadísticas del primer ciclo de Audiencias Públicas
·
Número de personas que estuvieron en Villa Nueva Colombia presenciando las
Audiencias Públicas: 23.795.
· Número de expositores: 1.069.
· Clasificación por género de los observadores:
64% hombres
36% mujeres.
· Clasificación por departamento de los observadores:
Antioquia 6.4%
Arauca 0.4%
Atlántico 1.1%
Bolívar 0.28%
Boyacá 2.18%
Caldas 1.05%
Caquetá 20.5%
Casanare 0.18%
Cauca 4.08%
Cesar 0.02%
C/marca 27.7%
Guajira 0.16%
Guaviare 0.77%
Guainía 0.21%
Huila 7.57%
Meta 2.23%
Nariño 3.1%
Norte S/der 0.31%
Putumayo 0.21%
Quindío 2.46%
Risaralda 3.65%
S/der 4.14%
Sucre 0.05%
Tolima 5.85%
Valle 5.4%
· Audiencia con mayor número de expositores:
la realizada el 22 de julio de 2000 con 62 expositores.
· Audiencia con menor número de expositores: la realizada el 15 de abril de 2000 con 23 expositores .
Datos Consolidados de 2001 Promedio observadores año 2000: 915 personas Promedio observadores año
2001: 620 personas Promedio ponentes por audiencia
2000: 41 personas Promedio ponentes por audiencia 2001: 23 personas.
· Número de expositores: 1.069.
· Clasificación por género de los observadores:
64% hombres
36% mujeres.
· Clasificación por departamento de los observadores:
Antioquia 6.4%
Arauca 0.4%
Atlántico 1.1%
Bolívar 0.28%
Boyacá 2.18%
Caldas 1.05%
Caquetá 20.5%
Casanare 0.18%
Cauca 4.08%
Cesar 0.02%
C/marca 27.7%
Guajira 0.16%
Guaviare 0.77%
Guainía 0.21%
Huila 7.57%
Meta 2.23%
Nariño 3.1%
Norte S/der 0.31%
Putumayo 0.21%
Quindío 2.46%
Risaralda 3.65%
S/der 4.14%
Sucre 0.05%
Tolima 5.85%
Valle 5.4%
· Audiencia con mayor número de expositores:
la realizada el 22 de julio de 2000 con 62 expositores.
· Audiencia con menor número de expositores: la realizada el 15 de abril de 2000 con 23 expositores .
Datos Consolidados de 2001 Promedio observadores año 2000: 915 personas Promedio observadores año
2001: 620 personas Promedio ponentes por audiencia
2000: 41 personas Promedio ponentes por audiencia 2001: 23 personas.
En el mismo
mes de abril las FARC expiden la ley 002, que obliga a toda persona que posea
más de un millón de dólares a tributar a las FARC, lo que genera un intenso
escándalo y lógicamente las críticas de las gentes más opulenta y los medios de
comunicación al proceso que lentamente se va fracturando por la insatisfacción
por este tipo de medidas, es claro con ello que el criterio de negociación en
medio del conflicto se había fortalecido; pero el 16 de mayo se presenta el
segundo gran incidente con el escándalo del collar-bomba, saboteadores del
proceso, colacaron en la vía a Chiquinquirá un collar-bomba a la comerciante
Elvia Cortés, que estalló y la mató delante las cámaras televisivas, hecho que
fue endilgado a las FARC lo que seriamente puso en jaque el proceso, ya que el
presidente pensó seriamente en suspenderlo, el conflicto fue superado.
El 30 de junio , embajadores
y representantes de 28 países llegaron a la zona para discutir la problemática
del cultivo de coca, producción de narcóticos y medio ambiente, la discusión se
amplió a otros temas como el secuestro y la extorsión; y el 3 de julio se
produce por primera vez un intercambio de propuestas sobre el cese al fuego en
sobres cerrados, acordando un mes para estudiarlas, se sabe que después de un
año ni siquiera se habían reunido para ello;
en agosto llegaron los primeros asesores militares de Estados Unidos a
la base de Larandia en el Caquetá, primera actividad militar del Colombia, lo
que llenó de desconfianza a los dirigentes guerrilleros; el 8 de septiembre se
presenta el tercer gran incidente: un infiltrado del ejército en la guerrilla
que estaba preso, Arnobio Ramos se apodera del avión en que viajaba y lo desvía
hacia la zona de distensión poniendo en jaque el proceso, las FARC
desconocedoras del trabajo del guerrillero al lado de los militares, lo
defienden, el gobierno quería que lo entregaran y este retorna a las filas de
las FARC, posteriormente sería fusilado por darle muerte a un alto dirigente
del movimiento, pero su acto desestabilizó por momentos el proceso, el 14 de
noviembre, las FARC congelan de nuevo el proceso, argumentando la ineficiencia
en la lucha contra el paramilitarismo y por la reunión del Ministro Del
Interior Humberto de la Calle con Carlos Castaño y el reconocimiento de estatus
político a las AUC, buscando liberar siete congresistas, lo que provocó la
decisión de la guerrilla de congelar los diálogos, ya era álgida la discusión
entorno al Canje, por las imágenes de policías encerrados con alambre de púas y
con el cordel de la vergüenza.
Un
hecho político importante en el 2000 fue la creación del Frente Común por la
Paz, liderado por el Presidente y con el apoyo de representantes de los
Partidos Políticos que reflejaba la
intensión de las elites políticas de apoyar el proceso, tal y como lo plantea el
comunicado final:
Bogotá, D.C., 22 de noviembre de 2000 (ANCOL).- El siguiente es el
texto del Acuerdo Nacional para la Conformación de un ‘Frente Común por la Paz
y contra la Violencia’, suscrito esta noche en la Casa de Nariño:
“Convocados por el Presidente de la República, en su condición
constitucional de símbolo de la unidad nacional, los firmantes de este Acuerdo,
luego de analizar con profundidad la situación de violencia que vive el país y
la coyuntura actual del proceso de paz, hemos decidido conformar un Frente
Común por la Paz y contra la Violencia. Durante nuestros diálogos, hemos
encontrado temas y visiones que nos identifican. Sobre ellos recaerá nuestro
esfuerzo de trabajo conjunto, teniendo siempre como marco los más altos
intereses de Colombia.
Para que este frente común le entregue su aporte eficaz a la paz en la
parte operativa se mantendrá su actividad con reuniones periódicas, en las
cuales se analizará el proceso. Nuestro compromiso no es solo con la paz en
general, sino con lo que ella demande en concreto.
En ese orden de ideas, nos hemos puesto de acuerdo en lo siguiente:
1) Ratificamos nuestro compromiso con la
solución política negociada del conflicto armado. El diálogo es el medio idóneo
para tramitar las diferencias y resolver pacíficamente los conflictos sociales,
mientras que la violencia y el conflicto armado constituyen el mayor obstáculo
para el progreso nacional. Estamos dispuestos a trabajar y a participar en su
logro, a fin de que la política de paz sea no sólo una política de Gobierno,
sino una auténtica política de Estado, autónoma y nacional, donde estén
representadas todas las fuerzas políticas y de la sociedad civil.
2) Condenamos el uso de la violencia como
herramienta de la lucha política, que se ha vuelto obsoleta en el mundo. En
cambio, reclamamos una cultura de paz basada en la seguridad democrática y
ciudadana, que practica los principios de la tolerancia y los métodos pacíficos
para la resolución de conflictos que inevitablemente ocurren dentro de la
sociedad.
3) Coincidimos en que esta convocatoria
debe ir más allá de las fuerzas políticas y por ello respaldamos una activa
comunicación del Gobierno con el Consejo Nacional de Paz que, por decisión de
la ley, está integrado por una amplia representación de la sociedad civil y que
se reúna también con las distintas ramas del poder público, para consolidar una
posición común de toda la nación colombiana.
4) Consideramos urgente un acuerdo de
respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, que
excluya a la sociedad civil de la confrontación armada. En este sentido
condenamos los secuestros, las masacres, la desaparición forzada, la extorsión,
los homicidios fuera de combate, los paros armados, el uso de armas proscritas
universalmente y la destrucción de la riqueza pública y privada. La paz exige
la defensa y la promoción de la libertad como derecho supremo de la dignidad
humana. Condenamos toda acción que por fuera de la ley pretenda restringirla y
es un deber de los ciudadanos exigir su respeto de manera solidaria.
5) Pensamos que ha llegado el momento de
concretar la negociación con las FARC, para evitar el diálogo perenne sin
precisiones ni resultados, y para que la sociedad colombiana entienda que el
proceso avanza, recuperándole confianza. En caso de ser necesaria la prórroga
de la zona de distensión, debe asegurarse que cumpla los fines precisos para
los que fue reglamentada por la ley, es decir, para que sin riesgo de las
partes se pueda negociar en calma y tranquilidad. Por ello instamos a las FARC
a reanudar de manera inmediata las negociaciones sobre las cuestiones
sustantivas relacionadas con los mecanismos que aseguren la continuidad,
seriedad y éxito del proceso y para llegar a acuerdos concretos sobre empleo y
política económica; iniciar el diálogo sobre acuerdos políticos, y discutir
igualmente las propuestas de cese al fuego y las hostilidades, la lucha contra
el narcotráfico, la sustitución de cultivos, la liberación de los soldados y
policías y la de todos los secuestrados.
6) Respaldamos el pronto inicio de
conversaciones con el ELN y hacemos un llamado vehemente para superar las
dificultades sobre el establecimiento de la zona de encuentro para su
realización, con reglas claras y mecanismos de verificación. Celebramos la
activa participación del Grupo de Países Amigos, modelo de lo que significa el
apoyo internacional al proceso de paz, así como el compromiso inicial de
contribuir a la sustitución de cultivos ilícitos.
7) Ratificamos nuestra convicción en la
lucha contra las autodefensas y rechazamos enfáticamente las acciones de estos
grupos que contribuyen a degradar el conflicto armado. Ratificamos también los
compromisos asumidos en los acuerdos firmados con las Farc en Caquetania y los
Pozos e instamos al gobierno a fortalecer la lucha decidida que en contra de
esta manifestación de violencia adelantan todas las instituciones del Estado.
8) Creemos en la necesidad de fortalecer
cada vez más las Fuerzas Armadas al servicio de la democracia, respetuosas de
los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, que ejerzan la
autoridad de acuerdo con el mandato constitucional de defender la soberanía, la
seguridad de los ciudadanos. Entendemos que ello es necesario para recuperar el
monopolio de la fuerza y de las armas en cabeza del Estado. Creemos firmemente
que tal monopolio será sólido y duradero solo mediante el logro de la paz.
9) Mantenemos la inalterable tradición
colombiana de una política internacional de consenso, soberana, democrática,
que esté de acuerdo sobre sus intereses fundamentales y en pié para defenderse
de cualquier pretensión que vaya en contravía de la unidad nacional. Por esa
razón, decimos a la comunidad de naciones que los problemas propios de la
realidad nacional, deben ser resueltos por colombianos. Y al mismo tiempo
solicitamos al unísono la solidaridad, el respeto y la cooperación que piden
las circunstancias actuales.
10) Estamos comprometidos en la estrategia contra el problema
mundial de las drogas. La incidencia del narcotráfico sobre la sociedad
colombiana, lo convierte en uno de los principales estímulos de la violencia y
de la corrupción. Dicha política debe librarse universalmente contra toda la cadena
productiva lo cual exige de la comunidad internacional un compromiso
equivalente contra los precursores químicos, el lavado de activos y el consumo.
También debe llevarse a cabo la erradicación de los cultivos empresariales de
manera forzosa, sin compensación y sin afectar el ambiente, y sustituir los
pequeños cultivos de manera concertada en el marco de la ejecución de proyectos
de desarrollo alternativo. Invitamos a la insurgencia a trabajar conjuntamente
en los anteriores propósitos. Así mismo estamos convencidos de que la paz es el
mecanismo más eficiente para lograr resultados en estas materias. Sobre este
punto Antonio Navarro expresó su opinión en el sentido de que debe suprimirse
en forma definitiva la fumigación de los cultivos ilícitos.
11) El futuro sin miseria y sin violencia debe construirse entre
todos, manteniendo firmemente los acuerdos, la unidad nacional, la democracia y
el espíritu participativo de la Constitución Nacional.
ANDRES PASTRANA ARANGO.
Presidente de la República
MARIO URIBE ESCOBAR.
Presidente del Congreso.
HORACIO SERPA URIBE.
CIRO RAMIREZ PINZON.
LUIS FERNANDO ALARCON M.
ANTONIO NAVARRO WOLF.
SAMUEL MORENO ROJAS.
LUIS GUILLERMO GIRALDO H”.
El 28 de
diciembre del 2000 es asesinado Diego Turbay Cote, su madre y sus escoltas en
la vía Puerto Rico-San Vicente del Caguán, hecho endilgado a alas FARC, lo
generó incertidumbre en torno a unos diálogos de paz que no avanzaban; el año
2001 empezó con mucha incertidumbre al respecto pero con la sorpresa el 30 de enero
durante una alocución del presidente por la televisión de proponer un nuevo
encuentro con Marulanda Vélez y visitar personalmente la zona de distensión,
cosas que hizo el presidente, durante los primeros días de febrero visitó todos
los municipios de la zona, habló con sus gentes, se dirigió a ellos por “Ecos
del Caguán” y el 9 de febrero se produce otro encuentro personal
Pastrana-Marulanda que da lugar al primer acuerdo de importancia desde que se
firmaron los pactos, el Acuerdo de los Pozos, que revivieron el proceso,
reactivó las mesas de negociación y descongeló los diálogos bajo las siguientes
condiciones:
TEXTO
DEL COMUNICADO CONJUNTO DEL GOBIERNO NACIONAL Y LAS FARC
Los Pozos (Caquetá), 9 feb (ANCOL).--- El siguiente es el texto del
documento suscrito hoy por el Gobierno Nacional y las Farc-EP.
"ACUERDO DE LOS POZOS.
1. El Gobierno Nacional y las Farc-EP ratifican su voluntad de continuar
el proceso de paz que busca la solución del conflicto por la vía del diálogo y
la negociación en procura de construir una Colombia en desarrollo y con plena
justicia social.
2. Tras una evaluación conjunta del proceso identificamos logros y
debilidades y coincidimos plenamente en que éste ha generado bases sólidas
sobre las cuales se debe continuar buscando la reconciliación nacional.
3. El Gobierno y las Farc-EP coinciden en la importancia de avanzar en
las discusiones sobre los mecanismos para acabar el paramilitarismo y disminuir
la intensidad del conflicto. Para tal efecto, la Mesa de Diálogo y
Negociación creará una comisión con personalidades nacionales que les
formulen recomendaciones en estas dos direcciones.
4. Las Farc-EP descongelan el funcionamiento de la Mesa de Diálogo y
Negociaciones.
5. Acordamos que la Mesa de Diálogo y Negociación reinicie sus labores
el 14 de febrero retomando los temas sustantivos de la Agenda y entre a
discutir el cese del fuego y las hostilidades.
6. Se agilizará la concreción del acuerdo humanitario que permita la
próxima liberación de soldados, policías y guerrilleros enfermos.
7. Con el fin de que las negociaciones no se vean interrumpidas, la Mesa
Nacional de Diálogos y Negociación creará de su seno una comisión encargada
de estudiar los hechos que afecten la marcha del proceso. Esta comisión
se
creará, a más tardar, el 15 de febrero.
8. La Zona de Distensión ha sido establecida exclusivamente para el
desarrollo del proceso con plenas garantías y seguridades para las
partes.
La Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, a más tardar el 15 de febrero,
creará un mecanismo de su seno que periódicamente evalúe el informe a la
opinión sobre el cumplimiento y el propósito de la zona.
9. Entendiendo la importancia de la
comunidad internacional para que el
proceso de paz en Colombia tenga
éxito, invitamos para el próximo 8 de
marzo a un grupo de países amigos y
organismos internacionales para
informarlos sobre el estado y
evolución del proceso e incentivar su
colaboración. La Mesa Nacional de
Diálogo y Negociación determinará la
regularidad de estas reuniones.
10. Las Farc-EP no se oponen a los proyectos de erradicación manual y de
sustitución de cultivos ilícitos pero reitera que un proceso tal debe
adelantarse de común acuerdo con las comunidades. El Gobierno Nacional y
las Farc coincidimos en la importancia estratégica de trabajar en la
protección y recuperación del medio ambiente.
11. El Gobierno Nacional y las Farc-EP invitan a las fuerzas políticas
firmantes del acuerdo de Caquetania, el día 28 de febrero, a reunirnos
en
Los Pozos para dinamizar el proceso. Reiteramos nuestra invitación a
todas
aquellas personalidades y organizaciones nacionales excépticas del mismo
a
intercambiar sobre los aportes de todos los colombianos a la
reconciliación
nacional.
12. La Mesa de Diálogo y Negociación podrá ser ampliada de común acuerdo
y
sesionará por lo menos tres veces a la semana.
13. Convocamos a todos los colombianos a rodear este esfuerzo común que
puede conllevarnos a la superación del conflicto que nos afecta.
Firmado en Los Pozos, el 9 de febrero de 2001.
ANDRES PASTRANA ARANGO
Presidente de la República
ARANGO MANUEL MARULANDA VELEZ
Farc-EP
Este
acuerdo dio lugar a un comunicado de la Mesa de diálogo en los siguientes
términos:
viernes, 9 de marzo de 2001.
Los Pozos (Caquetá)
COMUNICADO 27 DE LA MESA NACIONAL DE
DIALOGO Y NEGOCIACION
"La Mesa de Diálogo y
Negociación reunida en el
Corregimiento de Los Pozos,
Municipio de San
Vicente del Caguán, el 9 de marzo de
2001, y en
desarrollo del Acuerdo de Los Pozos,
suscrito por
el Presidente de la República,
doctor Andrés Pastrana,
y el Comandante en jefe de las
FARC-EP,
Manuel Marulanda, elaboró un
documento evaluativo
pormenorizado y conjunto, sobre el
desarrollo del
proceso de paz, que con la presente
se entrega a la
opinión pública. Este
documento sirvió de base para que en
desarrollo de la reunión, celebrada
el día de ayer,
el Gobierno Nacional y las FARC-EP
informaran a la
Comunidad Internacional sobre los
avances,
dificultades, fortalezas y retos a
futuro del
proceso.
En el marco de la
reunión, las partes presentaron
su propuesta sobre la
participación de países
amigos, y organismos
internacionales, y acordaron
informarlos regularmente
sobre el estado y
evolución del proceso.
En tal sentido, la Mesa
Nacional de Diálogo y
Negociación decide la
creación de una Comisión
Facilitadora de 10
naciones que, con una
frecuencia bimestral, se
reunirá con ella a fin
de informarla sobre la
marcha del proceso, y,
además, orientar, coordinar
y facilitar, entre
otros, una reunión semestral con
la totalidad de los
países amigos y recibir sus
apreciaciones en el
marco de un acompañamiento
moral, político,
económico y técnico e incentivar
su cooperación a través
de diferentes actividades.
De esta manera, el grupo
de países amigos y
organismos
internacionales, que podrá ser ampliado,
queda constituido por
Alemania, Austria, Bélgica,
Brasil, Canadá, Costa
Rica, Chile, Cuba, Dinamarca,
Ecuador, España,
Finlandia, Francia, Italia, Japón,
México, Noruega, Países
Bajos, Panamá, Perú,
Portugal, Reino Unido,
Suecia, Suiza, Venezuela y
el Estado Vaticano, así
como el Delegado Especial
del Secretario General
de las Naciones Unidas y la
Comisión Europea. De
ellos, la Comisión
Facilitadora queda
constituida, por la presente,
por los siguientes
países: Canadá, Cuba, España,
Francia, Italia, México,
Noruega, Suecia, Suiza y
Venezuela.
La Comisión Facilitadora
tendrá un país como
Coordinador Ejecutivo,
que será rotativo conforme a
los mecanismos que se
adopten para su organización
y desempeño, por la Mesa
Nacional de Diálogos y
Negociación. Para
efectos de lo anterior, la Mesa
Nacional de Diálogos y
Negociación, invita a la
Comisión Facilitadora,
para el próximo miércoles 21
de marzo.
La Mesa agradece el
respaldo de la Comunidad
Internacional y saluda
su disposición a vincularse
activamente al proceso.
Por el Gobierno, Por las
FARC-EP
LUIS FERNANDO CRIALES
SIMON TRINIDAD
JUAN GABRIEL URIBE
JOAQUIN GOMEZ
RAMON DE LA TORRE
ANTONIO LOZADA
LUIS GUILLERMO GIRALDO
ANDRES PARIS GRAL. (R)
JOSE GONZALO FORERO ALFONSO
LOPEZ C.
El texto completo de la evaluación del proceso de paz
hasta el momento fue el siguiente:
"EVALUACION
DEL PROCESO DE PAZ ENTRE EL GOBIERNO NACIONAL Y LAS FARC-EP POR PARTE DE LA
MESA NACIONAL DE DIALOGOS Y NEGOCIACION
A.INTRODUCCION
A dos años de instalada la Mesa Nacional de
Diálogos y Negociación hemos realizado una evaluación del proceso de paz, que
queremos compartir con todos los colombianos y la comunidad internacional.
Luego de 36 años de conflicto armado y
casi una década de clausuradas lasconversaciones, los encuentros entre el
Presidente de la República, doctor Andrés Pastrana, y el comandante en jefe de
las FARC-EP, Manuel Marulanda, le dieron
curso al diálogo y la negociación al más alto nivel posible, lo que
se constituye en una garantía y un activo del proceso de paz.
En el sentido de lo anterior,
resaltamos la reunión del pasado 8 y 9 de febrero en la que, a través
del Acuerdo de Los Pozos, se generó una
nueva dinámica, sentó bases más firmes y sólidas, y se
dieron oportunas salidas al proceso. Sobre
esta realidad, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación comprende que se ha
iniciado una nueva etapa que permite continuar, con solidez y decisión,
el camino de la reconciliación nacional, capitalizando la experiencia
acumulada con base en los aciertos y debilidades que han acompañado al proceso.
B.ASPECTOS POSITIVOS
1.La Paz Asunto Prioritario. En tal sentido, el proceso ha logrado poner
la paz como fundamento prioritario para el
país, se ha convertido en tema esencial de la agenda colombiana, y
preserva la conciencia nacional acerca de
la importancia y necesidad de obtener profundos cambios políticos
sociales y económicos, que implican compromisos y mantiene su viabilidad.
2.Solución Política Así mismo, ha generado
la posibilidad de trabajar para cesar el conflicto, construir un
camino diferente al de la guerra, y mantener vigente la opción de la
solución política como la mejor alternativa. Este es un avance sustancial
si se tiene en cuenta que la salida negociada al conflicto se había
cerrado por casi una década, y que no aparecía camino diferente al
de la confrontación abierta y en escalada. Como consecuencia de su trabajo, la
Mesa Nacional de Diálogos y Negociación, viene debatiendo los temas
sustanciales de la Agenda, y ambas
partes han presentado sus respectivas propuestas sobre el cese al fuego y
de hostilidades.
3.Política de Estado Hoy, el
Proceso de Paz es una política de Estado. Así, desde el comienzo de
los diálogos, se ha ampliado el espacio indispensable
para crear confianza entre las partes de la Mesa, requisito básico
de todo proceso de esta naturaleza.
A partir de allí, hemos logrado serios y
adecuados mecanismos de diálogo y negociación,
entre ellos varios de procedimiento que, en otros países, llevaron varios
años de discusiones y rupturas, como la metodología, la construcción de una
sede, mecanismos de información pública y canales de participación
ciudadana, que han permitido una interlocución nacional e
internacional. En la actualidad, además, este cuenta con una zona
donde dialogar y negociar en el territorio nacional;
una Mesa de Diálogos y Negociación, en la que el
Presidente ha designado como sus voceros personas de distintos sectores de la
sociedad, entre ellos, de la iglesia católica, los partidos
políticos, militares en retiro y empresarios; Una Agenda Común, un
Comité Temático Nacional con nutrida representatividad en la sociedad colombiana;
un Comité de Apoyo Político al máximo nivel directivo; y una serie de
instrumentos, entre ellos el de las Audiencias Públicas, que,
paulatinamente, han llevado el proceso a la sociedad y han permitido la
expresión de los diferentes sectores del país, así como su representación en
sus diversas instancias.
4.Interlocución General
Existe, por lo tanto, una interlocución general con participación de la
Iglesia Católica, funcionarios, gobernadores y alcaldes, parlamentarios,
empresarios, sindicatos, partidos y movimientos políticos,
universidades, mujeres, gente de la cultura, organizaciones no
gubernamentales, periodistas y diversas delegaciones civiles, que se seguirán
nutriendo a la medida que el proceso continúe avanzando.
5.Agenda Común Mención
especial merece el acuerdo acerca de la agenda común para el cambio hacia una
nueva Colombia, herramienta de trabajo básica
que ha generado consenso sobre la imperiosa necesidad de construir una
patria democrática, pluralista, con justicia social y pacífica, que garantice
las bases hacia la reconciliación y la unidad nacionales.
6.Participación Internacional El proceso de paz, de otro lado, no solo ha
originado grandes expectativas internacionales, sino que, desde su
misma instalación, se ha venido abriendo al exterior de manera
gradual y positiva a través, entre otros de la Audiencia Internacional
sobreCultivos Ilícitos, la interlocución con diferentes países,
reiteradas conversaciones con el Delegado Especial del Secretario General
de la ONU, la gira los miembros de la Mesa por Europa, y múltiples personalidades de la vida política
empresarial y económica de diferentes países del mundo.
Comprendiendo la importancia
de la comunidad internacional para que el proceso de paz en Colombia
tenga éxito, hemos acordado la participación de países amigos, y
organismos internacionales, para informarlos regularmente sobre el estado
y la evolución del proceso e incentivar su colaboración. La Mesa
Nacional de
Diálogo y Negociación les propone la
creación, de su seno, de un grupo de 8 naciones que, con
una frecuencia bimestral, se reunirá con la mesa a fin
de informarse sobre la marcha del proceso y, además, orientar, coordinar y
facilitar una reunión semestral que se realizará con la totalidad de
ellos.
7.Responsabilidad
Compartida En esa vía, un logro importante a la solución de los problemas
que aquejan a la sociedad colombiana, ha sido la aceptación el
principio de la responsabilidad compartida en el tráfico de narcóticos que atañe
a los países consumidores, y a los que sin ser productores facilitan la
distribución de precursores, sirven de intermediarios financieros y toleran el
lavado de activos que este negocio genera, según lo reconocieron los delegados
de gobiernos europeos, latinoamericanos, del Canadá y Japón,
participantes en la Audiencia Internacional sobre Cultivos Ilícitos y Medio
Ambiente. Tal como reitera la Declaración de los Países y Organismos
Internacionales en la Audiencia pública Internacional, hay la necesidad de un
enfoque global y equilibrado del problema del
narcotráfico basado en los principios de
responsabilidad compartida y de cooperación
internacional entre países productores y
consumidores de droga (junio 30 2000) . En concordancia con lo anterior,
las FARC-EP ha suscrito, en el Acuerdo de los Pozos, que no se oponen a
los proyectos de erradicación manual y de sustitución de cultivos
ilícitos, reiterando que tal proceso debe adelantarse de común
acuerdo con las comunidades. Y, a su vez, ambas partes han coincidido en la
importancia estratégica de trabajar en la protección y recuperación
del medio ambiente.
C.NUEVA DINAMICA
1.Acuerdos Hoy no es suficiente con
mantener la expectativa nacional e internacional sobre la solución
política, y resulta indispensable llegar a acuerdos de envergadura,
porque son ellos y solo ellos, los que verdaderamente alimentan
y consolidan el proceso.
2.Negociar en Medio del
Conflicto El proceso tiene complejidades, entre ellas, negociar en medio
del conflicto. En esa dirección, la Mesa Nacional
de Diálogos y Negociación, viene trabajando, con discreción y
rigor, en la discusión del cese al fuego y las hostilidades, en el
entendido de que este es un instrumento para generar un nuevo
escenario que permita, de manera adecuada, buscar el objetivo prioritario de la
Mesa: la paz con justicia social.
A su vez, la Mesa Nacional de
Diálogos y Negociaciones, creó la Comisión Auxiliar de Casos Especiales
para no distraer el objetivo mencionado e impedir que las negociaciones se
vean interrumpidas.
3. Agenda En la actualidad la Mesa Nacional de
Diálogos y Negociación, adelanta las
conversaciones sobre el modelo de
desarrollo económico y social, cuyo propósito integral es el crecimiento económico,
la generación de empleo, la distribución del ingreso y el desarrollo social. En
tal sentido, ha acordado como metodología la presentar las
propuestas de las partes, analizar las iniciativas recogidas en las Audiencias
Públicas y recibir información de expertos en las materias respectivas.
4.Zona de Distensión Capítulo especial merece la zona de distensión. Dictada
por decisión autónoma del Presidente de la República, se creo,
exclusivamente, como una herramienta para el desarrollo del diálogo y la
negociación, con plenas garantías y seguridad para las partes, condiciones
esenciales del mismo. Alrededor de esta se han suscitado polémicas,
cuestionamientos y críticas. Sobre el tema, la Mesa Nacional de Diálogos
y Negociación, está estudiando los métodos que, de común acuerdo,
permitan evaluar los asuntos que se presenten sobre
ella. Como parte de ellos, la Mesa visitará las comunidades y alcaldías
de los 5 municipios, para analizar sus
inquietudes y apreciaciones. Pobladores del área, a través de
marchas, documentos y declaraciones, han manifestado su apoyo a este
proceso de paz y de la zona.
5.Audiencias Públicas Las Audiencias
Públicas, como mecanismo de vinculación de la sociedad al
proceso de paz, han jugado un papel fundamental. En la
actualidad, y con miras a desarrollar el bloque temático de distribución del
ingreso y desarrollo social, se viene estudiando el enriquecimiento y
diversificación de su formato para ampliar y facilitar la vinculación de los
diferentes sectores de la sociedad. Observamos, también, amplia discusión
nacional sobre los instrumentos del
proceso, pero muy poca sobre los temas de
la Agenda. Promocionar diferentes formas de
análisis de su contenido y abrirle campo en los más diversos
espacios, permitirá seguir poniendo la paz con justicia social, en el corazón
del transcurrir colombiano.
Con el objeto de acercar más el
proceso a la participación directa de todos los colombianos, la Mesa
Nacional de Diálogo y Negociación, de acuerdo con las condiciones, podrá
programar audiencias públicas en otras áreas del país, distintas a la
zona de distensión o en el exterior, con colombianos residentes allí.
6.Comité de Apoyo Político Con el objeto de
generar una fluida información hacia los grupos y
movimientos políticos del país, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación
amplió la representación a los grupos
independientes y del Frente Social, y dentro de la política nacional y de
Estado, mantendrá reuniones paulatinas del comité político, como la
sostenida el pasado 28 de febrero, con base en el Acuerdo de
Caquetania.
7.Disminución del Conflicto Tanto el
Gobierno como las FARC-EP han coincidido en la importancia
de avanzar en las discusiones sobre los
mecanismos para acabar con el
paramilitarismo y disminuir la intensidad
del conflicto. En tal sentido, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación
estudia la creación de una comisión con personalidades nacionales, que
formulen recomendaciones en estas dos direcciones.
D.CONCLUSION
La Mesa Nacional de Diálogos y
Negociación entiende que su responsabilidad está en luchar porque
la Agenda mantenga su papel fundamental,
buscar entendimientos en torno al cese al fuego y hostilidades, encontrar
objetivos comunes intermedios e iniciativas creativas para impulsar y
madurar el proceso, y generar planes de trabajo conjunto. Por lo tanto se
declara abierta a todos los aportes constructivos de los diversos
sectores de la sociedad colombiana y del grupo de los países amigos. La Mesa, a
través de esta evaluación, continua buscando caminos de reconciliación
y destacamos, consecuentemente, que el Gobierno Nacional y
las FARC-EP, ratifican su voluntad de avanzar en el proceso, fruto de su
construcción bilateral y trabajo mutuo, en búsqueda de una paz con
justicia social, firme y duradera.
Este acuerdo fue de vital importancia por el
importante papel que cumpliría la Comisión Facilitadora en los momentos más
álgidos de la crisis del proceso de paz, ella con su influencia diplomática y
su autoridad motivó al gobierno en los momentos más álgidos de desánimo.
D. DE FEBRERO
9 AL 5 DE NOVIEMBRE DEL 2001
Esta es una nueva etapa, por la importancia del
acuerdo de Los Pozos, por los nuevos protagonistas y por los compromisos de los
actores en la búsqueda del cese a fuego y la discusión sobre la agenda común,
culmina el 5 de noviembre con la firma del acuerdo de San Francisco de la
Sombra. La Comisión de Notables serviría también para reforzar el proceso y este
se oxigenaría por la prorrogación de la zona de distensión hasta el 9 de
octubre.
El 8 de marzo
se presenta una importante reunión de la comunidad internacional de 28 países
en un encuentro en Villa Nueva Colombia, para informarles sobre el avance del
proceso y el 21 de marzo la reunión es en pleno con los 10 países de la
Comisión facilitadora; el 2 de junio se
produce el hecho más importante de esta etapa, ya que fue un acto de distensión , el acuerdo
entorno a la liberación de362 policías y 15 guerrilleros, la primera liberación
se produjo el 5 de junio, al ser dado en libertad el coronel Alvaro León
Acosta, enfermo desde su cautiverio a ser derribado el helicóptero en que
viajaba, fue dejado en libertad con varios uniformados y el 16 de junio en Valledupar
son liberados 14 guerrilleros y llevados a la zona de distensión; el 17 y 18 de
junio fueron liberados 29 efectivos del estado en los departamentos de
Antioquia y Santander y finalmente el 28 de junio se produjo la mayor
liberación, 242 miembros de la fuerza pública en La Macarena, en un acto que no
solo generó expectativas positivas, sino todo un jolgorio en el que fue
levantado en hombros el Presidente Pastrana en una de las brigadas donde se
dirigió a los uniformados y sus familiares, en un discurso que terminó
desmotivando a la FARC, porque se refirió mal a ellos, algo delicado en un
momento de búsqueda de una negociación definitiva, sin embargo el ambiente con
respecto al proceso fue altamente positivo.
Varios operativos de las FARC, causan escándalo internacional, uno de ellos
el secuestro en un vehículo de las Naciones Unidas del exgobernador del
Caquetá, Alan Jara, el 15 de julio; el 18 de tres ciudadanos alemanes en el
Cauca, el secuestro de Consuelo Araujo Noguera, la captura el 12 de agosto de
tres irlandeses provenientes de la zona de distensión acusados de entrenar
guerrilleros; en el mes de septiembre, el 27 la Comisión de Notables entrega el
informe más importante sobre el Proceso de Paz con recomendaciones
trascendentales que en verdad, no fueron tenidas en cuenta; otro escándalo se
presenta el 28 de septiembre, cuando no es dejado ingresar a la zona de
distensión el candidato Horacio Serpa, quien se dirigía a una manifestación
electoral en San Vicente, más como un acto de provocación y oposición a
Pastrana por sus fuertes críticas al proceso; el peor de todos se presentó un
día después, el 29 de septiembre, cuando las FARC asesinaron a Consuelo Araujo
Noguera, tradicional cacica política de la Costa Atlántica y exministra de
Pastrana; la motivación entorno al proceso se desvaneció, por la lógica actitud
de los medios que enfilaron sus críticas sobre la zona de distensión, sin
embargo, motivó a los actores a “buscar la Paz en Paz”, lo que se reflejó en la
firma del acuerdo de San Francisco de la Sombra, el 5 de octubre del 2001 y cuyo contenido versa así:
"Acuerdo de San Francisco de la Sombra
para concretar y consolidar el Proceso de Paz
En área rural del Municipio de San Vicente del Caguán, se reunieron, por
parte del Gobierno Nacional, el Alto Comisionado para la Paz, Camilo Gómez, y
el Asesor Especial Juan Gabriel Uribe, y por parte de las FARC-EP su Comandante
en Jefe Manuel Marulanda Vélez, y sus Voceros en la Mesa de Diálogo y
Negociación Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Simón Trinidad, Carlos Antonio Lozada,
Andrés París y los Comandantes Jorge Briceño e Iván Rios, considerando:
A. Que la solución política negociada al conflicto social y armado es la
vía adecuada para resolver la crisis por la que atraviesa el país y constituye
el más grande anhelo nacional.
B. Que el proceso de paz requiere de un ambiente propicio sin
confrontación armada entre ambas partes.
C. Que los actuales niveles de la confrontación hacen indispensable
lograr acuerdos que lleven a la disminución del conflicto.
D. Que el Gobierno reitera de manera enfática y categórica su rechazo a
todo tipo de secuestro, tanto el de parlamentarios, como servidores públicos o
de cualquier otra persona y dentro del estudio de la tregua con cese de fuego y
hostilidades el Gobierno lo planteará como una prioridad.
E. Que somos conscientes de la responsabilidad histórica ante el pueblo
de Colombia que en medio de las dificultades y sacrificios, mantiene la fe y la
esperanza de vivir en un país en paz con justicia social, que supere las
grandes diferencias económicas, políticas y sociales que mantienen enfrentados
a los colombianos.
F. Que a lo largo del proceso hemos logrado crear valiosos instrumentos
para obtener estos propósitos. El fundamental: La Agenda Común por el Cambio
Hacia una Nueva Colombia.
G. Que entendemos que este es un momento crítico que exige definiciones,
aportes y sin duda una nueva dinámica para el proceso de diálogo y negociación.
ACORDAMOS
1. Abocar de inmediato el estudio integral del documento de
recomendaciones presentado por la Comisión de Personalidades, que contiene
temas como la tregua con cese de fuegos y hostilidades, el secuestro, las
acciones para acabar con el fenómeno del paramilitarismo y la eventual
convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, sin detrimento de la
Agenda Común. Las partes valoran altamente los demás instrumentos que
enriquecen su trabajo y que están en discusión sobre la Mesa.
2. En esta nueva etapa, consideramos de la mayor importancia invitar a
los candidatos presidenciales y a los movimientos y partidos políticos para
referirse a los temas anteriores, dar sus aportes al proceso en curso e
intercambiar ideas sobre el momento político del país.
3. De la misma manera, la Mesa invitará a los distintos sectores de la
vida nacional para dar sus aportes al proceso en curso.
4. La Mesa invita al Consejo Nacional de Paz para realizar un
intercambio de opiniones sobre los mismos temas.
5. La Mesa intensificará su trabajo y en la primera reunión desarrollará
un cronograma para el análisis de los documentos mencionados y para el
desarrollo de las actividades descritas. Se realizará una evaluación mensual
acerca de los avances obtenidos en las discusiones de los temas mencionados y
se informará a la opinión pública al respecto sin perjuicio de los mecanismos
de información anteriormente acordados.
6. Reiteramos que la Zona de Distensión tiene como único propósito
adelantar el diálogo y la negociación. En ese sentido ratificamos:
A. Que la única autoridad sobre esta Zona la ejercen los alcaldes
democráticamente elegidos y los demás funcionarios municipales sin perjuicio de
la ejercida por el Gobierno Nacional. Así mismo las FARC ratifican su
compromiso a respetarlos.
B. Que los alcaldes de la Zona junto con la policía cívica y los
inspectores de policía ejercen las funciones de policía y las FARC ratifican su
compromiso de respetarlos.
C. En la Zona de Distensión todos los candidatos, así como los
pobladores de estos cinco municipios pueden realizar sus actividades políticas
y electorales.
D. La Mesa promoverá, junto con los Alcaldes de los municipios de la
Zona de Distensión, la realización de reuniones abiertas para que los
pobladores de la Zona manifiesten sus inquietudes sobre ésta, a las cuales
podrá invitar observadores.
7. Lo anterior se expresa sin perjuicio de las facultades propias que le
corresponden al Presidente con relación a la Zona de Distensión.
8. Las FARC expresan y ratifican que las denominadas pescas milagrosas
en las vías, no hacen parte de su política. En ese sentido, las FARC darán las
instrucciones a todos sus integrantes de no realizar este tipo de actividades.
9. Los firmantes de este acuerdo hacen un llamado a todos los
colombianos para no cesar en el empeño de una salida política al conflicto
colombiano. Octubre 5 de 2001.
Firman: POR EL GOBIERNO NACIONAL:
Camilo Gómez Alzate, Alto Comisionado para la Paz.
Juan Gabriel Uribe, Asesor Especial.
POR LAS FARC-EP
Manuel Marulanda Velez, Comandante en Jefe de las FARC-EP.
Voceros de las FARC-EP:
Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Simón Trinidad, Andrés París y Carlos Antonio
Lozada. Comandantes: Jorge Briceño e Iván Rios".
A. DEL 5 DE NOVIEMBRE
DEL 2001 AL 20 DE FEBRERO DEL 2002:
CRISIS Y FIN DEL PROCESO
El
acuerdo de San Francisco dio lugar a la prorroga de la zona de distensión desde
el 15 de octubre del 2001 hasta el 20 de enero del 2002, lapso que significó la
quiebra radical del proceso. Desde allí
la discusión en torno al cese al fuego va a ser lo prioritario; sin embargo,
los problemas se inician cuando el gobierno decide imponer controles sobre la
zona de distensión, entre ellos no
permitir que entraran extranjeros a la zona si no fuese con permiso
gubernamental, aumentar los retenes hacia ella, controlar el ingreso de
alimentos, realizar sobre vuelos en la zona.
Desde este momento el debate giró entorno a las garantías para la
estadía en la zona de distensión por las FARC quienes repudiaron abiertamente
la decisión del gobierno, inclusive a mediados de noviembre envió Marulanda
Vélez a Pastrana una carta contundente con condiciones para continuar con las
negociaciones en donde afirmaba, a raíz de las controles impuestos en la zona
de distensión: “En caso de no aceptar nuestras propuestas es necesario acordar
un día para reunir la mesa en pleno, hacer un balance de la situación de la
zona y entregar las cinco cabeceras municipales”, sus propuestas giraban
entorno a no imponer controles sobre la zona;
a los pocos días la comisión de notables presentó su informe de recomendaciones,
el 15 de octubre, advirtieron que el proceso entraría en una crisis
irremediable sino se tomaban ciertas medidas, para ellos era prioritario el
cese al fuego. Ya que la guerra torpedeaba el proceso, advertían que sino había
tregua, el proceso moría, inclusive propusieron mecanismos de localización de
las tropas de ambos bandos con la intensión de acabar en una tregua con la
movilidad de ambos bandos, describieron condiciones a las FARC, mecanismos de
financiación de la guerrilla en tregua, manejo del tiempo, la necesidad de una
Constituyente y la ampliación de la agenda de discusión.
Lógicamente
las condiciones para el proceso habían cambiado a raíz de los atentados del 11
de septiembre en Nueva York, Pastrana tenía en George W. Bush un aliado
perfecto para seguir desarrollando la guerra, ello en buena parte explica
porque es el propio presidente Pastrana el encargado de provocar el proceso en
un momento en que recién se había firmado el acuerdo de San Francisco. La agudización de la enfermedad terminal del
hijo del policía en cautiverio Norberto
Pérez, le exigió a este el querer ver por última vez a su padre, situación
manipulada por los medios ampliamente quienes propusieron la liberación del
cabo para alegrar al niño Andrés Felipe
Pérez, mostraron al niño en su estado de gravedad y “tirofijo” propuso el
intercambio por un guerrillero, lo que no fue aceptado por el gobierno; el 28
de diciembre fallece el niño, hecho plenamente aprovechado por los medios de
comunicación para lanzarse en una crítica demoledora apoyada por la extrema
derecha sobre el proceso y la zona de distensión, desde allí los acuerdos no
estuvieron en su mejor momento, la
discusión más álgida empezó en los primeros días del mes de enero del 2002.
América
Latina ya estaba presenciando la crisis argentina, que se había desatado desde
finales de diciembre y que durante todo enero representó algo bochornos y
escandaloso pero motivante para las FARC; la aplicación del modelo neoliberal y
la bancarrota del Estado por la corrupción y ell endeudamiento externo,
mostraron lo que en el futuro sería la situación de muchos países
latinoamericanos entre ellos Colombia: la crisis social y económica. La desconfianza para negociar con un
presidente escandalizado por ser neoliberal, por las altas tasas de desempleo y
la corrupción alertaron a las FARC de que podrían estar favoreciendo un
político con muchos rasgos de los políticos argentinos. El hambre, la miseria, el corralito
financiero y sobre todo las grandes movilizaciones de piqueteros en Buenos
Aires le insinuaban a las FARC que la desmovilización de la guerrilla se
negociaría en condiciones desfavorables para las masas sociales y era mejor un
compás de espera para que estallaran esas esperadas condiciones objetivas de la
revolución que hacían posible el triunfo.
Desde
noviembre el país venía presenciando dos grandes esquemas para enfrentar la
guerrilla, por un lado los diálogos con esta, cuyo más significativo ejemplo
fue el oriente antioqueño, 23 alcaldes buscaron un acuerdo humanitario con los
grupos armados en encuentro programado con las comunidades, en contravía a la
decisión del gobierno central de no apoyarlos llegaron a un acuerdo de tregua
unilateral por el ELN, de no hostigar la policía, suspender atentados a la
infraestructura y los retenes en la autopista Medellín-Bogotá; en el otro polo
se decidió por la “resistencia civil” a la guerrilla; la iniciaron los
habitantes de Caldono al enfrentarse a las FARC el 10 de noviembre, también en
Bolívar, ambos en el Departamento del Cauca, noticia ampliamente publicitada,
ya que los habitantes salían a enfrentar directamente a quienes pretendían
tomarse sus pueblos, los hechos del 31 de diciembre en el corregimiento de Puracé, en los cuales
las FARC asesinaron al estudiante de derecho Jimmy Guauña, cuando organizó la
resistencia civil contra una toma de las FARC motivaron a los medios a reforzar
la campaña de no al diálogo y si a la resistencia; manifestaciones de protesta se desarrollaron
en Coconuco, Berruecos al norte de Pasto, Belén de los Andaquíes en el Caquetá; todo el mes de enero
fue de estímulo desde los medios e inclusive los militares para que la
población se enfrentara masivamente a la guerrilla en los momentos de las
tomas, la más grande se programo en todo el país el 20 de febrero, fecha de
rompimiento de los acuerdos.
Es
importante conocer detalladamente, día a día los diversos hechos para poder
comprender porqué se desvertebró el proceso de paz; a nuestro parecer los dos
actores no estuvieron interesados en mantenerlo puesto que a estas alturas la
coyuntura nacional e internacional y el desprestigio del proceso habían
cambiado las reglas del juego, sin embargo, los hechos cotidianos aceleraron la
ruptura en varias etapas, una que va desde los primeros días de enero hasta el
20 día en que se prorroga la zona de distensión hasta el 10 de abril y otra que
va del20 de enero al 20 de febrero,
exactamente un mes después día en que se liquida el proceso. Los intentos de distensión fueron inciertos
por las fuertes arremetidas de la guerrilla y las respuestas del ejército,
precisamente en momentos en que se anunciaba la crisis de la política de
negociar en medio de la guerra, pero también las claras indefiniciones y la
desconfianza de la guerrilla frente a un gobierno que tomó decisiones en
contravía a una salida negociada.
El
primero de enero no solo fue asesinado un concejal en Aguadas, Francisco López,
sino que se conoció la muerte de 8 militares cuando se desplazaban hacia
Coconucos en el Cauca, este hecho es el inicio de la más grande ofensiva
guerrillera y militar, estos últimos mataron en Fortul, Arauca a tres personas
por hacer caso omiso a un retén militar; los contactos guerrilla-gobierno se
iniciaron el 3 de enero en Los Pozos, como lo acordaron el 24 de diciembre y el foco de la discusión continuó siendo el
tema de las garantías por los controles establecidos por el gobierno el 17 de
octubre del 2001, fecha desde la cual estaba congelado el diálogo; al gobierno
le interesaba acelerar la tregua planteada en el acuerdo de San Francisco y las
FARC insistían en que mientras no se dieran garantías no habría diálogos; en
esta reunión se conocieron los aspectos más amplios de las divergencias
FARC-Gobierno, para la guerrilla quienes reclamaban el cese al fuego y las hostilidades,
callan frente a temas como el sistema económico, las políticas neoliberales, la
reforma política, el subsidio al desempleo, la intervención norteamericana, la
extradición, la corrupción el paramilitarismo y la solución concertada de los
cultivos ilícitos; en la reunión el alto comisionado Camilo Gómez reiteró la
decisión de mantener los controles sobre la zona de distensión, rodeada
totalmente de tropas estatales, lo que significaba un riesgo latente para los
jefes del Estado Mayor que veían en el avance del cordón militar y paramilitar
sobre la zona un riesgo a su propia existencia, se empezaba a vislumbrar
problemas con las restricciones a la entrada de alimentos y combustibles.
El
mismo día de la reunión se conocieron las presiones paramilitares en Samaná
(Caldas), donde fue destruido el único puente de comunicación y la bocatoma,
120 familias se desplazaron a la Dorada, el 6 de enero fue en El Tarra, Norte
de Santander, donde se desplazaron
numerosas personas hacia Ocaña y Convención por presiones paramilitares; el 8
de enero, Marulanda Vélez propuso un nuevo encuentro con Pastrana y envió
cartas a todos los sectores sociales y políticos del país en donde describía la
posición de las FARC frente al proceso, al Congreso de la República le escribió: “Vemos conveniente una reunión con los
presidentes de las cámaras del congreso para intercambiar opiniones. Realmente nos preocupa que mientras la
insurgencia y en particular las FARC-EP, busca soluciones políticas al
conflicto social y armado por medio de la mesa de diálogo, las mayorías del
congreso legislan en contravía de los intereses de los trabajadores, como lo
prueban las nuevas leyes laborales, pensionales y tributarias que afectan
principalmente a los obreros y empleados”;
“Vemos muy perjudicial para el futuro del país que las mayorías
bipardtidistas del parlamento sigan por el camino equivocado de aprobar
incrementos desmedidos de los gastos para la guerra interna, que significan
además recortes a los presupuestos de la educación y la salud y como si fuera
poco, el Congreso aprueba una ley de seguridad nacional y faculta al presidente
para que reglamente un nuevo estatuto antiterrorista, mientras tanto la
corrupción sigue campeante en los recintos del congreso”.
En
carta a los gremios económicos les recordaron que más de 3 millones de
colombianos estaban desempleados y el 50% de la fuerza laboral del país
subutilizada, se han dejado intactos los privilegios de monopolios nacionales e
internacionales, los empresarios se han comprometido con el neoliberalismo que
ha empobrecido a 25 millones de colombianos, apoyan el presupuesto para la
guerra; en cara a los militares les recordaron sus vínculos con los
paramilitares y fustigaron su visión del proceso como rendición.
Al
tiempo, Pastrana recibía la donación de 14 helicópteros BlackHaw por Estados
Unidos en la base de Tolemaida e inauguraba el Comando Operativo de Acción
Integral del Sumapaz; el 10 de enero el proceso entró en declive, no se llegó a
ningún acuerdo en una nueva reunión y Camilo Gómez se apresuró a decir que las
FARC, desocuparían la zona de distensión en48 horas, o sea el 12 de enero, las
FARC afirmaban que la entregarían el 20 de enero, lo que generó una amplia
tensión en el país que pensaba que se avecinaba la guerra total, cuando desde
hacía dieciseis años estaban en ella, el tema de discordia seguía siendo el de
los controles, mientras la sociedad civil de la zona de distensión se sumía en
el miedo desde la intervención televisada de Pastrana que le puso plazo a las
FARC hasta el 12 de enero para tomar una decisión y hasta el 14 para retirarse
de la zona de distensión, se apreció la enorme movilización de 23.000 efectivos
militares, 35 helicópteros Blackhaw, 4 aviones de inteligencia , una flotilla
de inteligencia OV-10 y aviones tucanes, mientras tanto las FARC empezaron a
desmontar la sede de los Pozos y varios retenes, la tensión fue enorme y el
papel de los acompañantes internacionales empezó a dar sus frutos, largas
reuniones del asesor de la ONU James Lemoyne con los negociadores de las FARC,
mientras los países fronterizos tomaban medidas en los límites, especialmente
Ecuador, cerca de la zona de distensión fue asesinado el Alcalde de Puerto
Rico, Caquetá. Finalmente las FARC
aceptaron renunciar a su reivindicación
de desmontar los controles y se comprometieron a discutir sobre la tregua, lo
que trajo descanso a la población civil que empezaba a salir apresurada de la
zona de despeje por temor a sufrir los rigores de la guerra. El papel de la comisión internacional fue
vital, pero también la movilización de gentes del Caguán hacia los Pozos,
pidiendo la continuidad del proceso:
DECLARACION
DEL GRUPO DE PAISES FACILITADORES DESDE LOS POZOS
Los Pozos, 14 de enero de 2002 (ANCOL).- Como un servicio a sus
abonados, Ancol publica la declaración del Grupo de los Países Facilitadores en
el Proceso de Paz entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (Farc-Ep), leída hoy aquí por el embajador de
Francia, Daniel Perfait.
"El Grupo de Países Facilitadores --integrado por Canadá, Cuba,
España, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela-- reconoce
los esfuerzos de las partes en el mantenimiento del proceso de paz, apoya con
firmeza la salida política negociada al conflicto colombiano y está empeñada en
la actual difícil coyuntura a hacer todo lo necesario para que el mismo
continúe y se profundice.
El Grupo de Países Facilitadores ha constatado que:
A) El presidente de la República, Andrés Pastrana, ha manifestado que
las garantías para el desarrollo de la negociación en la Zona de Distensión
están dadas.
B) Las Farc-Ep le han manifestado al Grupo de Países Facilitadores que
aceptan las garantías para el desarrollo del diálogo y la negociación en la
Zona de Distensión.
Así mismo, el Gobierno y las Farc-Ep le han transmitido al Grupo de
Países Facilitadores su determinación de poner en práctica de forma inmediata
el Acuerdo de San Francisco de la Sombra y de llegar en breve plazo a acuerdos
concretos.
Por lo anterior, el Grupo de Países Facilitadores expresa que existen
las condiciones para reiniciar de inmediato los trabajos de la Mesa.
El Grupo de Países Facilitadores exhorta a las partes a confirmar los
compromisos de esta declaración.
14 de enero de 2002".
La
guerra no dejó de estar presente, el 12 de enero día de tensión por lo incierto
del futuro del proceso de paz, una pipeta de gas con dinamita fue lanzada sobre
el distrito militar 54 en Granada, Meta, que dejó 39 heridos, 23 militares y 16
civiles, entre ellos un bebe de 9 meses, varios barrios destruidos ; el 14 de
Enero murieron 9 agentes durante un ataque al municipio de San José de Albán en
Nariño y en Santa Marta murieron dos civiles cuando paramilitares lanzaron una
granada, Entre el 14 y el 20 de enero se
selló el compromiso entre las partes de establecer un cronograma de trabajo que
condujera a acuerdos sobre el cese al fuego según se estableció en el acuerdo
de San Francisco citado constantemente por ambas partes; el ambiente de tensión
se agudizó el 16 de enero, cuando un grupo de seis congresistas norteamericanos
prometieron contribuir para que la ayuda militar del Plan Colombia se utilizara
en la guerra contra la insurgencia, el 17 de enero una flotilla aérea llegó a
Neiva, helicópteros de alto poder para controlar por el aire los alrededores de
la zona de distensión; el interés del gobierno se centraba en la tregua y el
cese de hostilidades y luego la discusión sobre las reformas, para la guerrilla
un cese de hostilidades debía incluir el subsidio al desempleo, la depuración
de las Fuerzas Armadas, el fin de las privatizaciones, la no extradición, el
canje entre otros.
Los
operativos militares de la guerrilla aumentaron, el Meta quedó en la oscuridad
por la voladura de torres de energía que afectaron a su capital Villavicencio y
16 municipios más, se vivió una racha de ataques contra oleoductos, un
carrobomba destruyó un importante puente en el Ariari, el 16 de enero murieron
6 soldados en Tadó (Chocó), fuerte enfrentamientos FARC_AUC en Dabeiba
(Antioquia) desplazaron población, hubo
atentados a los oleoductos en Boyacá y Arauca,
atentado a gasoducto en la vía Payoa-Bucaramanga, 3 soldados muertos en
el Cauca, los bloqueos del ELN a las carreteras en Nariño incomunicaron 11
municipios, hubo combates FARC-Ejército en Caldono (Cauca).
Finalmente
el 21 de enero se conocieron los resultados de las reuniones del alto
comisionado, el delegado de la ONU y los representantes de las FARC, el
presidente decidió prorogar la zona de distensión hasta el 10 de abril, debido
a un acuerdo que comprometía a las FARC ha establecer mecanismos para acelerar
la tregua y a la presentación de un cronograma de actividades claramente
definido, como se nota en el documento:
ACUERDO DE HOY TIENE METAS Y FECHAS PARA LLEGAR A LA PAZ: PARFAIT
Los Pozos (Caquetá), 20 de enero de 2002 (ANCOL).- El Grupo de Países
Facilitadores del Proceso de Paz declaró esta noche su complacencia por la
suscripción del 'Acuerdo de Cronograma de Consenso para el Futuro del Proceso
de Paz' entre el Gobierno Nacional y las Farc.
Daniel Parfait, embajador de Francia en Colombia y coordinador de este
grupo facilitador del proceso, resaltó que este acuerdo tiene metas y fechas
definidas para que la negociación avance.
"Durante toda la semana hemos trabajado mucho. De manera
desinteresada y con toda nuestra energía por el bien de Colombia. Hemos
trabajado como si fuéramos colombianos. Esta noche nos sentimos colombianos.
Sentimos alegría y felicitamos a las partes porque tuvieron la sabiduría de
encontrar una salida en una situación sin salida", comentó Parfait.
"Sentimos una gran alegría porque tras el acuerdo se abre un
espacio nuevo. El acuerdo de hoy es un acuerdo concreto, con metas y fechas
para llegar a la paz. El camino está trazado".
El
diplomático expresó la determinación de la comunidad internacional de continuar
acompañando el proceso. "A pedido de las partes, continuaremos acompañando
el proceso en este camino. Estamos convencidos de que el pueblo colombiano y la
comunidad internacional esperan avances concretos y confiamos que Colombia
salga lo más pronto posible de la situación actual. Estamos totalmente
dispuestos a continuar con nuestro papel de facilitadores", puntualizó
Parfait.
El Gobierno Nacional y los voceros de las Farc-Ep reunidos durante los
días 19 y 20 de enero de 2002 en la inspección de los Pozos, municipio de San
Vicente del Caguán, en presencia de la Comisión Facilitadora Internacional, la
ONU y la Iglesia Católica, y
CONSIDERANDO
1. Que las Partes reiteran que la salida política negociada es la vía
para resolver el conflicto armado en Colombia, para lo cual harán todo su
esfuerzo por continuar trabajando en un ambiente de confianza mutua, con el
ánimo de concretar acuerdos, que permitan avanzar en el desarrollo del proceso.
2. Que la Agenda Común hacia el Cambio por la Nueva Colombia es el
documento fundamental en el proceso de diálogo y negociación entre el Gobierno
Nacional y las Farc.
3. Que las Partes en el Acuerdo de San Francisco afirmaron que el
proceso de paz requiere de un ambiente propicio y sin confrontación armada.
4. Que es indispensable llegar a acuerdos que lleven a la disminución
del conflicto.
5. Que las Partes han reconocido que dicho Acuerdo, así como el
Documento de Recomendaciones de las Personalidades, trazan una ruta adecuada
para el desarrollo inmediato y la profundización del proceso de paz.
6. Que en el Acuerdo de San Francisco, el Gobierno Nacional y las
Farc-Ep acordaron abocar de inmediato el estudio integral del documento de
recomendaciones presentado por la Comisión de Personalidades.
7. Que las Partes consideran que se hace necesario desarrollar dicho
Acuerdo en el sentido del acompañamiento político, invitando a los candidatos
presidenciales, los movimientos y partidos políticos, al Consejo Nacional de
Paz y a los distintos sectores de la vida nacional, que las Partes acuerden,
con el propósito de dar sus aportes al proceso en curso.
8. Que las Partes acordaron abocar de manera inmediata e integral el
desarrollo del documento presentado por la Comisión de las Personalidades el
pasado 17 de septiembre.
9. Que igualmente corroboramos la vigencia de los siguientes documentos
ya firmados por las Partes: el Acuerdo de Caquetania suscrito el 2 de mayo de
1999, el Acuerdo de los Pozos suscrito el 9 de febrero de 2001 y el Acuerdo de
San Francisco de la Sombra suscrito el 5 de Octubre de 2001.
10. Que dentro del Acuerdo de los Pozos se dice en el punto 10: 'Las
Farc-EP no se oponen a los proyectos de erradicación manual y sustitución de
cultivos ilícitos, pero reiteran que un proceso tal debe adelantarse de común
acuerdo con las comunidades. Gobierno Nacional y Farc-EP coincidimos en la
importancia estratégica de trabajar en la protección y recuperación del medio
ambiente.
ACUERDAN
1. La Mesa Nacional de Diálogo y Negociación abocará de inmediato el
estudio de la tregua con cese de fuegos y hostilidades, de conformidad con el
documento de recomendaciones de las personalidades.
2. Incorporar de forma inmediata el tema del secuestro como componente
inseparable de la propuesta presentada por la comisión de personalidades a la
Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, en el marco de la discusión de la
tregua con cese de fuego y hostilidades.
3. Incorporar de forma inmediata el tema del fenómeno del paramilitarismo
como componente inseparable de la propuesta presentada por la comisión de
personalidades a la Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, en el marco de la
discusión de la tregua con cese de fuego y hostilidades.
4. En el desarrollo de la discusión del tema de tregua con cese de
fuegos y hostilidades las partes podrán presentar propuestas encaminadas a la
disminución del conflicto.
5. Hacen parte de los insumos de la Mesa para continuar su discusión:
las propuestas intercambiadas sobre cese al fuego y hostilidades, el documento
de recomendaciones de la comisión de personalidades a la Mesa Nacional de
Diálogo para el estudio conjunto de las partes, y la propuesta presentada por
las Farc-EP sobre subsidio a los desempleados, mientras se logran acuerdos definitivos
acerca del desempleo.
6. Invitar a los candidatos presidenciales, a los movimientos y partidos
políticos y al Consejo Nacional de Paz para dar sus aportes al proceso en curso
e intercambiar ideas sobre el momento político del país, de acuerdo con lo
convenido en San Francisco.
7. Las Partes conformarán, de común acuerdo, una Comisión Internacional
de acompañamiento que permita servir de verificadores de los acuerdos y para
superar cualquier inconveniente que se pueda presentar, según lo señalado en el
Acuerdo de Caquetania.
8. De acuerdo con lo pactado en el Acuerdo de San Francisco las Partes
producirán informes mensuales que serán presentados a la opinión pública,
señalando los principales aspectos relativos a los avances de los diálogos y negociaciones.
9. Reiniciar las audiencias públicas y las mesas redondas sobre los
temas que la Mesa de Diálogos y Negociación acuerden.
10. Para desarrollar los objetivos aquí pactados, la Mesa Nacional de
Diálogos y Negociación se fija como meta llegar a la firma de acuerdos
concretos sobre tregua con cese de fuegos y hostilidades a partir de la
disminución del conflicto, teniendo como fecha para lograrlo el 7 de abril de
2002. Para ello, se seguirá el siguiente cronograma de trabajo:
La Mesa Nacional de Diálogos y Negociación sesionará regularmente de
miércoles a viernes. Sin embargo, por acuerdo entre las Partes estos días
podrán ser modificados.
Discusión del documento de recomendaciones presentado por la Comisión de
Personalidades.
. A partir del 23 de enero 8 de febrero.
- Presentación de primeros borradores sobre disminución del conflicto.
. 2 de febrero de 2002
- Definición de la participación más activa del acompañamiento
internacional.
. 06 de febrero de 2002
- Invitaciones de la Mesa:
. 13 de febrero: Presidentes de partidos y movimientos políticos. . 14
de febrero: Candidatos Presidenciales.
. 15 de febrero: Consejo Nacional de Paz.
- Estudio de los borradores presentados por cada una de las partes,
sobre la tregua con cese de fuegos y hostilidades.
. A partir del 20 febrero de 2002.
- Meta fijada por la Mesa para la firma de los primeros acuerdos sobre
tregua con cese de fuegos y hostilidades a partir de la disminución del
conflicto:
. Fecha para lograrlo: 7 de abril de 2002
- Acuerdo de cronograma sobre otros temas
. 10 de abril de 2002
- Presentación de informes de la Mesa a la opinión pública, el último
viernes de cada mes, a partir de febrero de 2002.
ENERO 21-22 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
ENERO 23 Definición de las metodologías para las discusiones
ENERO 24-25 Inicio discusión de los elementos del documento de
recomendaciones presentado por las personalidades.
ENERO 28-29 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
ENERO 30-31 y FEBRERO 1o. Sesión de la Mesa sobre los temas aquí
acordados.
FEBRERO 2 Presentación de los primeros borradores sobre disminución del
conflicto, así como sobre el tema del empleo.
FEBRERO 4-5 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
FEBRERO 6 Acuerdo sobre Acompañamiento internacional.
FEBRERO 7-8 Sesión de la Mesa sobre los temas aquí acordados.
FEBRERO 11-12 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
FEBRERO 13 Invitación a los presidentes de los Movimientos y Partidos
políticos.
FEBRERO 14 Invitación a los candidatos presidenciales.
FEBRERO 15 Invitación al Consejo Nacional de Paz.
FEBRERO 18-19 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
FEBRERO 20-21-22 Sesión de la Mesa sobre los temas aquí acordados.
FEBRERO 25-26 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
FEBRERO 27-28 y MARZO 1o. Sesión de la Mesa sobre los temas aquí
acordados.
MARZO 4-5 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
MARZO 6-7-8 Estudio de los borradores presentados por cada una de las partes,
sobre la tregua, a partir de la disminución del conflicto.
MARZO 11-12 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
MARZO 13-14-15 Estudio de los borradores presentados por cada una de las
partes, sobre la tregua, a partir de la disminución del conflicto.
MARZO 18-19 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
MARZO 20-21-22 Estudio de los borradores presentados por cada una de las
partes sobre la tregua, a partir de la disminución del conflicto.
MARZO 25-26 Preparación de documentos finales sobre tregua, a partir de
la disminución del conflicto.
ABRIL 1o. Informe a la Opinión Pública.
ABRIL 2-3-4-5 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
ABRIL 7 Meta fijada por la Mesa para la firma de los primeros acuerdos
sobre tregua a partir de la disminución del conflicto.
ABRIL 8-9 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.
ABRIL 10 Acuerdo de cronograma sobre otros temas.
11. Agradecemos el papel jugado por los países facilitadores y por el
Asesor Especial de la ONU.
Las Partes definirán, antes del 6 de febrero de 2002, las vías de
participación internacional más activa en el papel de acompañamiento.
Igualmente agradecemos el acompañamiento a la Mesa al señor Nuncio
Apostólico Benniamino Stella y a la Iglesia Católica de Colombia en cabeza de
monseñor Alberto Giraldo, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, y
a monseñor Francisco Múnera, obispo de San Vicente del Caguán.
12. Como se menciona en el Acuerdo de San Francisco, las Farc-EP se
comprometen de inmediato a ratificar las instrucciones a todos sus integrantes
de no realizar las llamadas pescas milagrosas en las vías.
Firman por:
El Gobierno NacionalLas Farc
CAMILO GOMEZ ALZATE
JUAN GABRIEL URIBE
REINALDO BOTERO
RICARDO CORREA
MANUEL SALAZAR
RAUL REYES
JOAQUIN GOMEZ
SIMON TRINIDAD
ANDRES PARIS".
Desde
el 20 de enero al 20 de febrero son realmente pocos los hechos políticos que se
presentan en la zona de distensión, el 7 de febrero hubo una reunión de los
tres poderes del proceso, en la cual el gobierno propuso acordar una
tregua y la guerrilla le impuso varias
condiciones, entre ellas combatir el paramilitarismo, retirar los asesores
militares extranjeros, suspender el Plan Colombia, reducir el gasto militar,
modificar la política económica, sancionar a los medios de comunicación que
hagan apología al paramilitarismo, el
gobierno exigió parar el secuestro y no colocar minas antipersonales; 14 de
febrero hubo encuentro en Los Pozos entre las FARC y los candidatos
presidenciales, desfavorable para el movimiento armado por la publicidad que se
le hizo a la intervención del candidato Serpa quien fustigó duramente a las
FARC.
Lo
que realmente se inició fue la más espectacular ofensiva militar de la
guerrilla, acompañada de la Operación “Huracan” del ejército como contra
respuesta, el ataque de la guerrilla fue de una intensidad tan enorme que no la
esperaba nadie en un momento en el cual se pretendía oxigenar el proceso; lo
claro es que este había fracasado y el acuerdo del 20 de enero significó un
mecanismo de distracción para iniciar la retirada en momentos en los cuales la
zona de distensión se encontraba totalmente cercada; los operativos de la
guerrilla culminaron con la retención el 20 de febrero de Gechem Turbay,
presidente de la comisión de paz del Senado hecho que justificó la liquidación
de un proceso con el cual ninguna de las dos partes querían seguir ya que hubo
acciones mucho más delicadas antes de este acto como se puede apreciar en el
siguiente resumen.
El
21 de enero 15 soldados murieron durante una emboscada en Pichindé a 10
kilómetros de Cali, en Gachetá , Cundinamarca fue dinamitada una torre de
energía, dos torres voladas en el Meta, dejaron a este departamento sin luz y
también al Casanare; en Garzón , Huila fue dinamitado el aeropuerto, en Samaná,
Caldas fue muerto un agente de policía, el 24 de enero en la vía Cumaral-Yopal
explotó un carrobomba, mientras en Ríoancho, Magdalena, 30.000 campesinoa
bloquearon la troncal del caribe protestando contra los paramilitares y el 25 de
enero en el Barrio Fátima de Bogotá estalló bicicleta bomba, (ya habían
atentado contra la represa de Chingaza)dejando 5 muertos y ocho heridos, entre
los muertos una niña de 5 años, lo generó voces de protesta y de inconformidad
frente al proceso de paz, también murieron 23 soldados en La Dorada,
Huila. El 29 de enero los atentados se
intensificaron, en San Juan de Arama en
el Meta los guerrilleros hicieron explotar una casa donde tenían guardada
dinamita y estaba siendo registrada por el ejército, 15 militares murieron y 10 heridos; el mismo día los cacerolazos y las protestas
se vivieron en todo el Meta, el 30 de
enero en el Barrio la Soledad de Bogotá cerca de la sede de CARACOL, estalló un
carrobomba que afectó 6 casas, en Aguazul, Casanare, la guerrilla derumbó dos
torres dejando de nuevo sin luz al departamento, el primero de febrero fue
asesinado el subdirector de La Patria por paramilitares en Manizales, hecho que
conmovio la prensa nacional y destruida la bocatoma de Pailitas, Cesar, cuando iba
a ser reparada al día siguiente seis obreros fueron mutilados por una mina
antipersonal, el 10 de febrero estalla
una maleta bomba que destruyó el Banco Ganadero en el centro de Arauca, estalló
bomba en el centro de Paz del Río en Boyacá, el 11 de febrero hubo un ataque
contra el distrito militar de Pitalito, una pipeta de gas mató 10 militares e
hirió 40, ello provocó que el 12 de febrero el procurador general de la nación
Edgardo Maya, esposo de Consuelo Araujo, enviara una carta personal a Pastrana donde
le pidió una posición firme frente a lo que consideraba el fracasado proceso de
paz, en síntesis una consulta popular para que la sociedad civil definiera si
continuaba o no el proceso, lo que fue respondido negativamente por el
Presidente.
El
mismo día Raul Reyes justificó la embestida de las FARC diciendo que se detiene
cuando se detengan los despidos y el Plan Colombia, aseverando que las FARC no
estaban dispuestas a entregar sus principios y resumiendo que “el problema se
resolvía metiendo la mano en el bolsillo, pero bien hondo”, lo dejaba claro que
una solución negociada partiendo del cese al fuego no era posible. El 17 de febrero en Bogotá el alcalde Antanas
Mockus lidero una jornada de resistencia civil en la que protestaron contra la
guerrilla, el 19 de febrero, las FARC condicionaron el cese al fuego, siempre y
cuando se iniciaran operaciones fuertes contra el paramilitarismo y el 20 de
febrero Estados Unidos autorizó al gobierno para utilizar las armas del Plan
Colombia contra la guerrilla, hubo manifestaciones nacionales contra la
ofensiva de las FARC, promovidas por grupos derechistas y finalmente fue
secuestrado un avión en Neiva y retenido el Presidente de la Comisión de Paz
del Senado, hecho que provocó la ruptura definitiva del proceso en un discurso
agresivo de Pastrana en el que con mapas intento convencer a los ciudadanos de
la necesidad de la ruptura, desde la media noche se inició la Operación TANATOS
que dio como resultado la ocupación de la zona de distensión.
No
es difícil comprender porque el fracaso del proceso de paz, esta claro que la
política de paz de Pastrana no fue dinámica desde el punto de vista de los
cambios estructurales que necesariamente tenían que hacerse, fue lenta e
ineficiente y alejada de los verdaderos actos de gobierno que fueron
provocadores para la actitud de una guerrilla que exigía cambios considerables,
nunca los hubieron y así como la guerrilla el Estado también desató operaciones
militares que intentaban carear el poder militar de los insurgentes. El proceso estaba fracasado desde principios
de enero, quizá desde el 17 de octubre, pero los actores esperaron hasta el
ultimo momento para organizarse en la guerra, la misma zona de distensión se
convirtió en peligro para los miembros del Estado Mayor de las FARC
concentrados en ella ya que estaba lenta y paulatinamente siendo cercada por el
ejército y las posibilidades de capturas o muerte de altos dirigentes eran
enormes. Hay que considerar el ensayo de Pastrana con las FARC como el fracaso
de un modelo más que de todas formas dejó algunas experiencias positivas que
pueden ser retomadas hacia el futuro, como la agenda común, los encuentros en
las audiencias públicas entre otras.
B. EL PROCESO
CON EL ELN
Paralelo
a las negociaciones con las FARC-EP, el presidente Pastrana buscó llegar a
acuerdos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), aprovechando los
contactos que se venían desarrollando desde el Gobierno de Ernesto Samper, la
muerte del máximo líder Manuel Pérez dada a conocer en abril de 1998 disminuyó
la capacidad política de ese movimiento;
con este grupo insurgente se hicieron las más numerosas reuniones y las
más amplia discusión que dejó como herencia en este debate por la paz una
inmensa cantidad de documentos sin ningún hecho práctico de paz; en principio
la reivindicación central de ELN era la de hacer una Convención Nacional en el
sur de Bolívar al estilo de las hechas por el EZLN en México, una especie de
encuentro nacional masivo de organizaciones del cual surgiese una agenda de
negociación y una metodología para el proceso, sin embargo nunca se dio,
siempre estuvo presente la influencia de las Autodefensas de Carlos Castaño
saboteando el proceso con enormes movilizaciones de pobladores del sur de
Bolívar y del Magdalena Medio que reivindicaron la no firma de tratados con
este movimiento; luego la reivindicación dejó de ser la convención nacional y
pasó a ser la zona de despeje, un área de tres municipios, Cantagallo y San
Pablo en el sur de Bolívar y Yondó en Antioquia; sin embargo las movilizaciones
de alcaldes y sociedad civil simpatizante de la extrema derecha del jefe
paramilitar impidió la apertura de la zona de despeje, una especie de Zona de
distensión en el Magdalena Medio.
La
lucha contra las zonas de distensión afectó seriamente el proceso de paz con el
ELN, que buscaba despejar un área con características disímiles a la de los
cinco municipios de los Llanos orientales dada a las FARC, ya que de los municipios
del sur de Bolívar son de influencia
paramilitar en el poder y la sociedad civil y ello debió ser tenido en cuenta;
realmente nunca se consiguió el objetivo de entregar una zona de distensión a
este grupo. Tanto el Gobierno como el
ELN, tuvieron claro siempre que había que dialogar, Pastrana también tuvo interés
en desarrollar un proceso con esta insurgencia y también brindó un espacio muy
amplio para ello, el 9 de octubre de 1998 le otorgó reconocimiento político al
movimiento y en un encuentro se prepararon las condiciones para la Convención
Nacional, objetivo primario de estas guerrillas. Dos días después se realizó un
encuentro en Río Verde, Antioquia, para preparar la Convención y a el
asistieron dos comandantes presos en la cárcel de Itagui: Francisco Galán y Felipe Torres, con amplia
presencia de sociedad civil, se estableció la fecha del 13 de febrero de 1999 y
la agenda de la Convención que nunca se realizó.
Igual
que las FARC, el ELN le apostó a la estrategia de negociar en medio conflicto y
los actos militares por lógica afectaron las negociaciones; el 18 de octubre de
1998, se produce un hecho lamentable en el poblado de Machuca (Antioquia), el
ELN voló un tramo del oleoducto y el crudo se precipitó sobre un caserío en
donde murieron quemados 70 habitantes; las imágenes de unos medios de
comunicación que interesados en perjudicar el proceso sensibilizaron a la
población que empezó a forjarse una mentalidad de repudio a las negociaciones,
el ELN reconoció públicamente su error y ofreció indemnizar a los afectados lo
que fue visto por el presidente como un acto de buena voluntad y por ello este
hecho no perjudicó los diálogos, pero si afectó seriamente la imagen de esa
guerrilla. Con este movimiento las cosas
fueron más lentas e igual de complejas, no se celebró ninguna convención en las
fechas previstas y el 12 de abril, sin resultado alguno, se presenta un hecho
que estremece a la opinión pública nacional e internacional y fue el secuestro
de un avión de Avianca con 46 pasajeros desviado desde Bucaramanga hacia zona
rural de San Pablo, donde fueron liberados niños y ancianos; la acción provocó
el rechazo del gobierno y se congelaron los acercamientos; las contradicciones
se profundizaron cuando el 30 de mayo de 1999, en una acción espectacular el
ELN retiene 143 personas en la Iglesia de La María en Cali, 80 fueron liberadas
y 63 quedaron retenidas en un acción propagandística que obligó al gobierno a
suspender las negociaciones, abiertas a condición de la liberación de los
secuestrados, el 18 de junio mediante resolución 41 el gobierno suspende el
proceso de paz y le quita el reconocimiento político a este movimiento.
Es
una primera etapa compleja, en la cual los actores se reúnen mucho pero no
deciden nada; solo hasta el 19 de octubre cuando delegados del gobierno se
encuentran en La Habana con
representantes del movimiento, se reactiva el proceso, tres días después una
reunión del Comando Central del ELN con el alto comisionado para la Paz se
empiezan a establecer los mecanismos organizativos de la zona de despeje
proyecta en los municipios del sur de Bolívar, sin embargo, en la practica nada
se concretiza y en enero del 2000 el movimiento armado lanza una tenaz ofensiva
sobre las torres de energía, que se desarrolló durante todo el mes y parte de febrero, fueron voladas más 200
torres y afectados un gran número de municipios que afontaron racionamientos de
luz, era el cuarto gran escándalo desfavorable al proceso, aunque lógicamente
desde el inicio del gobierno de Pastrana la guerra con el ELN tuvo la misma
intensidad que con las FARC. Desde
inicios del mes de enero, se inicia una ofensiva paramilitar con influencia en
la sociedad civil orientada a evitar que se constituyera la zona despeje;
inmensas movilizaciones campesinas bloquearon las vía en el sur de Bolívar, en
el Magdalena Medio y en algunos municipios antioqueños diciendo “No al
despeje”, fue bloqueada la troncal del Atlántico, la vía al mar en Aguachica
(Cesar), la viá Medellín-Costa Atlántica, la situación se vuelve tan compleja
que el gobierno se ve obligado a reunirse con representantes de los campesinos
cuyo punto central de petición es no a la zona de despeje, nace con esto
Asocipaz, organización encargada de movilizar la sociedad civil contra el ELN.
Este
fue sin duda uno de los grandes triunfos de las Autodefensas de Carlos Castaño
que movilizaron el mayor número de pobladores, en un guerra que además del
campo político, incluyo el campo militar por la extensión de los combates y por
la innumerables masacres sobre población civil que habita las zonas por donde
so moviliza el ELN, fue el momento preciso para desprestigiar también la zona
de distensión con las FARC, ya que toda explicación de porqué no se aceptaba un
despeje en el sur de Bolívar se dio desde la base de que no querían que se
repitiera la experiencia de las FARC ya que era probable un avance del ELN en
ella; era quizá la intensión de Carlos Castaño de dar una lección en municipios
plenamente dominados por sus autodefensas.
El 25 de abril el Presidente anuncia su decisión de autorizar la zona de
encuentro, lo que generó una respuesta contundente de la población paramilitar,
al día siguiente se movilizan los simpatizantes de Castaño en el Sur de
Bolívar, el 4 de mayo en todo el Magdalena Medio, el 16 de Mayo son bloqueadas
las vías a Aguas Claras y el 17 la vía a Barrancabermeja; Asocipaz ya tenía una
influencia muy grande que se extendía hasta el sur del Cesar, Bajo Cauca,
Nordeste antioqueño y Nordeste Santandereano, incluyendo el Magdalena Medio
Santandereano y el sur de Bolívar, un movimiento crecido que puso en jaque al
gobierno y al ELN.
El 1
de junio día del campesino el Gobierno se compromete a no implementar la zona
de despeje, lo que señala un triunfo claro de los pobladores, con esto la
intensión de iniciar el camino de la paz
con un experimento parecido al de las FARC fracasa para el ELN, ello debilita
lógicamente cualquier posibilidad de negociación, unido al hecho de la confrontación armada que
nunca dejó de estar presente; sin
embargo, el 6 de junio el gobierno insiste y reanuda formalmente las
conversaciones dando inicio a una nueva etapa, mucho más compleja por la
actitud de la sociedad civil , lo que generaría una nueva etapa de reunionismo
y discusiones sin frutos reales, el reconocimiento de nuevo del carácter
político del ELN, creo sin embargo un clima de confianza y de optimismo,
reforzado por la existencia de una Comisión nacional facilitadora y de una
internacional conformada por Francia, España, Noruega, Cuba y Suiza. Las presiones internacionales y nacionales
sobre Asocipaz, hizo que esta a principios de septiembre del 2000 condicionara
la apertura de una zona de distensión a la liberación de todos los
secuestrados, cese al fuego y concentración de toda la militancia del ELN en el
área, propuesta que fue desechada por el movimiento armado, quien respondió con
una retención masiva en el kilómetro 18 vía a Buenaventura ocho días más tarde,
quienes fueron liberados un mes y medio después; la insistencia en la zona de
encuentro llevó a una nueva reunión en La Habana el 13 de diciembre, en donde
se diseñaron los reglamentos y los límites y se firmó el compromiso por el ELN
para liberar unilateralmente 42 militares en su poder, hecho que se produjo el
23 de diciembre y que le dio nuevos bríos al proceso, más publicidad y más
confianza entre los actores.
La
diplomacia entorno a la zona de despeje fue cotidiana durante el mes de enero,
reuniones de representantes del gobierno con alcaldes de los municipios,
principales líderes del movimiento antidespeje y con dirigentes del ELN en la
serranía de San Lucas, no lograron derrotar el poder de Asocipaz, quien el 15
de febrero del 2001 desató de nuevo las movilizaciones y el bloqueo de vías,
esta vez la vía Bogotá a la Costa Atlántica y Bucaramanga-Barrancabermeja; el 8
de marzo el ELN decide congelar las negociaciones quejándose de los operativos
militares sobre sus frentes en la zona, las fumigaciones en la zona del sur de
Bolívar y la falta de voluntad del
gobierno para con el proceso de paz y la falta de seguridad, debido a que los
frentes de las AUC se volcaron sobre la zona y los operativos militares eran
constantes. El 27 de junio se realiza un
encuentro esta vez en Ginebra, Suiza en donde por primera vez un cronograma de
actividades por el gobierno y un balance del proceso por el ELN, el 5 de agosto, durante una reunión en
Caracas, el ELN le propone al gobierno desmilitarizar la zona del sur de
Bolívar y antes iniciar una ofensiva contra los paramilitares para sacarlos de
ella, lo que fue rechazado por el gobierno quien el 7 de agosto anuncia la
suspensión de las conversaciones de paz en un ambiente de guerra en el que los
enfrentamientos armados se recrudecieron., tres meses después el 16 de
noviembre se reanudan los diálogos esta vez en Cuba con el Alto Comisionado
para la paz, en donde firma el “Acuerdo por Colombia”, el 15 de diciembre se
acuerda un cronograma de trabajo y el 17 se decreta una tregua unilateral hasta
el 5 de enero, hasta el 20 de febrero,
predominaron una ola de reuniones y discusiones en las cuales no se llegó a ningún
acuerdo, los actores renunciaron definitivamente a la estrategia de la zona de
despeje y finalmente los diálogos quedaron opacados por la ruptura con las
FARC.
A
diferencia de las FARC, Pastrana no se reunió personalmente con ningún
representante del ELN, no hubo acuerdo entorno a agendas y los acuerdos de
cronograma fueron solo formales y de papel.
El proceso con el ELN tuvo como situación trágica la intervención
directa de las AUC con toda su influencia económica, política y militar, lo que
llevó al despeñadero los acuerdos; hay que decir que no existió ninguna otra
propuesta alternativa que pudo haber sido viable ya que se jugó con el mismo
modelo de las FARC y con los mismos principios; buscar el porqué del fracaso
con el ELN no es un ejercicio difícil ya
que esta explicación se halla en las mismas que he dado para las FARC, no es
necesario recordar esto y es indiscutible que en la búsqueda de nuevas
alternativas, el diseño de esquemas tiene que ir acorde también con la
experiencia del ELN, que sin lugar a dudas fue otro de los grandes fracasos de
Pastrana.
CONCLUSIONES
Las líneas que he escrito, traen implícitas muchas
conclusiones entorno al conflicto armado y la política de paz de Pastrana, sin
embargo es bueno recordar que una estrategia de paz debe tener como
marco general un gobierno para la distensión, para la paz, una práctica
gubernamental acorde con las decisiones de diálogo y negociación que implica
una mayor inversión social, disminución
de presupuesto para represión, estancar el armamentismo y el reclutamiento y
una política de derechos humanos que disminuya las masacres, los asesinatos
políticos, que combata la impunidad; dentro estos actos gubernamentales hay que
poner en marcha políticas económicas que disminuyan el desempleo, ello requiere
una mayor interacción práctica entre el gobierno y los empresarios bajo la meta
de la construcción de la paz; todos estos hechos pasan necesariamente por una
solución del problema de la deuda cuyos servicios continúan absorbiendo la
mayor parte del presupuesto nacional, pero también enfrentar la corrupción que
todavía se sigue llevando para los bolsillos privados un importante porcentaje
de las finanzas del Estado. Una práctica
gubernamental de este tipo puede abrir caminos en negociaciones, porque
claramente se vislumbró durante el cuatrenio Pastrana una clara brecha entre el
decir y el hacer, que no convenció a una guerrilla que insiste en que no
depondrán las armas si les toca entregar sus principios.
La experiencia con Andrés Pastrana nos dice que un gobierno para la paz debe empezar por
hacer de las propuestas preelectorales de los gobernantes algo real, no un
cúmulo de mentiras orientadas a conseguir votos que después son desechadas como
decisiones de gobierno por los mandatarios, la demagogia de Pastrana fue sin
igual en este sentido. En la revista de
la Universidad Javeriana de julio de 1998, hay un completo resumen de las
promesas preelectorales y queda claro que si las comparamos con las acciones
del gobierno, la orientación inclusive del plan de desarrollo estuvo encaminada
a hacer cosas diferentes: prometio por
ejemplo reducir el IVA y este se elevó, el eje de su política social fue el
empleo y el desempleo aumentó en grados exagerados, su política económica tuvo
como slogan “la justicia económica, base de la justicia social” y sus
resultados finales favorecieron a los grandes monopolios de las finanzas, los
más estables y beneficiados; la promesa de ampliar el acceso a cargos públicos
fue reemplazada por despidos masivos durante todo su mandato, el apoyo a
mujeres víctimas de la violencia lo reemplazó el abandono estatal de las
mujeres desplazadas y africanizadas por los grados de desnutrición que se
presentan en muchas de ellas, de desempleo y falta de oportunidades, la
vigorización de pensiones fue solo una promesa más por su interés en afectar a
los pensionados e incumplirles, los subsidios alimentarios prometidos
concordaron con el aumento de los niños miserables. Una solución al problema de la violencia
implica abandonar los viejos vicios de la política que utilizan la inocencia
del ciudadano, sin entender que hay grupos sociales que exigen seriedad y
cumplimiento, sino se tiene en cuenta esto hacia el futuro, muy probablemente
la lucha por la paz en Colombia será algo inoficioso y sin esperanzas de solución,
porque más allá de los juicios moralistas que diferencian entre quien es bueno
y quien es malo, está el incumplimiento de un representante político que se
burla de las ansias de un ciudadano que quiere que los grandes problemas
ciudadanos se solucionen.
Pastrana nunca entendió esto ya que su política de paz
fue en el fondo una estrategia de guerra, se intentó dialogar con el fin de
deslegitimar y desprestigiar al otro, quitarle presencia e influencia política
lo que puso en duda la honestidad y transparencia de sus intensiones; una nueva
política de paz debe estar basada en obviar la paz como una estrategia para
crecer, avanzar y fortalecerse, por ello el principio de dialogar en medio del
conflicto no es apropiado para el caso colombiano, en donde la tregua
bilateral, con el compromiso de la financiación o sostenimiento de la
insurgencia es el más apropiado, acompañado de un Plan de Paz plenamente
acordado con sitios, fechas, cronograma preestablecido y cumplido al pie de la
letra, algo improvisado durante la administración Pastrana; la política de Paz
no debe diferenciarse para uno u otro actor ya que el escenario y la meta de la
distensión es la misma, la reunión de
los actores en una sola mesa de diálogo es lo más apropiado.
En Colombia, la experiencia es que los guerrilleros no se encuentraron con los
gobiernos liberales, la prueba más fehaciente es que los dos únicos proceso de
paz que se conocieron antes del que inaugurara el Presidente Juan Manuel Santos en se dieron durante gobiernos conservadores, con sectores
liberales democráticos como sus aliados, sin embargo, no han resultado
eficientes, estamos a la espera de los resultados de los diálogos de la Habana para sacar conclusiones más objetivas, parece que todo marcha bien, pero aún falta un largo camino por andar; es necesario esperar la emergencia histórica de una nueva clase
política que se acople a los principios reformistas de la insurgencia?, una
nueva generación de militares, menos guerreristas y más pragmáticos entorno a
la consecución de la paz que sean capaces de ser tolerantes frente a los
diálogos y ser fuerza de presión para la solución del conflicto y no un foco de
estímulo a la confrontación; es probable que ya exista en la guerrilla una
mentalidad de diálogo y de solución honesta del conflicto, eso perfila en las
intervenciones que se observaron de los dirigente y en la insistencia en la
búsqueda de la solución negociada, pero hay sectores guerreristas con gran poder
que también tienen que ser reemplazados por una nueva dirigencia capaz de
corresponder una negociación en los marcos que hemos analizado; las ofensivas
de la guerrilla, sus acciones claramente antiéticas y antirevolucionarias, que
mataron inclusive a los pobres por quienes supuestamente están sacrificando su
vida, también obstaculizan los diálogos y matan sus simpatías políticas, un
comandante “Marcos” que entre triunfante
y ovacionado a Bogotá, que sea capaz de imponerse no por la fuerza de las
acciones anárquicas, sino por su capacidad de convencimiento, es algo que
esperan muchos colombianos.
Finalmente,
el paramilitarismo fué y seguirá siendo una de las grandes piedras en el zapato para
los procesos de paz, siempre y cuando no se les tenga en cuenta, es claro que
hay que reconocer su capacidad de sabotaje, no solo con acciones militares
crueles y despiadadas, sino con su sociedad civil que manipula y moviliza, muy
amplia por supuesto y ubicada también en zonas estratégicas capaz de bloquear
vías importantes, por el número de paramilitares, es indiscutible que hay que
pensar en vincularlos al proceso y de ello tiene que ser consciente la
dirigencia guerrillera, puesto que enfrentarlos al Estado es inoficioso, ya
gozan del apoyo de muchos miembros de la fuerza pública, de la burocracia y de
los Partidos tradicionales que no están dispuestos a debilitar una opción
contrarevolucionaria ya construida.
El modelo
Pastrana fué modelo agotado, pero fue un intento importante que dejó elementos
positivos que debierían necesariamente ser retomados por otros gobiernos que
quieran en circunstancias favorables volver a intentar un proceso de paz, como el del actual presidente Santos;
fueron positivos los encuentros personales con el dirigente guerrillero, tener
un vocero único que lleve una vocería única, vincular a los gremios y la
comunidad internacional, crear grupos de acompañamiento y facilitadores que
permitieran equilibrar las posiciones en los momentos de discordia, las
posiciones amplias y no conflictivas cuando de tomar decisiones de
desmilitarización se trata, como en el caso de Batallón Cazadores, la agenda
común que sin lugar a dudas será la base del tema de las negociaciones; la
amplitud en la aceptación de la realización de audiencias públicas, las
posibilidades a través de lo jurídico de que negociadores salieran de las
cárceles, el brindar estatus político sin problemas ni largas discusiones;
muchos de estos elementos se convierten en instrumentos claves para sacar
adelante un propósito de paz cuando se den las oportunidades.
Hay también
acciones que entorpecen los procesos y se vislumbraron claramente en la
experiencia Pastranista, la primera de ellas es el no reconocimiento expreso
del gobierno de que existe una guerra en Colombia, ello impidió el intercambio
de prisioneros de guerra y no facilitó la liberación de retenidos que hoy
soportan la desidia de los gobernantes; se intentó explotar en último momento
el asunto, inclusive hasta el último día del gobierno de Pastrana este le dijo
a la guerrilla que escogiera el lugar y la hora del intercambio, pero ya era
tarde, ello demuestra que faltó voluntad del gobierno en este sentido; la
lentitud exagerada de las negociaciones y el tiempo tan largo de los
estancamientos hico que los actores llegaran tarde a la negociación, lo que
demuestra que hay que acelerar más el proceso, los estancamientos no deben
durar una semana; es necesario diseñar las estrategias de paz conjuntamente
entre los tres poderes estatales, ya que los fracasos provienen de verdaderas
disputas entre ellos entorno a reformas o procesos judiciales por ejemplo y
continuar necesariamente con los diálogos internos que son más efectivos que
encuentros internacionales alejados de muchos actores que tienen directa
relación con la Paz como los empresarios, los Sindicatos y la Sociedad Civil.
Con
respecto a esta última hay que neutralizar el papel de los medios de
comunicación, puesto que la información que se despliega de estos es en muchos
casos tendenciosa y con claras intensiones de quitarle credibilidad al proceso,
por el compromiso histórico de los medios con facciones políticas
recalcitrantes enemigas de los diálogos y la negociación; estos sectores
políticos peligrosamente van forjando en los ciudadanos una conciencia de
choque que agudiza la confrontación. La
“Resistencia civil” liderada por Antanas Mockus y numerosos alcaldes, además de
exponer a los ciudadanos a las balas de sus oponentes como sucedió en el Cauca
y en el fondo integrarlos a un proyecto de guerra con movilizaciones, tiene
claros propósitos electorales cual es el de dividir a los ciudadanos en buenos
y malos Colombianos, los primeros son aquellos que participan de la
movilización y se exponen a ser asesinados y los malos quienes no lo hace,
entender la diversidad de mentalidades y de actitudes Psicológicas sin pensar en
que hay valientes y cobardes es más efectivo para un proceso; es muy importante
entonces empezar a forjar una Cultura honesta de la paz en la sociedad civil
que haga que ella se identifique con la no guerra y con la salida política
civilista, puesto que en Colombia tenemos claro que se ha trabajado al
ciudadano para que sea indiferente para el proceso o apoye las salidas
guerreristas, lo que es altamente inconveniente para la tarea de buscar la
distensión.
FUENTES DE INFORMACION
1. Agradezco la
colaboración del doctor Victor G Ricardo quien me obsequió el texto “HECHOS DE
PAZ V”: Del diálogo a la negociación,
agosto 7 de 1998 a mayo 24 de 1999, editado por la Presidencia de la República,
Bogotá, 1999.
2. Alguna parte
de la información fue extraída de la página de INTERNET de la oficina del Alto
Comisionado para la Paz.
1. La información cronológica fue un seguimiento
meticuloso de la revista SEMANA, de agosto de 1998 a agosto del 2002 y serían
interminables los artículos a reseñar.
2. Otra parte de la información corresponde a grabaciones
cotidianas personales de los Noticieros RCN, CARACOL, CNN y el documental “La
política de Paz de Andrés Pastrana” emitido el 7 de agosto del 2001 por Señal
Colombia.
NO TE PIERDAS LA ULTIMA PRODUCCIÓN "URIBELANDIA O EL MUNDO DE LA RIQUEZA ABSOLUTA", leela en http://plutocraciariqueza.blogspot.ch/ Y UNO DE LOS GRANDES CLASICOS DEL AUTOR: "LA CRISIS DE LA REPRESENTATIVIDAD POLITICA" EN http://representatividadpolitica.blogspot.ch/
OTRAS PUBLICACIONES DEL AUTORLas teorías de la violencia en Colombia http://loslibrosdealejo.blogspot.ch/Historia del terrorismo de Estado en Colombia http://terrordeestado.blogspot.ch/Los académicos y la paz http://pazalejo2.blogspot.ch/La presencia del franquismo en Colombia http://alejohistoriador.blogspot.ch/Más allá del azul celeste http://pensemosconalejo.blogspot.ch/Publicación más reciente: PORQUÉ FRACASÓ LA POLITICA DE PAZ DE PASTRANA? en http://pastranapoliticadepaz.blogspot.ch/Especializate en politicas de paz en Colombia, conoce la politica de paz de cada presidente desde Belisario Betancut, entra a cada blog en :
Publicación mucho más reciente: EL COLAPSO DEL SISTEMA DE PARTIDOS EN COLOMBIA.http://sistemadepartidoscolombia.blogspot.ch
http://pazgaviria.blogspot.ch/
http://pazsamper.blogspot.ch/
http://pazbarco.blogspot.ch/